El centro de altas presiones se produce por la diferencia de calor entre el ecuador y los polos
02 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Mucho se habla sobre el anticiclón de las Azores. Todo el mundo sabe que es un centro de altas presiones que suele instalarse sobre este archipiélago portugués con la llegada del verano, aunque también puede aparecer en invierno, y que normalmente garantiza el tiempo seco y soleado. Pero ¿cómo se forma? Y, sobre todo, ¿por qué siempre se coloca en esa zona del Atlántico?
Se produce por la diferencia de calor entre el ecuador y los polos. En las zonas ecuatoriales hay más radiación solar, el aire cálido pesa menos y tiende a subir. Una vez que está en las capas altas de la atmósfera se desplaza hacia el norte hasta llegar a una determinada latitud -en torno a 30 o 40 grados norte-, que es cuando desciende porque ya se ha enfriado: «En las zonas en las que se produce ese descenso, que se conoce como subsidencia, no hay inestabilidad, ya que el aire no puede hacer movimientos hacia arriba para formar nubes y, por tanto, se forman anticiclones. A esa célula de aire que sube en las zonas ecuatoriales y se desplaza hacia el norte se le denomina célula de Hadley. El anticiclón de Azores sería por tanto la rama descendente de esa célula de Hadley en el Atlántico. Y existen en el hemisferio norte otros anticiclones similares al de las Azores», comenta el físico Juan Taboada, de MeteoGalicia.
Esta célula de Hadley y, por tanto, el anticiclón de Azores, no funciona siempre igual a lo largo del año. En invierno la subsidencia se produce más al sur, lo que provoca que el anticiclón también esté más al sur y que las borrascas tengan vía libre para llegar a Galicia. A medida que avanza el año esta célula se va expandiendo hacia el norte y esas altas presiones pueden cerrarle el paso a las borrascas y hacerlas circular más al norte: «Pero esa pauta climática también se ve alterada y en invierno el anticiclón puede moverse algo más hacia el norte y lo contrario en verano. Podemos ver el tiempo en Galicia como una lucha en la que el anticiclón tiene más armas y posibilidades en verano por la presencia de aire cálido y al revés en invierno. La guerra la ganarán las borrascas en invierno y el anticiclón en verano, pero no ganarán todas las batallas», comenta Taboada.
También hay que tener en cuenta la posición del anticiclón. Así, si está al norte de la Península, sobre el golfo de Vizcaya o sobre las islas británicas, el calor y el sol están asegurados. En cambio, si se posiciona más hacia el centro del Atlántico, al norte de las Azores, sin venir hacia Galicia, cosa que sucede frecuentemente en verano, los vientos del noroeste pueden arrastrar nubes bajas y dejar un tiempo por debajo de las expectativas.