Unos 40 operarios vigilan y conservan el tramo más duro de la A-6 en invierno, con varios viaductos, túneles y taludes
07 ene 2018 . Actualizado a las 12:11 h.Cuando las condiciones meteorológicas son adversas se convierten en los 50 kilómetros más críticos de la A-6. Junto al de A Gudiña, en Ourense, el tramo comprendido entre Villafranca del Bierzo y O Cereixal (en Becerreá) es de los más complicados en época invernal. Por allí circulan diariamente más de 7.000 vehículos. Y un 30 % del tráfico son camiones. Además, hay ocho taludes con alturas superiores a los 100 metros. Uno de ellos, el de La Escrita, supera los 150 metros y es el segundo más alto de España, por detrás de uno de Granada.
En cuanto a los viaductos, hay 83 en la A-6 y los localizados entre Villafranca y Cereixal superan los 23 kilómetros de longitud. Cinco de ellos tienen caídas al valle, es decir, alturas, incluso superiores a los 100 metros.
Para prevenir y solucionar incidencias, un centro de control situado en Pedrafita de O Cebreiro y dependiente del Ministerio de Fomento, con cuarenta trabajadores en plantilla, se encarga de la vigilancia y mantenimiento de este tramo de autovía. También cuida de este trayecto pero de la N-VI, una vía que tras la construcción de la nueva infraestructura solo utilizan los residentes en la zona, pero que aun así cuenta con dos túneles: el de Villafranca y el de Porteliña.
En el edificio del centro de control, inaugurado en julio del 2002, trabajan diez personas, que se organizan en turnos de dos los 365 días del año y durante las 24 horas del día. Desde una sala con pantallas donde se visualizan los siete túneles de la A-6 que les corresponden, actúan y también trabajan en comunicaciones. El resto de los empleados realizan labores de administración, gestión y mantenimiento en la propia carretera. «Este centro de conservación actúa como interlocutor de todas las llamadas de incidencias que hay en la red de carreteras en Lugo. Desde aquí damos comunicación al sector que corresponda y cursamos aviso a nuestros compañeros para que asistan a la incidencia», explica Paulo Carracedo, responsable de conservación y explotación de estos 50 kilómetros. Solo en lo que va de año, ya han atendido más de 1.485 llamadas.
Cota de nieve
El 30 % del recorrido de la A-6 se sitúa en una cota superior a los 800 metros, pero en este tramo alcanza los 1.058 metros, por 1.099 metros en la carretera nacional. Esto provoca que sea la primera zona en recibir las nevadas del año. Para combatirla, el centro de conservación cuenta con dos naves donde se encuentran 12 máquinas quitanieves.
Además de las complicaciones ocasionadas por los temporales y la nieve, el personal de conservación y mantenimiento de este centro actúa en los viaductos de la A-6 y en siete túneles, tres en León (Villafranca, Trabadelo y La Escrita) y cuatro en Lugo (Pedrafita, San Pedro, Doncos y Cereixal). También se encargan del mantenimiento de los dos existentes en la N-VI, uno en Villafranca y otro en A Porteliña, que en total suman más de siete kilómetros y medio de longitud.