Cien mil gallegos dejan de tomar fármacos porque no pueden pagarlos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Un farmacéutica busca medicamentos
Un farmacéutica busca medicamentos

Solo el 30 % están de acuerdo con el modelo actual de copago de medicamentos

09 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El barómetro sanitario del CIS deja luces y sombras en Galicia. Entre las sombras, el 3,9 % de los ciudadanos que aseguran haber dejado de tomar fármacos recetados por un médico de la sanidad pública por motivos económicos. Esto implica que más de cien mil gallegos han abandonado un tratamiento prescrito por su facultativo. En el 2016 el porcentaje fue solo de un 1,6 %. Aun así, Galicia sigue por debajo de la media estatal, con un 4,7 %.

Y mientras algunos usuarios se ven obligados a dejar de tomar medicamentos por no poder pagarlos, el 12 % de los gallegos guardan en su casa envases enteros. Cierto es que la mitad de los encuestados que acumulan medicamentos lo hacen porque se los han recetado por adelantado, pero la otra mitad tienen en su casa fármacos que han decidido no tomar o que ya no consumen porque les han cambiado el tratamiento. Más del 15 % acumulan más de cinco envases.

Desde el 2012 la prestación farmacéutica tiene un copago en función de la renta, y no en base a la situación de activo o pensionista del usuario. Otra de las preguntas del barómetro sanitario se refiere a este modelo. Y solo el 30 % de los gallegos están de acuerdo con él -prácticamente el mismo porcentaje que la media estatal-. La mayoría, un 41 %, critica que no haya más tramos de renta para que el copago se adecúe mejor a la capacidad económica del paciente. No es una queja nueva, e incluso la ministra de Sanidad aseguró que se estudiaría fijar nuevos tramos. Y es que una persona activa que gana 18.001 euros al año paga por sus recetas exactamente lo mismo que otra que ingresa 99.990, cuando el nivel de renta es considerablemente desigual. Otro 25 % de los gallegos son partidarios del modelo anterior, en el que los pensionistas no pagaban nada. En general, los gallegos le ponen buena nota a la sanidad pública. Casi un notable. La calificación global es de un 6,49, un poco más baja que la media estatal. Los más contentos con su sistema público de salud son vascos y cántabros, que la puntuaron con un 7,3 de media.

El 79 % eligen hospital público

Una de las preguntas del barómetro es, si pudiese decidir, qué tipo de servicio sanitario elegiría el usuario: público, privado o cualquiera de los dos. La mayoría se decantan por el público, más cuando se trata de un ingreso hospitalario: más del 79 % de los gallegos recurrirían solo a este sistema, y únicamente un 21 % optarían por uno privado o por cualquiera de los dos; en Baleares solo el 53 % se irían al público.

La atención y el trato en primaria se llevan un notable muy alto

Los gallegos dan una puntuación alta a la atención que reciben en la sanidad pública. Sobre todo en atención primaria. Un 7,81 a los médicos de los centros de salud, y más aún, un 7,83, al personal de enfermería. El trato también recibe una valoración alta, e incluso el tiempo dedicado, un 7,43, pese a que es una de las principales quejas en este nivel asistencial. Las consultas de atención especializada reciben un 6,6 de nota global, y la atención tras un ingreso hospitalario casi un 7, pero hay un dato bastante negativo en relación con las listas de espera. El 14,4 % esperan más de seis meses para una consulta externa, la tercera cifra más alta de España.

El 71 % de los ciudadanos ven permisividad con la venta de alcohol a menores

El Ministerio de Sanidad prepara una ley para prevenir el consumo de alcohol en menores y Galicia también reformará la suya. Quizás por eso el barómetro de este año incluye preguntas específicas sobre este tema. A tenor de lo que piensan los ciudadanos, existe demasiada permisividad en la sociedad respecto al consumo de bebidas alcohólicas por parte de los menores. El 71 % de los gallegos creen que hay mucha permisividad con la venta -que está prohibida a menores-, una cifra que en el resto de España se acerca al 80 %. Es llamativo sin embargo que un 7 % de los encuestados en Galicia piensen que no es tan grave que un menor se emborrache alguna vez, y casi un 13 % están de acuerdo con que de vez en cuando un adolescente se tome una copa.

Más control de los padres

En cuanto a las propuestas prioritarias para que descienda el consumo en menores, la más importante para los gallegos es que los padres y madres ejerzan un mayor control sobre sus hijos, seguida de la labor de vigilancia y sanción de las autoridades sobre la venta ilegal de alcohol. Las medidas preventivas y educativas en colegios e institutos sobre los peligros del efecto del alcohol no son tan prioritarias para los encuestados.

En la media estatal, sin embargo, se da más importancia a este último factor. Un 33 % de los encuestados creen que los progenitores no tienen suficiente información sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol entre los menores de edad.