Juan Manuel Díaz Villoslada: «Reivindico un relato propio en Galicia»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

El candidato fue el único que aludió directamente y con dureza a Feijoo, con el apelativo de «gobernador civil»

20 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al teórico candidato del aparato le tocó hablar de último en las intervenciones iniciales y sin embargo consiguió dar primero en algunos temas de fondo, además de introducir matices en las formas que consiguieron diferenciar al que, quizás, sea el menos mediático de los aspirantes, al menos hasta ayer. Se estrenó con una alocución en la que miró directamente a la cámara, algo que el manual más conservador de los debates televisados suele reservar para la puntilla final. Fue el primero en dejar claro que el enemigo no estaba invitado a la mesa, porque a pesar de los males internos del PSdeG, que admitió, cree el mayor problema de Galicia es el PP, sus políticas conservadoras y el «gobernador civil» Núñez Feijoo, al que atizó con dureza en varias de sus reflexiones. Y además fue pionero al romper la barrera dialéctica con sus dos oponentes: citó primero a «Gonzalo» para discrepar levemente, y después a «Leiceaga» para reforzar otra de sus su argumentaciones. A su jefe de filas en el Parlamento le ganó a los puntos a la hora de reclamar con vehemencia la «unidade» del partido después del 8 de octubre, y sin ofrecer un discurso que pudiese chirriar en pleno desafío catalán, sí fue meridiano al reclamar para el PSdeG «un relato propio en Galicia». Hizo más cosas diferentes respecto a sus dos rivales de primarias, como dejar una pincelada de su biografía personal y familiar al citar a sus dos hermanas, que viven en Andalucía, desde donde le dicen que no llegan los ecos del socialismo gallego, y se preocupó de poner en negrita en su discurso a dos sectores que cualquiera querría tener de su parte con unas urnas de por medio: los jóvenes, «cos que temos que conectar de novo», y las mujeres.