El Sergas ya ha realizado este año 88.430 peonadas para reducir la lista de espera

GALICIA

Las cirugías, pruebas y consultas extraordinarias sumarán 110.000 cuando acabe el 2016
26 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El nombre más técnico es autoconcertación, pero se conocen coloquialmente como peonadas. Se trata de la actividad extraordinaria que lleva a cabo el Servizo Galego de Saúde para intentar reducir sus listas de espera, e incluye tanto cirugías como pruebas diagnósticas y consultas con el especialista. Al ser una medida de carácter puntual y que no se realiza en el horario ordinario -sino por las tardes e incluso en el caso de las pruebas diagnósticas durante los fines de semana-, se abona a los facultativos a mayores de su jornada habitual.
El cumplimiento del déficit que fija el Gobierno central ha permitido a la comunidad autónoma contar con una financiación adicional este año, que en parte se destinó a la autoconcertación, con el objetivo de menguar la lista de espera de la sanidad gallega. Un plan de choque de cinco millones de euros permitió al Sergas sacar de la lista a 35.000 pacientes, la mayoría con actividad en los propios hospitales del Sergas, aunque 1.884 cirugías y pruebas se hicieron en centros concertados.
Pero no fueron las únicas peonadas. Entre enero y julio, dentro de la primera fase de autoconcertación habitual, se realizaron otras 55.381 intervenciones, consultas y pruebas, lo que implica en total 88.430 en los centros sanitarios públicos. La mayoría de la actividad se centró en las pruebas diagnósticas y en las consultas con el especialista, determinantes para poder llevar a cabo después las cirugías. Se realizaron en horario extraordinario 38.808 consultas y 38.123 pruebas diagnósticas, y 11.499 intervenciones quirúrgicas.
Destinar un presupuesto anual a la autoconcertación no implica que siempre consiga reducirse la lista de espera en la misma proporción. «Las peonadas se dirigen a los pacientes que llevan más tiempo aguardando -explica el director xeral de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal-, y no siempre se trata del mismo tipo de cirugías. Si coincide que tienes que operar muchas cataratas, por ejemplo, puedes intervenir a más gente con menos inversión, pero si debes operar muchas prótesis de cadera porque son los pacientes más antiguos, necesitas más recursos para menos personas», añade.
En plena segunda fase
Además del plan de choque que se llevó a cabo antes del verano por la inyección de fondos extraordinarios, el Sergas realiza siempre dos fases de autoconcertación a la largo del año para minimizar el número de personas que están pendientes de alguna prestación. La primera, la más extensa, llega hasta el verano, y la segunda se limita prácticamente a los meses de septiembre, octubre y noviembre, ya que las vacaciones y los períodos festivos dificultan que se prolongue a partir de principios de diciembre. Desde Asistencia Sanitaria cuentan que esta segunda fase suele suponer entre un 30 o un 35 % de las peonadas, mientras que la primera constituye entre el 65 o 70 %. Esto quiere decir que en esta segunda fase habrá unas 25.000 consultas, cirugías o pruebas más, con lo que en el 2016 se habrán realizado más de 110.000.
Lo que desconocen desde el Sergas es si habrá nuevos planes de choque para reducir aún más las listas, ya que depende de las posibilidades presupuestarias de la Xunta de Galicia.
De momento, la última cifra de demora, de junio del 2016, se sitúa en cirugía en los 61,6 días y en 35,2 días en el caso de la primera cita con el especialista. O Salnés tiene las mejores cifras y Povisa las peores.
El Consello de Bioética ve conflicto de intereses si la actividad se hace en áreas no eficientes
El Consello Galego de Bioética, en su informe El conflicto de intereses en el ámbito de la salud, alerta de un escenario en el que podría darse un potencial riesgo de conflicto de intereses con las peonadas, si se hacen en aquellos servicios que no son eficientes en su jornada ordinaria. Esto llevaría a que los profesionales, además de no cumplir con un rendimiento mínimo, tuvieran un plus económico, ya que la actividad extraordinaria se realiza fuera de la jornada habitual. En concreto, avisan los expertos en bioética, «podría darse la paradoja de que esta medida no incentive la eficiencia, si es propuesta a aquellos servicios que no cumplen los criterios establecidos».
Desde el Sergas recuerdan que esta actividad extraordinaria nunca se autoriza sin analizar previamente el rendimiento. En concreto, deben cumplir varios criterios. «Los pacientes tienen que estar en lista de espera por problemas estructurales, no organizativos, y cuando se realiza esta actividad, el ritmo de la jornada ordinaria debe ser el mismo que el resto del año», afirma Jorge Aboal, director de Asistencia Sanitaria.
Un tercer criterio es que el rendimiento quirúrgico del servicio sea óptimo; es decir, que llegue al 75 %. Este rendimiento se define como las horas en las que está operativo en relación a las horas totales. ¿Y qué ocurre si un servicio no cumple con estos requerimientos pero tiene lista de espera elevada? Porque los pacientes, lógicamente, no son responsables de que no haya un rendimiento óptimo, «se habla con el jefe de servicio para que controle si funcionan todos los circuitos, si el cirujano, el anestesista o el celador están a su hora, pero se queda sin autoconcertación porque, de lo contrario, se estaría incentivando un servicio poco eficaz», concluye Aboal.
Los conciertos le suponen a Sanidade 17 millones al mes, la mitad en Pontevedra
Las peonadas no son la única fórmula del Servizo Galego de Saúde para reducir listas de espera. La principal es la actividad concertada, que le supone anualmente a la administración sanitaria más de doscientos millones de euros. En el último informe del Consello de Contas, que fiscaliza las cuentas del 2014, se recogen 206,45 millones, lo que supone un 1,4 % más que el ejercicio anterior. Povisa, un hospital con concierto singular, ya que tiene población asignada, provoca que la provincia de Pontevedra sea la que tiene más actividad, con casi 104 millones. Y es que de los 206 totales, 94 se corresponden con el área sanitaria de Vigo, casi el 49 % del total. Pontevedra es la única provincia en la que aumentaron los fondos de esta partida desde el 2013 al 2014.