El presidente gallego desdobla su agenda política para que Galicia no pague el peaje en el acuerdo de la financiación
18 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Una parte importante de los dirigentes del Partido Popular parecen haber guardado en favoritos el teléfono de Feijoo para estar al día en la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica. Solo así se explica que, en un gesto poco habitual, dos dirigentes territoriales como son José Antonio Monago (Extremadura) y Biel Company (Baleares) sortearan los filtros de la Moncloa o de la calle Génova viajando directamente a Santiago de Compostela para conversar sobre este asunto con el líder del PPdeG.
El presidente de la Xunta, y a la vez barón de barones en el partido, ha empezado a jugar sus bazas internas actuando como el principal contrapeso a las concesiones que tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, podrían haber esbozado para destensar la situación política de Cataluña y compensar a esta comunidad en el acuerdo de financiación.
Hace solo seis días, con el discurso sobre el «agravio» territorial y el «riesgo moral», Feijoo pinchaba el globo sonda lanzado por el Gobierno para perdonar parte de la deuda a comunidades como Cataluña, Valencia o Castilla-La Mancha, y mañana viajará a León con el fin de reunirse con mandatarios de Castilla y León, Asturias y Aragón para ponerles un nuevo contrapeso a las reivindicaciones de financiación de los territorios más pujantes en términos demográficos.
Un tercio del territorio
Galicia, Asturias, Aragón y Castilla y León acaparan un tercio del territorio de España, pero solo 7,2 millones de habitantes. De las diez provincias con menos densidad de población del país, siete (Soria, Teruel, Huesca, Zamora, Ávila, Palencia y Segovia) pertenecen a estas comunidades, así que comparten algunas problemáticas estructurales, asociadas al despoblamiento, al peso del ruralismo y al envejecimiento (o longevidad) de la población.
Por separado, ninguna de estas comunidades tendría relevancia política para enarbolar la defensa de las políticas de solidaridad y redistribución territorial del Estado frente al intento de Cataluña de limitarlas mucho más. Pero unidas, el lobby de León presenta a tanta población como la catalana, algo que les permite exponer sus argumentos con la misma contundencia, y con el plus de que estas cuatro comunidades no son monocolores, sino que hay dos gobernadas por el PP y otras dos, por el PSOE.
La cita de León llega después de otras reuniones alentadas también por Feijoo, como fueron el encuentro con el presidente asturiano, Javier Fernández, celebrado en diciembre en Ribadeo o el mantenido unos días antes con este mismo y el presidente de Castilla y León. A ellos se sumó el foro que unió en torno a una mesa a la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, junto a Herrera y Feijoo.
Los encuentros multilaterales se suceden en todas las direcciones, y buena parte de ellos tienen a Feijoo como condimento principal de los aliños, decidido a actuar como «militante de Galicia», como le gusta definirse, frente a lo que pueda hacer otro gallego: Mariano Rajoy.