Caballero y Villoslada se pelean por izar la bandera del cambio

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN A. SOLER

Ambos se reprocharon de forma mutua representar las viejas formas de hacer política de partido

06 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A solo un par de días de unas primarias que serán cruciales para el futuro de una organización que arrastra desde hace ya tiempo una profunda fractura interna, los dos candidatos a liderar el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) protagonizaron ayer un cara a cara en la sede del partido que sirvió para reproducir cruces de acusaciones ya conocidos. Sin apenas diferencias en su propuesta social y económica, con llamadas de ambos a recuperar el espacio de la izquierda y del galleguismo, la contienda se libró en el apartado orgánico. Juan Díaz Villoslada arrancó con una llamada a la participación para consolidar un proyecto necesario para Galicia y que no puede ser «herdeiro das vellas formas de facer política», una alusión directa a Caballero y a su acuerdo para integrar la lista de Xoaquín Fernández Leiceaga. Lejos de darse por aludido ante el primer dardo lanzado por su adversario, el político vigués arrancó con un llamamiento para construir un proyecto de abajo hacia arriba, sin las inercias del pasado.

El inicio del debate presagiaba un cara a cara intenso, pero los bloques sobre el modelo económico y social lo sumieron en un intercambio de intervenciones complementarias, más pensadas en ensuciar a un Feijoo que no estaba presente que en tensionar al adversario. Nada que no se supiera: ambos apuestan por la defensa de los servicios sociales públicos, por recuperar las rentas de las clases desfavorecidas, por una política económica alejada de la austeridad. Y más allá de las generalidades y de los lugares comunes, por un partido con un proyecto pensado en el electorado de izquierda y marcadamente galleguista.

El careo recuperó el tono polémico y de disputa al entrar de nuevo en el modelo orgánico. Villoslada se planteó como reto recuperar la unión y la integración de una organización que sigue sin soldarse desde que Emilio Pérez Touriño salió de la Xunta en la primavera del 2009. Caballero recogió el guante de la unidad, pero dijo que no sirve de nada sin un proyecto político detrás. «A unidade en si non garante o éxito electoral». El momento más intenso del debate fue cuando Caballero reprochó a Villoslada que hable de unidad cuando, días atrás, la víspera del debate del estado de la autonomía, había dicho que Fernández Leiceaga era el candidato del PP. «Cometiches un erro», sentenció Caballero, quien defendió la trayectoria política del actual portavoz parlamentario.

Villoslada utilizó el reproche de su adversario en la carrera por liderar el PSdeG para recordar que no se puede abanderar la regeneración «tras un acordo en que se transvasan avais» de los militantes. «Gonzalo, non foi un pacto transparente e ti o sabes», le recriminó a Caballero. En su intervención final, Díaz Villoslada se definió lejos de una forma de trabajar con «certas rémoras do pasado e con mochilas de batallas electorais», y su rival concluyó con una llamada a cambiar el ciclo, que neutralice el poder que las baronías acapararon desde el 2009. En definitiva, ambos lucharon por ver quién agarra el mástil de la bandera del cambio.