La mujer atacada por los perros en Covelo está muy grave y le han tenido que amputar las dos piernas
05 feb 2019 . Actualizado a las 18:06 h.Desolación, tristeza e indignación en la familia de María Dolores A. B., la mujer de 82 años que fue brutalmente atacada por dos perros el sábado por la noche en Covelo. Uno de sus siete hijos, Adolfo Martínez, asegura que los canes atacantes suelen estar habitualmente sueltos por la calle. «Sabíamos que calquera día pasaría algo así. Isto mirábase vir. Tocoulle á miña nai como lle puido tocar a calquera outro veciño», se lamenta desconsolado entre lágrimas.
La mujer salía de la misa en la iglesia parroquial de Santa Mariña con una de sus hijas, Concha Martínez. Quedó en llamarla cuando llegase a casa. Como no lo hizo, empezó a preocuparse. La hija acudió entonces a ver qué pasaba y se encontró a su madre tirada en la carretera siendo devorada por un dogo de Burdeos y otro can que es una mezcla de esta misma raza y de bóxer. Concha llamó inmediatamente a una de sus hermanas, que vive al lado del lugar del ataque, y golpearon con palos a los animales para salvar a su madre. Incluso hubo un momento que los canes intentaron arremeter también contra las hijas.
«Foi un horror. Arrancáronlle un pé e comérono. Non a comeron a ela por cousa de cinco minutos. Os cans tiñan a boca chea de sangue e de restos da miña nai. Devoraron un pe enteiro», relata Adolfo. La mujer atacada está ingresada en el hospital Álvaro Cunqueiro con pronóstico muy grave. Tuvo que ser operada de urgencia y le amputaron las dos piernas a la altura de las rodillas debido a la gravedad de las heridas. También sufrió un mordisco que le abrió la cabeza, otro en un brazo y otro en la pantorrilla. Todos de extrema gravedad.
Antes de que llegara la ayuda de sus hijas, la mujer intentó agarrarse a la puerta de una casa para intentar escapar, pero las pocas fuerzas que le quedaban y la ferocidad de los animales se lo impidieron.
Cuando entre Concha Martínez y su hermana Montse lograron reducir a los canes y sacarlos de encima de su madre, aseguran que el dueño se acercó a ellas y les dijo que no tuvieran en cuenta lo sucedido porque sus perros «son muy bueniños».
Esto provocó aún más indignación entre los familiares de María Dolores. «Mellor que non falemos con el porque non sei o que podería pasar», afirma su hijo, que espera que «todo o peso da lei caia sobre el». «Os médicos dixéronnos que as esperanzas son mínimas», indica el hijo. La mujer fue evacuada en ambulancia tras ser arrastrada 30 metros por los canes dejando por el camino un enorme reguero de sangre. Testigos presenciales afirman que se podían apreciar trozos de piel y huesos astillados por todo el camino. Fue la propia familia de la anciana atacada la que limpió los restos de sangre ayer por la mañana.
Dos hijas de la mujer apalearon a los animales para sacarlos de encima de su madre
De transeúntes a veterinarios, las víctimas de los últimos meses
No es esta la primera persona que resulta atacada por canes potencialmente peligrosos en lo que va de año. Un perro al que el dueño había dejado atado en un banco mordió el pasado 21 de junio a una mujer de 92 años en Vigo, provocándole lesiones en la parte superior del tobillo, por lo que tuvo que ser trasladada en ambulancia a Urgencias de Povisa.
El pasado 3 de abril, Luck, un rottweiler de 40 kilos y 7 años, sin chip de identificación ni datos sobre un seguimiento veterinario previo, atacó a la veterinaria que atiende a los animales que llegan al recinto Segunda Oportunidade del Concello de Ordes, donde lo entregó su propietario. Otra mujer de avanzada edad fue mordida gravemente en marzo por un perro pastor de gran porte que tenía acogido en su propia casa en el municipio lucense de Castro de Rei, resultando ingresada en el HULA con graves lesiones. En las cercanías de un supermercado de Chantada, un hombre tuvo que acudir al PAC tras la mordedura de un perro callejero el 16 de febrero.
La Guardia Civil investiga lo sucedido pero los canes y su dueño siguen todavía en su casa
Tras el brutal ataque a la mujer, se podían escuchar los aullidos de los perros que, esta vez sí, estaban encerrados en la finca de la casa. Algunos vecinos se extrañaban de que la Guardia Civil no se los hubiese llevado. También estaba en casa su dueño. «Como é posible que sigan aí como se nada despois do que pasou?», se preguntaba una vecina.
La familia decidió cerrar todas las ventanas y las persianas para pasar desapercibidos. Quien intentó hablar con el propietario fracasó, pues no le abrió la puerta a nadie. Pero testigos presenciales lo vieron en su propia finca acompañado de sus dos perros ayer por la mañana.
La mujer atacada vive sola en el mismo camino que los perros que la asaltaron. Su casa está a escasos metros.
La Guardia Civil ya ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido y ha identificado al dueño. Todavía están pendientes de entregar en el juzgado las diligencias pertinentes. Hasta entonces, no se esperan novedades en la investigación.
Los atacantes: dogos de Burdeos que figuran en la lista de razas peligrosas de Galicia, donde hay 12.500 mascotas
Una de las dudas que plantea el caso de Covelo es si las respectivas razas de los perros que atacaron a la mujer están incluidas en la lista de animales potencialmente peligrosos, porque su nombre aparece en unas listas y en otras no. Uno es un dogo de Burdeos y el otro su cruce con bóxer.
La ley autonómica gallega incluye claramente al dogo de Burdeos como potencialmente peligroso mientras que el Estado, en su real decreto del 2002, no lo menciona, ni tampoco al bóxer. En caso de emprenderse acciones judiciales contra el dueño, podría haber una discusión técnica sobre si debe prevalecer la lista autonómica, más perjudicial para el demandado, o la estatal, más benigna. El debate es a nivel internacional porque algunos países como Argentina consideran al dogo de Burdeos como peligroso mientras que España no.
En todo caso, la ley española, en el anexo II del real decreto, describe las características físicas de todo can que pueda suponer un riesgo para el ser humano. En función del tamaño, robustez y musculatura podría estar incluido el dogo de Burdeos, que es una especie de mastín. La Xunta identifica quince razas peligrosas y, según su último censo, calcula que el 2,6 % de las mascotas son lo bastante agresivas como para suponer un riesgo para las personas. Actualmente, están inscritos en torno a 12.500 perros peligrosos y cada año se censan de media 1.500 más.
La tercera parte de los canes considerados potencialmente peligrosos en Galicia son de raza American Staffordshire. Hay 4.192 ejemplares identificados. Le sigue el American Pit Bull Terrier con 2.516. Es obligatorio que lleven bozal y el amo debe pasar un examen como el de carné de caza.
En total, en Galicia hay casi medio millón de perros inscritos en el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía (Regiac), casi 120.000 más que hace dos años. Solo el 2,6 % son potencialmente peligrosos.