El joven kamikaze de la A-6 condujo en sentido contrario en las dos direcciones

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

El causante del siniestro -un joven de 21 años- y otro conductor -de 41 años, vecino de Ourense- murieron. Una automovilista está herida. El conductor temerario pudo buscar el choque intencionadamente

12 sep 2016 . Actualizado a las 11:02 h.

Un conductor de 21 años, Christian Coego Rey, vecino de Sobrado dos Monxes, causó a las tres y media de la tarde de ayer un grave accidente de tráfico a la altura del kilómetro 546 de la autovía A-6, a su paso por el municipio coruñés de Aranga, tras circular unos 30 kilómetros en sentido contrario. El joven kamikaze conducía una furgoneta Volkswagen Caddy y colisionó contra un Nissan Qashqai conducido por Pablo Alejandro Rodríguez, de 41 años, vecino de Ourense, e hijo de Fernando Rodríguez Nespereira, un conocido arquitecto técnico de la ciudad con el que compartía despacho profesional. El fuerte impacto frontal hizo que los dos conductores muriesen en el acto.

El conductor del Nissan, que iba adelantando a un Smart, intentó evitar la colisión frontal y chocó lateralmente contra este vehículo enviándolo a la cuneta. La inercia hizo que el Smart quedase encima de un talud lateral de la autovía. Su conductora, M. R. M., de 36 años y vecina de Ferrol, sufrió heridas graves.

«Cuando llegamos, la mujer ya estaba siendo atendida por agentes de la Guardia Civil, pero se encontraba atrapada en el interior del coche», contaron los miembros de los bomberos de Betanzos, de Vilalba y del Grupo de Emergencias Supramunicipal de Curtis. Esta situación obligó a excarcelar a la conductora, «que en todo momento estuvo consciente», subrayan. Fue atendida por sanitarios de una ambulancia medicalizada del 061. «Al parecer le detectaron politraumatismos, y el fémur y la cadera los tenía rotos», subrayaron fuentes de la investigación. La mujer fue evacuada al Hospital A Coruña.

El grave siniestro obligó a cortar la autovía en los carriles de sentido Madrid, que es en los que se produjo la violenta colisión. Por ese motivo, la circulación permaneció cerrada al tráfico a la altura del kilómetro 549 desde los minutos siguientes al siniestro hasta aproximadamente las ocho y media de la tarde. Mientras, los vehículos fueron desviados por la carretera N-VI hasta el límite con la provincia de Lugo, donde regresaban a la A-6.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil investiga el accidente, y fuentes próximas a las pesquisas explicaron que Christian Coego ya había circulado minutos antes del trágico desenlace en sentido contrario por los carriles que van hacia A Coruña, «y varios conductores lograron esquivarlo».

Fueron esos automovilistas los que alertaron por teléfono a la Guardia Civil y desde la central les comentaron que ya tenían constancia del hecho, que se había montado un dispositivo de búsqueda y persecución para dar caza al kamikaze y que estaban a punto de interceptarlo, indicaron las mismas fuentes.

Fuentes conocedoras del accidente creen que el joven kamikaze circuló en sentido contrario, en dirección a Madrid, desde el kilómetro 560, en Coirós, hasta el 535, en Guitiriz. Al llegar a ese punto cruzó la mediana y giró para avanzar, de nuevo en sentido contrario, hacia A Coruña. Varios automovilistas lograron esquivarlo antes del impacto, pero el conductor del Qashqai no tuvo la misma suerte y perdió la vida en el choque.

¿Buscó el choque?

¿Buscó el choque? Esta hipótesis también está entre las dudas de los agentes de la Guardia Civil y forma parte de la investigación del siniestro. Las fuentes consultadas por La Voz señalaron que todo apunta a que el conductor del Nissan Qashqai intentó esquivar al kamikaze y se echó a la derecha golpeando al Smart echándolo fuera de la carretera, «pero el joven de Sobrado lo buscó para chocar de frente». Esta posibilidad, a falta del resultado final de la investigación, se maneja «por la forma en la que quedaron desperdigados los restos de los automóviles».