Sito Miñanco, gerente de inmobiliaria

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

RAMON LEIRO

El fiscal solicita la clausura del negocio de Cambados fundado a mediados de los ochenta

27 oct 2019 . Actualizado a las 14:58 h.

Cuando el pasado 6 de febrero la Policía Nacional cruzó el umbral de la inmobiliaria San Saturnino, ubicada en la avenida de Galicia de Cambados, el tiempo pareció retroceder a la época en que el narcotráfico golpeaba con mayor dureza en las Rías Baixas. Corría el año 1985 cuando un grupo de socios, entre los que se encontraba la excuñada de José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, fundaban este negocio y designaban administrador gerente al que más de tres décadas después sería considerado por la policía como el líder de la «una de las estructuras narcocriminales más potentes a nivel mundial».

Al igual que esta inmobiliaria fue uno de los puntos centrales de los registros de la operación Mito, la investigación que ha permitido desmantelar esta supuesta trama, también lo es en la causa abierta contra Sito Miñanco por blanqueo de capitales que se retoma hoy en la Audiencia de Pontevedra. El fiscal, además de solicitar seis años de cárcel y diez millones de euros para el cambadés y los otros cuatro encausados -su hija Rosa María Prado Pouso, la que fue su mujer María Rosa Pouso Navazas, una hermana de esta última y el empresario José Alberto Aguín Magdalena-, defiende que los magistrados decreten la clausura definitiva de esta agencia.

Dos años después de su fundación, los socios cedieron sus participaciones a María Rosa Pouso por ocho millones de pesetas que «abonó en metálico». En 1991, Sito Miñanco fue cesado, asumiendo su cargo su por entonces esposa, mientras que, ya en 1998, diez participaciones terminaron en manos de la hermana de esta.

El fiscal mantiene la tesis de que, a través de esta inmobiliaria, Prado Bugallo, «con el auxilio de quienes fueron su esposa y su cuñada [...], ha ido destinando las cantidades de dinero procedentes del narcotráfico a la adquisición» de una serie de inmuebles. El primero al que se hace referencia en el escrito de acusación es un piso comprado en 1988 en la milla de oro de Pontevedra, la calle Benito Corbal, al que luego seguiría una finca rústica en O Facho (Cambados), donde se construyeron dos naves que fueron alquiladas a los Astilleros O Facho, instalaciones que también fueron inspeccionadas en el marco de la operación Mito y cuyo arrendamiento constituye «una de las principales fuentes de ingresos de la inmobiliaria San Saturnino, que, de esta forma, obtiene un rendimiento de apariencia legal», sostiene la Fiscalía.

A partir de entonces se sucedieron las adquisiciones de propiedades: viviendas en Pontevedra o Vilagarcía, fincas en Cambados y Sanxenxo, una nave para lavado y engrase de automóviles en la parroquia cambadesa de Castrelo o plazas de garaje.

De la excuñada de Sito Miñanco se dice que «se ha prestado a adquirir determinados bienes utilizando dinero procedente de las actividades vinculadas con el narcotráfico», como un local comercial, una casa y dos bajos en Sanxenxo, uno de los cuales está escriturado en poco más de 45.000 euros, aunque se estima un valor de mercado de 139.608. Otro tanto se afirma de la hija mayor de Miñanco, Rosa María, quien a principios de mes asistió a los registros de la inmobiliaria en el marco de la operación Mito. Esta agencia está también presente, siempre según el ministerio público, en el nacimiento de la sociedad Jolva, cuyas participaciones se repartieron a partes iguales Sito Miñanco y José Alberto Aguín.

El abogado de Miñanco decía ayer que su cliente tiene previsto responder a todas las preguntas que se le formulen en la vista de hoy.