Una cascada de dimisiones sacude el PSOE de A Coruña y acorrala a su líder
GALICIA
La agrupación local entra en crisis solo tres meses después de que fuera renovada
09 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Es una crisis que se estaba larvando desde hace un mes y ayer acabó estallando y sacudiendo los cimientos de la agrupación socialista de A Coruña. Nueve miembros de la ejecutiva local del partido, entre los que figuran el vice secretario general y portavoz, Juan Ignacio Borrego, y el responsable de organización, Fito Ferreiro, presentaron su dimisión en bloque, comprometiendo muy seriamente el liderazgo de la número uno de la agrupación, la abogada Eva Martínez Acón, que podría ver amenazado su puesto en caso de que se amplíe la cascada de renuncias, algo que ayer se daba por descontado.
Uno de los aspectos más llamativos de la crisis es que se produce solo tres meses después de que fuera renovada la dirección local en virtud de un acuerdo entre el grupo de personas afines a Gonzalo Caballero, secretario general del PSdeG, y los antiguos fieles a Mar Barcón. Un tercer grupo interno, posicionado con la dirección provincial que encabeza González Formoso, se quedó al margen de dicho pacto y ni siquiera llegó a participar de una ejecutiva que, desde el principio, adoleció de falta de cohesión.
Fuentes consultadas entre los dirigentes socialistas que ayer se bajaron del carro atribuyen esta quiebra interna a la «parálisis política» que dicen apreciar en la agrupación local, a la que ven «más preocupada por posibles pactos» poselectorales que por los problemas que afectan a la ciudad herculina.
Entre los dos grandes grupos que conformaban la dirección socialista local «existió siempre una desconfianza mutua», apunta otra representante local, y eso actuó como el detonante de un seísmo que puede tener algunas réplicas más en los próximos días con nuevas dimisiones.
Entre los dirigentes locales que renunciaron al cargo orgánico, aparte del portavoz y el secretario de organización, antes citados, también figuran el secretario de administración, Javier Blanco, así como los responsables de cultura, José Antonio Trigueros; sanidad, María del Carmen Cabanas; y movilidad y territorio, José Manuel Cereijo. A la cadena de dimisionarios se suman otros tres miembros de la ejecutiva que actuaban como vocales, sin ser responsables de un área concreta.
Fuentes socialistas sostienen que hay en torno a seis miembros más de la dirección local que también habrían decidido apearse del proyecto político que encabeza Eva Martínez Acón, básicamente por no compartir su forma de trabajar, así que prefieren hacerse a un lado para no convertirse en un obstáculo.
En todo caso, su renuncia se materializaría más adelante y, según el tamaño que pueda tener la réplica del seísmo, podría llegar a comprometer la continuidad de la secretaria general. Para tumbar a Martínez Acón y forzar el nombramiento de una gestora deberían dimitir la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva, 20 personas, objetivo que llegado el caso estaría al alcance de los afines a Barcón.
La segunda ciudad, después de Ferrol, que se revuelve contra el equipo de Gonzalo Caballero
El conflicto que estalló ayer en el PSOE de A Coruña es el segundo que se produce en las ciudades gallegas, después del de Ferrol, y pone en cuestión la forma que tiene el equipo de Gonzalo Caballero de conducir el partido, pues la ejecutiva gallega estaba prevenida desde hace semanas de lo que podía ocurrir y no hizo nada por evitarlo, quizás por entender que, con la dimisión de los afines a Mar Barcón, son los aliados de Caballero los que tienen la oportunidad de ampliar su parcela interna de poder.
Algo de eso sucedió en Ferrol con la crisis que estalló el pasado enero en la reelección de Beatriz Sestayo como secretaria local que se llevó a cabo en una asamblea en la que abundaron las denuncias por presuntas irregularidades, sobre las que la ejecutiva de Gonzalo Caballero hizo la vista gorda para proteger a quien fue su principal apoyo en la provincia coruñesa para convertirse en líder del PSdeG.
El caso es que la agrupación de Ferrol está fracturada por la mitad, y la de A Coruña va camino de estarlo también, cuando falta solo un año para las elecciones municipales.