Seis compañías de bajo coste acaparan ya el 63 % de los pasajeros en Galicia

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

El reparto de las compañías aéreas
La Voz

Las «low cost» son líderes en Santiago y A Coruña, y en Vigo ya son la tercera opción

26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La gaita de un único músico daba a pie de pista la bienvenida el 12 de abril de hace doce años al primer vuelo regular de bajo coste que aterrizaba en Galicia. El histriónico Michael O’Leary ya había anunciado en enero de aquel 2005 que Ryanair, la aerolínea irlandesa que preside, cambiaría con su llegada el mercado aéreo gallego, presagio que el entonces conselleiro de Cultura, Jesús Pérez Varela, no dudaba en celebrar haciendo con sus dedos el signo de la victoria, gesto compartido con una amplia sonrisa por el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, apretujados en la escalerilla de un Boeing 737.

En el año del estreno de los vuelos de bajo coste en Galicia, Ryanair, junto a Air Berlin, conseguían ocupar el 6,3 % de los asientos vendidos en Lavacolla. Ni Alvedro ni Peinador ofertarían aún hasta el 2007 vuelos baratos a través de la desaparecida Clickair.

En el 2006, el primer año completo de Ryanair y Air Berlin en Santiago, en el que activaron además con su presencia el efecto de atracción de Vueling también a la pista compostelana, las tres low cost ya representaban el 22,2 % del tráfico de pasajeros de Lavacolla. Hoy, las seis compañías de bajo precio que operan en Santiago, -bien en vuelos regulares, bien contratadas, como en el caso de Volotea, para realizar viajes masivos como los del Imserso- captan ya el 85,65 % de los pasajes llegados o que han partido de la pista de la capital de Galicia. Solo Ryanair se hace cargo del 43,2 % de los billetes vendidos, superando en cinco puntos la cuota de mercado que han conseguido los aviones irlandeses en Oporto, donde también son líderes destacados.

En el primer cuatrimestre del año el resto de las compañías clásicas, vuelos chárter, de negocios y privados movieron 108.068 plazas de las 753.231 ocupadas en Lavacolla.

Liderazgo en Alvedro

Si en Santiago Ryanair, Vueling e Iberia Express dan al sector del bajo coste las tres primeras posiciones en volumen de tráfico de pasajeros, en Alvedro la única aerolínea del mismo sector con la que cuentan los coruñeses se aúpa igualmente a la primera posición del ránking en número de usuarios del aeropuerto herculino. Vueling se ha hecho cargo del 40,9 % de los pasajeros movidos en la terminal en los cuatro primeros meses del año. La compañía española está omnipresente en la tabla de operaciones de Alvedro, al figurar como operador de seis de sus nueve rutas de la temporada de verano. Solo Madrid, Ibiza y Lisboa escapan a su oferta.

Tras contar con una presencia casi testimonial, reducida a la ruta de Barcelona, el bajo coste ha irrumpido también en el aeropuerto de Vigo, y su presencia significa el movimiento de uno de cada tres pasajeros en lo que va de año y apenas un mes después de ponerse en marcha la campaña de verano en la que Ryanair ha pasado de tres destinos del año pasado a cinco (Barcelona, Dublín, Edimburgo, Milán y Bolonia), fruto de un acuerdo con el Concello. En concreto, el 32,4 % de los pasajeros de la pista olívica vuelan ya con viajes de bajo coste, cuya oferta es mantenida por la aerolínea irlandesa y por Vueling, además de por anecdóticas incursiones de Iberia Express. La matriz de la aerolínea española sigue manteniendo el liderazgo en Peinador, con una cuota del 35,8 %, seguida de Air Europa, con el 26 %, en ambos casos fruto del tirón del vuelo que ambas ofrecen a Madrid, destino para el que el Ayuntamiento vigués demanda desde hace meses la competencia de la opción del bajo coste. En total, las aerolíneas de bajo coste captan ya en Galicia al 63,6 % de los pasajeros que se han movido en avión entre enero y finales de abril: 876.964 usuarios de 1,3 millones.

¿Y adónde se puede volar con bajo coste desde los aeropuertos gallegos? La mayor oferta se concentra en Santiago. Ryanair permite enlazar Lavacolla con Fráncfort Hahn, Milán Bérgamo, Londres Stansted, Alicante, Barcelona, Gran Canaria, Lanzarote, Madrid, Málaga, Palma, Tenerife, Sevilla y Valencia. Vueling lo hace con Lanzarote, Tenerife, Fuerteventura, Málaga, Alicante, Ibiza, Palma, Barcelona, París, Bruselas, Ámsterdam, Londres, Zúrich y Roma. Las dos firmas de EasyJet vuelan a Londres, Basilea, Ginebra y Milán, e Iberia Express a Madrid.

En A Coruña Vueling enlaza con Londres, Barcelona, Tenerife, Gran Canaria, Sevilla y Valencia. Y en Vigo además de las cinco rutas de Ryanair, Vueling explota la línea a Barcelona, su única ruta.

Efecto rápido en la competencia: atracción de más aerolíneas y bajada de precios

La presencia de las compañías de bajo coste no solo ha abierto a Galicia la oportunidad de enlazar con destinos inaccesibles para el gran público a través de aerolíneas clásicas, lo que conllevaría la falta de rentabilidad para estas y por lo tanto la imposibilidad de mantener en el tiempo la operatividad de las rutas. La llegada del sector low cost ha arrastrado de entrada, y en especial en el caso de Santiago, a otras compañías a los aeropuertos gallegos, lo que propició en su día el estreno de EasyJet, Air Berlín, Clickair, Vueling, Volotea o Iberia Express.

Esa multiplicación de la oferta ha tirado de los precios hacia abajo, incluso de los de las mismas compañías de bajo coste. El caso más claro de esa pugna se produjo en Vigo con la llegada el año pasado de Ryanair, que se estrenó en la ruta entre Peinador y Barcelona, lo que llevó a Vueling a bajar el coste de sus billetes para competir con la aerolínea captada con un concurso de promoción de la ciudad. En el mismo aeropuerto, la portuguesa TAP incluso opera ya como una aerolínea de bajo coste, al ofrecer vuelos a Lisboa en el entorno de 50 euros y noche pagada en hoteles de la capital lusa si se contratan enlaces de larga distancia con la misma compañía.

Y, por último, la presencia de este tipo de aerolíneas lleva a otras clásicas a reforzar su presencia, como acaba de hacer Lufthansa en Santiago, donde tras apenas dos meses de vuelos ya ha anunciado que continuará volando a Múnich y Fráncfort todo el año y no solo en verano. Ryanair le ha respondido reforzando sus frecuencias a la segunda urbe.

Las alianzas entre aerolíneas cambian los vuelos de largo radio

Air Europa no vuela entre Santiago y Madrid. O mejor dicho, no lo hacía hasta esta semana, aunque sus aviones sigan sin enlazar dichos destinos. Ryanair lo hará por la compañía de Juan José Hidalgo para todos aquellos pasajeros que enlacen en Barajas en el nudo de Air Europa de largo radio hacia los destinos más demandados de América. La alianza cuajada esta semana es la evidencia de que el sector del bajo coste europeo tiene sus miras fuera del continente. Lo hace bien mediante acuerdos de abastecimiento de usuarios a las rutas de larga distancia de otras compañías -como el caso de Ryanair con Air Europa en Madrid, o los que negocia con TAP en Lisboa y Oporto y con Norwegian en Barcelona- o bien volando directamente, como la citada compañía escandinava. Norwegian operó su primer vuelo en España en el 2003 y hoy ofrece ya desde 14 terminales españolas 163 rutas: diez nacionales, 153 europeas, cuatro a Estados Unidos, una a Israel y otra a Marruecos.

Tras ganar presencia en el mercado -Ryanair es líder en España con 12 millones de los 66 millones de pasajeros que volaron en el primer cuatrimestre-, las low cost tratan de mejorar su imagen dando mayores facilidades que en el pasado para el embarque con equipaje, ofrecer una conectividad hasta ahora inexistente en viajes con escala propia o mediante alianzas con terceros, y abrirse en definitiva a una cuota de mercado remisa a utilizar sus asientos, como lo son aún buena parte de los viajeros de negocios.

La posición de Galicia ante dichos cambios está, en casos como el de Santiago, bien situada y por encima de la media estatal y del resto de los aeropuertos del noroeste peninsular español. El sector del bajo coste en España absorbe el 52,8 % de las plazas vendidas en los cuatro primeros meses del 2017, frente al 85,6 % de Santiago. En Asturias las cuatro compañías low cost que operan en su pista captan el 56,4 %. En Bilbao, donde la oferta de vuelos baratos es defendida por nueve marcas, se queda en el 47,6 % del total, llega a un 69,7 % en Santander, al 50,7 % en Vitoria y a un 32,2 % en San Sebastián.