La Universidad de Vigo desarrolla un satélite para la detección autónoma del fuego en áreas aisladas
03 abr 2017 . Actualizado a las 13:59 h.La agrupación aeroespacial y el grupo CIMA de la Universidad de Vigo están desarrollando un nuevo satélite que permitirá detectar incendios de forma autónoma, sin necesidad de que nadie dé el aviso. Se trata de un proyecto pionero, que se está desarrollando en colaboración con la Universidad de Oporto y el centro de investigaciones Laas-Cnrs de Toulouse (Francia) y que cuenta con el apoyo financiero de la Unión Europea.
El trabajo, que lleva por nombre Fire-Rs consiste en la instalación de sensores infrarrojos en los montes, de manera que detectarán la existencia de cualquier tipo de fuego: «Automáticamente se genera una alarma. Esa alarma contiene información sobre una extensión aproximada del incendio y las condiciones meteorológicas, es decir, si hay viento o no, la dirección y la velocidad. Y además, sobre la posición exacta», indica Franco Pérez, coordinador del satélite Lume 1, que se pondrá en órbita a finales del año que viene.
«Una vez que se genera esta alarma, es transmitida al satélite y este automáticamente retransmite la información a un centro de control, que lo primero que hace es avisar a una flota de aviones no tripulados, lo que se conoce hoy en día como drones, que se desplazan hasta el lugar para realizar una caracterización del incendio más profunda», indica. Esta segunda supervisión ofrecerá un análisis mucho más detallado de lo que está ocurriendo: «Llevan unas cámaras térmicas a bordo y lo que van es a detectar cuántos focos hay, qué extensión exacta tiene el incendio y, a su vez, dónde está el foco principal. También si hay peligros alrededor del incendio, si hay casas, carreteras, zonas de cámping..., y las condiciones locales del viento», explica Pérez antes de detallar que los drones incorporan transmisores que permitirán extraer información adicional de los sensores infrarrojos y comunicar con el satélite para poder recibir datos en tiempo real.
Evaluación en tiempo real
Toda esta información, las imágenes en tiempo real, los parámetros meteorológicos, tanto los actuales como las previsiones de las próximas horas, los mapas de vegetación de la zona y los mapas digitales de elevación del terreno son incluidos en la herramienta para realizar en tiempo real una evaluación de la dirección del avance del fuego y de la predicción de su compartimiento, con el fin de comunicárselo a las brigadas de extinción de incendios: «El principal objetivo del Fire-Rs es proveer a las brigadas y cuerpos encargados de la extinción y lucha contra los incendios de mayor información antes de que estos grupos lleguen al lugar del incendio», comenta el coordinador del satélite gallego Lume 1.
Uno de los principales logros de este proyecto es sin duda la detección autónoma del fuego, antes de que cualquier persona pueda dar el aviso: «Es muy importante. Si se produce un incendio en medio de la ciudad hay 20.000 vecinos que lo pueden ver. Cuando se produce en un monte es más complicado, hasta que alguien no da el aviso o se empieza a ver el incendio. La detección autónoma puede mejorar muchísimo el tiempo de respuesta. Si la alarma se genera rápidamente, así como si se detectan los primeros cambios de temperatura bruscos, podemos tener a los bomberos muchísimo antes y les llega mucha información sobre el tipo de vegetación, la localización exacta, las condiciones meteorológicas... es muy importante», comenta Franco Pérez, tras explicar que el trabajo finalizará en junio del 2019.
A partir de ahí habrá que hacer simulaciones en los montes gallegos: «Nosotros aquí en Vigo nos encargamos del satélite, en Oporto desarrollan los drones y en Francia se encargan del software de simulación. Lo difícil es ponerlo todo en conjunto. Unificar y crear las interfases en todos estos subsistemas. En esos seis meses iniciales del 2019 es cuando se van realizar todos los test conjuntos. También habrá simulaciones de fuego en los montes de Galicia. Estamos ahora planificando los escenarios, uno interesante es el monte de Santa Tecla en A Guardia, otro es la zona de Ribeira, como Corrubedo. Son zonas que se ven afectadas gravemente cada verano por los incendios forestales. La idea es hacer los test con fuegos simulados», concluye.