Se percibió más frío del que marcaban los termómetros. La nieve se quedó a las puertas de la costa
08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las bajas temperaturas que se están registrando desde hace más de una semana no son aptas para frioleros. La sensación térmica define la reacción del cuerpo humano ante la combinación de distintas variables atmosféricas como la temperatura, la humedad, la velocidad del viento o la radiación solar. En cierta medida, se trata de un factor subjetivo. El mismo frío puede ser insoportable para una persona, pero muy llevadero para otra. Sin embargo, también es un parámetro que se puede medir. «Para calcular las sensaciones térmicas a las que están expuestos los habitantes de un territorio se utilizan diversos tipos de índices bioclimáticos que combinan algunas o todas las variables atmosféricas que condicionan dichas sensaciones», explica Alberto Martí, profesor de Geografía de la Universidade de Santiago.
En verano las variables de la ecuación son la temperatura y la humedad. La sensación de bochorno, tan molesta, no depende tanto de las altas temperaturas como de una humedad elevada en el ambiente. En invierno el viento sustituye a la humedad. Lo que marca la diferencia entre un frío suave y una experiencia desagradable es la dirección y la velocidad del viento. «El viento tiene un importante efecto de enfriamiento de la superficie de la piel, porque arrastra la película delgada de aire caliente que hay alrededor de nuestro cuerpo y que nos protege del frío, lo que hace que descienda la sensación térmica en el organismo», subraya Martí. Puede provocar incluso que la sensación térmica señale una cifra inferior a la temperatura ambiental. Esto es justo lo que ha sucedido durante los últimos días en Galicia debido al aire que soplaba del norte. Ayer, en Vigo la temperatura más alta fue de 6,4 grados y la mínima de 4,1 grados. Sin embargo, bastaron rachas de viento de unos 40 kilómetros por hora para generar una sensación térmica por debajo del grado.
Hoy habrá un importante alivio térmico. El viento rolará de norte a sur, provocando un ascenso notable de las temperaturas, sobre todo de las máximas. Los valores más altos, por primera vez en una semana, podrían llegar hasta los 13 grados. La cota de nieve también sube. Este jueves únicamente nevará en las zonas más altas, a partir de los 1.200 metros. El frío polar se retira poco a poco, pero no el aire gélido. Mañana actuará como fuente de inestabilidad. Habrá chaparrones generalizados e intensos y la cota de nieve volverá a situarse por debajo de los 800 metros. Será una situación meteorológica típica del invierno y con temperaturas dentro de la normalidad en esta época del año. El fin de semana será húmedo, pero sin demasiado frío, y la próxima semana el aire polar podría devolver los temporales de viento y lluvia a Galicia.
Máximas en toda Galicia que bien podrían ser las mínimas de cualquier día de invierno
El viento del norte trae frío, pero también chubascos y apenas hay diferencias térmicas entre la noche y el día
S. A.
Hace apenas un año, Galicia vivió una ola de frío siberiano que dejó las mínimas más bajas de los últimos 15 años. En Calvos de Randín, en Ourense, se llegaron a registrar 14,4 grados bajo cero. La diferencia con la actual ola de frío es que si entonces la masa de aire frío procedía de Siberia, la de ahora viene del polo norte. Esta fue la principal razón por la que las mínimas de hace un año alcanzaron valores tan bajos. El viento del este es frío pero muy seco, de ahí que los cielos estuvieran completamente despejados tanto de día como de noche y el poco calor que se acumulaba durante las horas centrales se perdía al irse el sol.
En cambio, ahora el viento del norte es el encargado de traer frío, pero también chubascos que pueden ser en forma de nieve, como ocurre estos días. Y si hace un año el sol del mediodía permitía paliar los efectos del frío, ahora ocurre todo lo contrario y apenas hay diferencias térmicas entre la noche y el día. De hecho, como se puede ver en la imagen del gráfico, el mapa de las máximas bien podría ser el de las mínimas de cualquier otro día una vez superada esta ola de frío. Incluso hay zonas de la montaña de Ourense que se quedaron en valores negativos durante el día: cuatro bajo cero marcó el martes Carballeda de Valdeorras de temperatura máxima. Y 9,7 grados bajo cero de mínima. Ayer tampoco llegó a valores positivos. Se quedó en un grado bajo cero, frente a los 7,8 bajo cero de por la noche, la temperatura más baja de Galicia.
La más elevada se registró en Tui, 12 grados, pero en la mayoría de las localidades de la costa las máximas no superaron los nueve grados, y en zonas del centro se quedaron en entre tres y siete. Las máximas apenas superaron los tres grados en el este de la comunidad y en zonas de montaña. En A Veiga, por ejemplo, la temperatura más alta fue de 3,8 grados bajo cero, Rubiá marcó un grado bajo cero en las horas centrales del día y Cabeza de Manzaneda no llegó a cero grados, se quedó en 0,4 bajo cero.
Durante la jornada de hoy y antes de que llegue un frente a la comunidad por la noche, las máximas subirán de forma ligera.