Miles de expedientes se acumulan en los juzgados, que tardarán meses en recuperar una mínima normalidad
08 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Será como volver a empezar. A la espera de que en las próximas horas se ponga fin a la huelga que desde hace tres meses mantiene prácticamente paralizada la Justicia en Galicia, todo indica que la recuperación del ritmo de trabajo no va a ser nada fácil. El propio presidente del Tribunal Superior de Xustiza, Miguel Ángel Cadenas, lo auguraba en mitad del conflicto, pero el paso del tiempo ha empeorado las cosas y los meses de paro han creado un gran colapso en la Justicia. La recuperación llevará tiempo, mucho tiempo.
Ligeros movimientos
Vuelven los juicios. El regreso de funcionarios a sus puestos de trabajo en las últimas semanas ha permitido ligeros movimientos en juzgados que estaban totalmente paralizados por la huelga e incluso la celebración de juicios. El ritmo es muy lento todavía y son muchos los órganos judiciales en los que aún no se ha movido un papel a la espera de las decisiones que hoy tomen los funcionarios que siguen secundando el paro. Se espera que, si todo va bien, en esta semana se hayan reincorporado todos los funcionarios a sus puestos.
Recuperación difícil
Meses para normalizar. Los expedientes se acumulan en las mesas de los juzgados desde que comenzó la huelga. Y poner todo eso en orden va a ser muy complicado, como explica un abogado que lleva semanas tirando de los ahorros. «Hace tiempo que no tengo trabajo. No hay notificaciones. No hay asuntos». Es la situación que se extiende con más o menos intensidad por toda Galicia. Por eso recuperar el tiempo perdido va a ser muy difícil y «va a ser necesario un esfuerzo de todos», afirma el letrado. Los expertos calculan entre tres y cinco meses de media para volver a la normalidad en muchos juzgados, sobre todo teniendo en cuenta que en medio está el mes de agosto, inhábil para la Justicia.
Las notificaciones
Citaciones a testigos. Las notificaciones son las acciones que ponen en marcha la maquinaria judicial en la mayoría de los procesos. Para que una causa pueda instruirse es necesario notificarle a un ciudadano que tiene que comparecer ante la autoridad judicial. O para que acuda a un juicio. O para que reciba una sentencia. Las notificaciones son la clave en el proceso, y durante la huelga pocas cosas se han notificado. ¿Pero qué va a pasar con las notificaciones pendientes? Esa es una de las preocupaciones de los profesionales del ámbito judicial. «Si ahora nos empiezan a llegar las notificaciones de golpe, va a ser imposible que podamos ponernos al día», advierte un abogado. La aceleración sin control de los expedientes que están paralizados es uno de los riesgos. Quienes trabajan a diario en la actividad judicial recomiendan que el proceso de recuperación de casos pendientes se haga de manera ordenada.
Causas en marcha
Riesgo en la instrucción. Las causas que se encuentran en fase de instrucción pueden sufrir alteraciones. Lo explicaba hace unos días el juez decano de Ourense, Leonardo Álvarez, quien advertía que la larga duración de la huelga puede llegar a causar el archivo de causas al no haber podido practicarse determinadas diligencias dentro del período de seis meses, que es el máximo fijado por la Ley de Enjuiciamiento Criminal para una instrucción, salvo que esta sea declarada compleja. Ahí, el decano apuntaba otro problema: una huelga no figura entre los motivos contemplados en la ley para declarar la complejidad de un asunto.
Retrasos acumulados
Expedientes sin resolver anteriores a la huelga. Es otro de los graves problemas a los que se tendrán que enfrentar en muchos juzgados gallegos, pero en especial en aquellos que ya antes de que comenzase la huelga tenían sobre la mesa miles de expedientes sin terminar. En esos casos la normalización va a ser muy difícil, aseguran las fuentes judiciales consultadas, «porque va a ser imposible poner al día lo que lleva meses o años a la espera de un papel, cuando en estos tres meses se han acumulado asuntos que requieren una resolución urgente».
Pérdidas económicas
Abogados y procuradores. Desde el punto de vista económico, los abogados y los procuradores son los grandes perjudicados por la larga huelga. «Si no hay asuntos, no cobramos», afirma un letrado. Muchos de estos profesionales no han ingresado nada en estos meses de paro y han tenido que recurrir a préstamos bancarios para poder mantener sus despachos abiertos y para pagar a sus empleados.
Entre compañeros
Conflictividad. Cómo recuperar las relaciones entre compañeros de un mismo juzgado o de una misma oficina judicial, enfrentados por meses de huelga. Esa es una de las preocupaciones de las autoridades responsables de la Justicia en Galicia. Alertaba de ese problema la presidenta del Consello Galego de Relacións Laborais, Verónica Martínez, preocupada por la degradación de las relaciones entre funcionarios debido a este conflicto. Martínez recomienda prestar atención a la recomposición de esas relaciones personales, aunque cree que eso va a llevar también mucho tiempo.