Absuelto un hombre al que denunció su exmujer por pegar a su hijo y negarse este a declarar contra él

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

El juez afirma en su senctencia que la acusación no llegó a aportar ninguna prueba

23 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El hombre ahora absuelto tenía un hijo en común con la que hasta septiembre del 2013 fue su esposa. El niño, cuando los padres decidieron romper el matrimonio, tenía 11 años y el juez impuso como medidas cautelares que el progenitor podría disfrutar del crío cada dos fines de semana. Durante un año todo transcurrió con normalidad, hasta que en septiembre del 2014 la mujer decide interponer una demanda contenciosa de divorcio junto a una denuncia contra su exmarido en la que lo acusaba de agredir habitualmente al menor. En ella afirmaba que le pegaba con un cinturón, con la mano abierta o con una zapatilla. El hombre fue llamado a declarar y, pese a negarlo todo y asegurar que jamás le había puesto un dedo encima a su hijo, fue imputado por un delito de maltrato habitual y otro de lesiones. La denunciante decía que su expareja le dio «tres correazos al menor con un cinturón en la espalda».

El juicio

Llegados al juicio, que se celebró hace dos meses en el Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña, la Fiscalía solicitó que se le impusiera una condena de 2 años y 8 meses de prisión, además de la prohibición de acercarse a su hijo durante cinco años. Cuando el juez llamó al menor al estrado, este se negó a declarar contra su padre. El juez luego escribió en la sentencia que la relación entre el progenitor y el menor era «buena». La que era mala era la que mantenía con su exmujer, que en el juicio asumió la acusación particular.

En el juicio, una vez que el crío se acogió a su derecho a no declarar, interrogaron al acusado, que volvió a negar cualquier tipo de agresión. Por su parte, tanto la madre como el tío materno refirieron episodios de malos tratos por parte del padre hacia el niño. También testificó la psicóloga, que no pudo determinar si los hechos eran o no creíbles.

En su sentencia, el juez, sin entrar a valorar las consecuencias que para la madre podría suponer una denuncia falsa, explica que la acusación no aportó prueba alguna. La tutora del niño, a la que la expareja del acusado se había referido en la denuncia como conocedora de las agresiones, no fue llamada a declarar. También quedó acreditado que las lesiones en la espalda no eran por golpes con cinturón, sino a un accidente de kart. Y unos arañazos que también aportó la acusación se debían a un partido de fútbol, deporte que practicaba el crío. Por tanto, «por las pruebas expuestas no puede acreditarse que existieran malos tratos».