El decreto de socorrismo prorroga hasta abril del 2021 la moratoria del certificado de profesionalidad

Después de dos años en los que muchos concellos gallegos se enfrentaron a verdaderas dificultades para conseguir socorristas para sus zonas de baño, y en los que algunos incluso se vieron obligados a renunciar a sus banderas azules por la imposibilidad de contratar profesionales de salvamento, Xunta y entidades locales se han conjurado para tratar de que esa situación no vuelva a repetirse. La primera, a través de una modificación del decreto de socorrismo que, entre otras cosas, prorroga hasta el 10 de abril del 2021 la obligatoriedad de disponer de certificación profesional -previamente, esa obligación entraba en vigor este año-. Los segundos, organizando cursos que les permitan tener profesionales formados en el momento de convocar las plazas para la temporada de verano.

A lo largo de los últimos meses varios ayuntamientos costeros y la Diputación de A Coruña han organizado cursos para formar socorristas. O Grove, Arteixo, Marín o Bueu son algunas de las entidades locales que han optado por esta vía, buscando en ella una manera de cubrir las vacantes en sus playas este verano.

Además de permitir que las universidades y las entidades locales puedan sumarse a los centros acreditados que ya existían a la hora de planificar estos cursos formativos, el decreto que entró en vigor este lunes habilita a los titulados en Educación Física y a los técnicos en actividades deportivas para trabajar como socorristas siempre que realicen un curso de adaptación de 270 horas para prestar servicio en playas o ríos y de 265 horas para piscinas. La idea de la Xunta era que por esta vía pudiesen entrar este año 500 profesionales a mayores, que se unirían a los 4.000 que hay en Galicia. Desde la Federación Galega de Socorrismo prefieren de momento ser prudentes con respecto al resultado práctico de estas medidas, porque «el decreto acaba de salir, muchos todavía se están enterando y no sé si este año habrá tanta gente», explica la presidenta de ese organismo, Nuria Rodríguez.

La temporada comienza el 15 de junio, pero algunos ayuntamientos ya convocaron las plazas

El problema al que aludían durante los últimos años muchos socorristas para explicar por qué no les compensaba obtener la titulación que se les exigía era que la temporada en Galicia es muy corta y el precio del curso que tenían que hacer rondaba los 1.300 euros. La entrada en juego de las Administraciones locales servirá en muchos casos para solucionar el inconveniente económico, pero la primera de las cuestiones no parece que vaya a cambiar, al menos a corto plazo.

La temporada de verano en las playas gallegas, en lo que a socorristas y otros servicios se refiere, comienza el 15 de junio. Eso en el mejor de los casos, porque en muchos concellos los profesionales del salvamento no comienzan a trabajar hasta quince días después, el 1 de julio. En cuanto a su finalización, en la mayoría de los ayuntamientos el servicio se cierra el 15 de septiembre, y solo en algún caso excepcional puede ampliarse hasta el 30 de ese mes. En el mejor de los casos, por tanto, son tres meses y medio de trabajo para los profesionales que atienden las playas. Para muchos era un complemento para sus estudios o para dedicarse a otras actividades en invierno, pero algunos entendían que pagar el curso no era rentable.

Pese a que todavía faltan algunas semanas, por tanto, para que comience la temporada, algunos concellos han decidido adelantar la convocatoria, quizás con el fin de evitar quedarse sin candidatos si se retrasa. Es el caso de Oleiros, que ha abierto ya el plazo (hasta el día 24) para solicitar una de las 38 plazas de las que dispondrá este servicio. Otros están preparando ya las bases para lanzar la convocatoria en los próximos días.

Inscripción en el registro

Hasta ahora, los socorristas que prestaban sus servicios en las playas debían inscribirse en un registro provisional. Quienes figurasen en ese listado seguirán figurando tras la aprobación del nuevo decreto sin necesidad de presentar nueva documentación. Antes de que finalice este año, la Academia Galega de Seguridade Pública, dependiente de la Consellería de Presidencia de la Xunta, remitirá al domicilio de cada persona que figure inscrita el distintivo con el nuevo período de validez.

En el decreto, la Xunta insiste en que todas estas modificaciones están pensadas con la premisa de facilitar la prestación del servicio sin que ello signifique una mengua en el nivel de exigencia y en la formación de los profesionales. Por eso el certificado de profesionalidad se mantiene como prioridad además de las otras titulaciones y acreditaciones previstas en el texto.

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