Feijoo reivindicará el coste sanitario del envejecimiento en la cumbre de presidentes
14 ene 2017 . Actualizado a las 10:21 h.El sistema de financiación autonómica no puede obviar el envejecimiento de la población y lo que eso provoca en el gasto sanitario. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, defenderá con fuerza este argumento en la Conferencia de Presidentes que se celebra el próximo martes. En un informe elaborado para esta cumbre se pone en evidencia el peso que la sanidad tiene para las comunidades autónomas, y cómo son necesarios mecanismos correctores en la financiación, que den solución a una autonomía tan envejecida como la gallega.
Los mayores de 65 años son el 23 % de la población en Galicia pero consumen casi dos tercios del gasto en receta farmacéutica, que asciende cada año a unos 700 millones de euros. En concreto, concentran el 62,4 % del coste, por lo que si en el 2015 el Sergas destinó a recetas más de 674 millones, unos 421 millones fueron para fármacos de usuarios de más de 65 años. El coste sanitario del envejecimiento no solo se mide en medicamentos, sino que la mitad de los episodios de hospitalización (un 49 %), fueron generados por este colectivo. Es evidente que a mayor edad más gasto en sanidad. Un ejemplo, los mayores de 80 años son solo el 8 % de la población, pero consumen el 38 % de las recetas, además de protagonizar el 27 % de las hospitalizaciones.
Es por ello que el Gobierno de Núñez Feijoo defiende que «cualquier revisión del sistema de financiación de las comunidades autónomas debe tener en cuenta el gasto sanitario y su evolución», más aún, si se tienen en cuenta las perspectivas de envejecimiento. Además debe responder a dos cuestiones: hasta dónde se quiere que llegue el peso del gasto sanitario público sobre el PIB, y cuáles son los criterios de reparto de ese gasto. Esta será la argumentación del presidente de la Xunta, ya que el modelo actual no contempla ningún mecanismo de garantía para proteger el peso inicial ni el crecimiento de la inversión en sanidad.
La inversión en salud presenta una característica que no tienen otros capítulos a financiar, un carácter fuertemente expansivo en las fases de crecimiento económico, y rígido en los momentos recesivos. Es decir, el gasto sube en un contexto de bonanza, porque se dan nuevas prestaciones y se mejoran las existentes, pero es muy difícil reducirlo en épocas de recesión, porque la demanda asistencial se mantiene y aumentan las expectativas de una sociedad cada vez más medicalizada. En el total de comunidades, el 37 % del gasto no financiero se destina a la sanidad, pero en Galicia este porcentaje sube, y en el 2015 se situó en el entorno del 42 %.
Excluir los fondos finalistas
El encuentro de presidentes en el que se debatirán los nuevos criterios del sistema de financiación autonómica deberá tener en cuenta, según la propuesta del Ejecutivo gallego, la realidad del peso real de la sanidad sobre el total del gasto no financiero de las comunidades autónomas, pero excluyendo los fondos finalistas, ya que sobre estos no hay margen de actuación. Si se excluyen, el peso de la sanidad en Galicia se eleva a en torno un 47 % sobre el total. Los indicadores de evaluación para fijar esta financiación deben por lo tanto analizar no solo elementos indirectos como la progresión de la recaudación tributaria o el PB nominal, sino que han de ponderarse con el envejecimiento de la población y su incidencia en el aumento del gasto sanitario.