La joven que denunció el abuso sexual en grupo confiesa que se lo inventó
GALICIA
La Guardia Civil imputa a la denunciante, de 19 años, por simulación de delito
20 dic 2017 . Actualizado a las 07:36 h.La víctima tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados. La joven de Vilagarcía que denunció una agresión sexual cometida por diez jóvenes a la salida de una discoteca de A Estrada ha confesado que los graves hechos nunca sucedieron.
La confesión ante la Guardia Civil tuvo lugar el martes. La propia joven, de 19 años, llamó por teléfono a la Guardia Civil para informar de la falsedad de la denuncia. Lo hizo después de haber sido llamada a prestar declaración en varias ocasiones y de haber tomado conciencia de que había caído en contradicciones que acabarían por poner su invención en evidencia. Temiendo las consecuencias, la joven decidió contar la verdad.
Su confesión supuso el cierre del caso de agresión sexual que estaba investigando el equipo de la Policía Judicial de Lalín y la apertura de un proceso nuevo contra la joven por una simulación de delito. El asunto será trasladado ahora al juzgado para su seguimiento.
Para los responsables de la investigación había varias cuestiones que no cuadraban en el caso de la supuesta agresión sexual en grupo cometida en A Estrada. La fundamental era la ausencia de noticias sobre la pareja que supuestamente ahuyentó a los agresores. La víctima no pudo dar dato alguno para localizar a sus salvadores, que como únicos testigos conocidos estaban llamados a prestar el testimonio fundamental del caso. Y ello pese a que declaró que, tras lo sucedido, la pareja se quedó largo tiempo con ella consolándola y esperando la llegada de su novio, que acudió a recogerla. Tampoco la propia pareja dio señales de vida pese a la amplia difusión del caso en periódicos y televisiones y al llamamiento realizado desde la Delegación del Gobierno a la colaboración ciudadana para dar con los agresores. Además, no fue posible localizar a ningún otro testigo aunque desde la discoteca apuntan que las cuatro de la madrugada -la hora a la que supuestamente habían sucedido los hechos- es el momento de retirada de una buena parte del público que solo asiste al primer pase de la orquesta.
A los investigadores también les resultó llamativo que la denuncia se presentase cuatro días después de la agresión. La joven dijo que el abuso había tenido lugar la madrugada del sábado 9 en A Estrada y presentó la denuncia el miércoles 13 en Cambados, aunque ella es de Vilagarcía.
Declaró que la otra mujer le dijo que ella también había sido atacada
En la denuncia la presunta víctima contaba que la pareja que le echó una mano ahuyentando a los agresores estuvo hablando un rato con ella, una vez que los agresores habían puesto ya pies en polvorosa. La mujer que la acompañó tras el supuesto abuso le había confesado que ella misma había sido objeto de un ataque parecido días atrás en el aparcamiento de la discoteca. Sin embargo, ni existía constancia de que esos hechos previos hubiesen sido denunciados ni era probable que hubiesen ocurrido en ese lugar, puesto que la sala de fiestas Lennon celebraba la madrugada del día 9 su fiesta de reapertura después de ocho meses sin actividad. Y allí, a orillas de la carretera N-640, de noche, no hay nada más que pueda atraer a un grupo de gente.
La invención causó perjuicios a la sala de fiestas en la que se situaban los hechos
La falsa denuncia ha supuesto perjuicios a mucha gente. No solo ha obligado a las fuerzas de seguridad a perder el tiempo con un delito inexistente, sino que ha dañado a terceros. Como a los responsables de la discoteca Lennon, donde la joven situó los hechos. La sala reabrió sus puertas la madrugada del día 9 tras el parón estival y tiene fiestas previstas para el día 23, para el 31 (con Panorama) y para el 5 de enero. Los empresarios temían que un hecho semejante pudiese limitar la afluencia.
La chica se enfrenta a una multa de seis a doce meses
La simulación de delito aparece recogida en el artículo 457 del Código Penal, que establece como castigo una multa de seis a doce meses, con una cuantía variable según la capacidad económica del condenado o las circunstancias de los hechos. De todas formas, retractarse antes de que se inicien las actuaciones judiciales -y en este caso el atestado aún no había sido entregado en el juzgado- podría reducir la pena. Podría, por ejemplo, llegar a considerase un delito en grado de tentativa.
Según las estadística, simular un delito es una de las conductas penales que más están aumentando últimamente. En A Estrada, hace un mes, se investigó a un vecino por simular una estafa de 1.200 euros que alguien había gastado con su tarjeta de crédito sin su consentimiento cuando al final se demostró que el gasto había sido realizado por él mismo en un club de alterne local. Es fácil intuir los motivos de aquella falsa denuncia. Denunciar una agresión sexual en grupo con ecos de la Manada resulta, de entrada, incomprensible.