El primer imputado por corrupción de las mareas elude aclarar si dimitirá si lo juzgan

GALICIA

La magistrada interrogó durante más de tres horas al concejal de Compostela Aberta Jorge Duarte por trato de favor a bares
16 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El concejal de Urbanismo de Santiago, Jorge Duarte Vázquez (Compostela Aberta), rehuyó dimitir cuando fue llamado a declarar como investigado -término que equivale al de imputado- por un delito de prevaricación por trato de favor a algunos bares a los que presuntamente benefició paralizando expedientes sancionadores o intentando que se rebajase la cuantía de sus multas. Ayer, tras ser interrogado durante tres horas y media por la jueza Ana López-Suevos, tampoco quiso aclarar si dejaría el cargo si este caso, el primero de corrupción que afecta a un cargo de las mareas, acaba sentándolo en el banquillo de los acusados para ser juzgado. Al ser preguntado, se limitó a decir: «Eu creo que hai que ir vendo como van os pasos e que a miña declaración arroxou moitas luces a aquela primeira acusación de trato de favor a dous bares».
El edil, además de volver a defender su inocencia, alegó que si paralizó algunos expedientes sancionadores a bares fue para que «houbese a máxima seguridade xurídica» porque tenía dudas del criterio de los técnicos municipales y quería que aclarasen si las infracciones tramitadas estaban justificadas. El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, tampoco quiso pronunciarse sobre esa posible dimisión y reiteró que confía en su concejal.
Tras su declaración, el edil sigue estando investigado. En el Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago no han sentado bien sus quejas por la supuesta lentitud de la instrucción y que Duarte pidiese que no tuviera que esperar mucho para «un arquivo» del expediente. El Tribunal Superior puntualizó que este caso se tramitará como cualquier otro y aplicando el estricto orden de prioridad con el que siempre se trabaja. Antes que Duarte declararon la semana pasada en el juzgado cuatro funcionarios en calidad de testigos. Entre ellos, los que alertaron por escrito de que el concejal no firmaba algunos expedientes sancionadores.