Las primeras listas se conocerán hoy, un mes después del inicio de las clases
06 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ha pasado desde que el Plan Bolonia llegó a España y con él, los nuevos horarios. El inicio de las aulas se adelantó y septiembre comenzó a ser también un mes lectivo en las universidades. La transformación permeaba la enseñanza superior mientras la secundaria era ajena al cambio. Y desde entonces, caminan desfasados. Porque mientras en las facultades gallegas el curso ya está avanzado -las clases comenzaron hace un mes-, los estudiantes que hicieron la selectividad de septiembre no saben en qué carrera serán admitidos. Hasta hoy. A las 15 horas se hace público el séptimo llamamiento para matricularse en el sistema universitario de Galicia, el primero que incluye a los casi mil alumnos que obtuvieron la calificación de aptos en las pruebas que se celebraron entre el 12 y el 14 de septiembre, con las facultades regresando a la rutina y con apenas 1.719 plazas vacantes en los grados que se ofertan en Galicia. La UDC todavía ofrece 785 vacantes, mientras que la USC no ha cubierto aún 538 plazas. La Universidade de Vigo oferta 396 puestos.
El de hoy no será el último plazo. Porque el próximo 17 de octubre se publicará el último listado de este curso. Es decir, el proceso de matrícula en las universidades para los nuevos estudiantes culmina más de un mes después del inicio de las clases. Y eso, en un sistema en el que se utiliza la evaluación continua, la asistencia a clase es obligatoria y hay prácticas y trabajos ineludibles. Y sí. Existe. Existe la posibilidad de haber suspendido alguna asignatura en el mismo momento en el que uno se matricula.
La situación en la que se encuentran los estudiantes de la selectividad de septiembre se repetirá el próximo año. Porque aunque la Xunta y las universidades están de acuerdo en que es hora de acompasar calendarios, las previsiones con las que trabajan es que septiembre ceda su puesto a julio -siguiendo el mismo esquema de evaluaciones que en la universidad- en el curso 2018-2019.
Eso, en el caso de que finalmente se acuerde un cambio en las fechas, porque no todo son ventajas. Lo explica la portavoz de los directores de centros de secundaria de Galicia, Isabel Ruso: «Es un tema delicado. Las enseñanzas medias se han visto afectadas por las universitarias, porque todo estaba más que acomodado, y ahora se han adelantado los calendarios universitarios y eso vulnera nuestras enseñanzas». Advierte la presidenta de los directores de centros de secundaria que «hay las dos caras de la misma moneda». Por una parte están los alumnos que se incorporan un mes tarde a las aulas de la enseñanza superior y «se encuentran con un retraso con respecto a sus compañeros. Y en un año complicado se les complica el curso todavía más». Pero en el otro lado están los alumnos que tienen un problema determinado durante el segundo curso de bachillerato y que no son capaces de aprobar el curso en la evaluación ordinaria. A esos alumnos, «les hace falta tiempo recuperar aquello que no han podido dar en mayo. Acortarles los tiempos no parece una medida que pueda beneficiarlos» para que suplan las carencias que tienen para superar el curso, explica Isabel Ruso, que también cree que la secundaria acabará por acomodarse a los tiempos universitarios, como ya ha ocurrido en otras comunidades.