Reyes Martel: «Muchos niños llegan con una gran crisis de valores y el Camino aporta valores»
GALICIA
El proyecto UP2U de la jueza de menores ha abierto una vía de reinserción que traerá a cien jóvenes a la ruta gallega de peregrinación
29 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Como titular del Juzgado de Menores número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, Reyes Martel (Las Palmas, 1968) se encuentra cada día con chicos con problemas. Como promotora del proyecto UP2U (up to you o, lo que es lo mismo, depende de ti) trata de buscar soluciones para que la visita de esos menores al juzgado se cuente en singular y para que su reinserción sea posible. El año pasado condenó a 19 menores a realizar el tramo canario del Camino de Santiago. Ahora proyecta extender esa iniciativa a otras comunidades y en primavera, cien chicos llegarán a Galicia haciendo el Camino.
-¿En qué consiste este proyecto?
-Nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro para la inclusión social de los menores. El proyecto surgió por mi inquietud al ver que no había recursos suficientes para hacer ese traje a medida que los jóvenes necesitan. También me di cuenta de que no se actuaba de manera transversal y, lo más importante, que simplemente con la Administración no se conseguían los objetivos con los chavales. Con esa idea miré a mi alrededor y la asociación se creó con un grupo de personas de muy distinta procedencia, con un mismo objetivo, trabajar por los menores, pero con diferentes puntos de vista y diferentes herramientas.
-¿Por qué el Camino?
-El Camino de Santiago, lo sabéis bien en Galicia, tiene una parte histórica, la redención de penas forma parte de la idea original del Camino, pero va más allá. El Camino de Santiago aporta valores. Hacen el Camino de Santiago personas de distintas procedencias, de distintos orígenes, de distintas razas, y todos encuentran a otras personas, ven cultura, patrimonio, pero también valores como el esfuerzo, el luchar por una meta, la solidaridad, la libertad, el entusiasmo. Y fundamentalmente hemos detectado en muchos de los jóvenes, no solamente yo, sino también mi compañero el juez Emilio Calatayud, que llegan a la justicia con la mochila muy cargada de cosas que no deberían estar ahí y con una crisis de valores importantísima. No nos llegan solo chicos de familias desestructuradas o con problemas muy graves. ¿Qué está ocurriendo? Pensamos que todo lo de atrás es malo y nos hemos olvidado de conservar las cosas buenas, cosas como el respeto al padre, a la madre, la comunicación. Por eso vi que era una idea maravillosa, para que los jóvenes se encuentren con su familia, con otros chicos, que abran su mente, porque el viajar, el caminar, abre la mente, crea otros referentes, impulsa el luchar por una meta, el esfuerzo, también la frustración, porque todos tenemos momentos buenos y malos en la vida y hoy parece que todo tiene que ser fácil.
-Hubo una primera edición exclusivamente en Canarias.
-Lo hicimos aquí en Gran Canaria, que tenemos una ruta jacobea, invitamos al gerente del Xacobeo, que vino y nos trajo un bordón viajero, y con ese bordón viajero nos surgió la idea de trasladarlo a otros lugares. Lo llevaremos la próxima primavera hasta A Coruña, adonde llegaremos la comitiva no solo de canarios, sino también de Granada y de otras comunidades y nos uniremos ahí con los chicos gallegos que se incorporarán a través de los juzgados de Menores de Galicia, las entidades colaboradoras y todas las personas que quieran participar. Llevaremos el bordón a Santiago, pero después el bordón viajero va a seguir viajando. Nuestra intención es que nos lo devuelvan en un próximo itinerario que hagamos de vuelta, en este caso serían chicos gallegos, chicos peninsulares, que hagan el Camino ahí y lo continúen después aquí en Canarias.
-¿Hay fecha ya para su llegada a Galicia?
-A principios de junio. Tenemos que concretar. Hemos firmado un protocolo de colaboración con la Xunta, pero hay una serie de gastos de logística que hay que solucionar. La Xunta nos ayudará con la red de albergues públicos, pero somos un grupo importante y hay que organizarlo. Nos gustaría que las empresas gallegas, quien tenga interés en esta idea, contacte con nosotros y nos haga un poquito más fácil esto.
-¿Realmente dan resultado estas medidas?
-Sí, y no lo digo yo sola. Podemos rescatar hasta a un 80 % de los jóvenes. Ya que hablamos de cifras, a mí no me gusta ser muy dramática, pero hay que serlo. El juez de menores es un juez creativo, y cuando digo creativo quiero decir que nuestra labor más importante está en la ejecución, hacemos un traje a medida de los chicos, teniendo en cuenta su edad, sus circunstancias, qué ha pasado en su vida, en contacto con los equipos técnicos modificando medidas. Es un trabajo arduo, desconocido, que habría que poner en valor. Como también habría que poner en valor cifras tan importantes como la que me daba el presidente de Unicef esta semana: hemos terminado el 2017 con 83.000 menores más en situación de riesgo. En España hay 2.267.000. Es una barbaridad.