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Cientos de padres gallegos dejan sin vacunar a sus hijos cada año

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

La tasa de cobertura en Galicia supera el 99 % frente a algunas patologías, pero baja a medida que crece el menor

16 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia, y en general toda España, presentan unas cifras excelentes en coberturas, de vacunación infantil. De más del 96 % en todas las enfermedades. Aun así, cientos de padres gallegos no cumplen el calendario oficial que recomienda el Sergas. Según los datos del 2016 del Ministerio de Sanidad, la cobertura en Galicia durante el primer año de vida del menor osciló entre el 96,3 y el 98,1 %, lo que implica una bolsa de casi 400 niños sin vacunar. De 1 a 2 años, las cifras superan en todas las vacunas el 99 %. Vuelven a bajar en las dosis de recuerdo, hasta el punto de que la triple vírica, por ejemplo, no llega al 92 % de la población diana.

No obstante los antivacunas no han calado en España como sí lo han hecho en países como Italia o Francia. En esta última se vive una situación preocupante con los casos de sarampión, ya que se han registrado 1.875 en lo que va de año. Pero aquí las coberturas infantiles son elevadísimas en todas las comunidades, y no hay ninguna que destaque por no cumplir con estos porcentajes. Las estadísticas del Ministerio de Sanidad reflejan que, en las vacunas del primer año de vida, Navarra, Madrid y sobre todo Valencia presentan las tasas más altas, y las más bajas son, con diferencia, las de Baleares y Cataluña, que no llegan al 95 % de media. De 1 a 2 años, Galicia tiene las mejores estadísticas de España, y las más bajas son las del País Vasco y Extremadura. Desde el Sergas aseguran que hay padres que no vacunan a sus hijos en la edad recomendada, pero sí completan después las pautas, con lo que el menor está inmunizado.

Un calendario que se mantiene

Y el calendario actual, ¿sufrirá modificaciones? No al menos a corto plazo. En enero del 2017 se redujo el número de pinchazos para los niños, y se cambiaron las edades de algunas dosis, por lo que no está previsto que haya más cambios. Pero los grupos de trabajo del Ministerio de Sanidad sí están elaborando el calendario de adultos, que se implantó en Galicia en julio del 2018, para revisar los grupos de riesgo que deben protegerse de ciertas enfermedades.

Este calendario es una guía para que los adultos sepan qué vacunas deben ponerse en función de la edad o de su pertenencia a determinados colectivos. Aunque no harán un balance hasta el primer año de vigencia, desde Sanidade confirman que ha subido la protección respecto a algunas enfermedades desde su puesta en marcha.

A mayor edad del menor, menos cobertura de vacunación. De ahí las bajas tasas de la vacuna del virus del papiloma humano entre niñas, que también se explican por las críticas infundadas que se vertieron cuando se introdujo en el calendario. En el 2016 se quedó en Galicia en el 75,3 %. Tras las recomendaciones de los expertos, esta vacuna se adelantó de los 14 a los 12 años, logrando, apuntan desde la consellería, que la cobertura haya subido claramente «cinco puntos ou máis», concretan.

El calendario infantil evita unas 900 muertes al año en España

Cuando se habla de las muertes que evitan las vacunas, la primera cifra que surge es la que habitualmente da la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según esta entidad, cada año se evitan entre uno y tres millones de muertes en el mundo, la mayor parte de niños. Pero la OMS centra la mayoría de los beneficios en los países en vías de desarrollo, por lo que no es posible extrapolar los datos a Galicia. Y apenas hay estudios epidemiológicos en los que se haga una aproximación de cómo ha reducido la mortalidad el hecho de introducir un calendario de vacunación infantil en España. Uno de ellos, del Ministerio de Sanidad, que analiza su impacto en la salud, compara el número de muertes que causaron las enfermedades para las que existe vacuna el año anterior a que se implantara con la situación actual. Se analizan datos de las primeras vacunas: tosferina, tétanos, difteria, poliomielitis, sarampión, rubeola y parotiditis (paperas). La de las cuatro primeras se implantó en 1960 y la de las tres últimas entre los años 1975 y 1980. Antes de llegar, estas patologías causaban más de 900 muertes anuales, mientras que en el año del análisis fueron nueve: siete de tosferina (todas de bebés de menos de dos meses de edad), una de tétanos (un mayor de 65) y otra de paperas.

A medida que la población se va inmunizando, la incidencia global de estas enfermedades cae. Otro parámetro compara el número de casos de la patología del año de mayor incidencia con el más reciente, en este caso el 2015. En 1959 hubo 2.132 casos de polio; en el 2015 ninguno. De difteria solo uno, frente a los más de 27.000 de 1940.

En otros casos no desaparece la enfermedad, pero cae de forma espectacular. En 1983, año de máxima incidencia del sarampión, se registraron en España 301.319 casos. En el 2015 fueron 302, un 99,9 % menos. Lo mismo ocurrió con las paperas, la rubeola y la tosferina. El tétanos es la patología que menos descendió desde el año de mayor incidencia: pasó de 90 casos en 1983 a 11 en el 2015. También la enfermedad meningocócica invasora C ha caído de forma drástica con la vacunación, de más de 2.000 casos en el 96 a los 200 del 2013-2014.

«A enfermidade que máis nos preocupa é o sarampelo»

Galicia pode presumir de boas novas no tema da vacinación. A cobertura no calendario infantil é moi alta e en adultos, coa creación hai case un ano dun calendario, aumentaron as taxas. Pero, di Xurxo Hervada, «somos cautos».

-A cobertura infantil é moi alta en Galicia, dun 97 ou un 98 %, pero que pasa con eses centos de nenos que non se vacinan?

-En Galicia os datos que damos son os rexistrados hai un pequeno número de nenos que se vacinan e non se rexistran, por exemplo porque nese momento non funciona o sistema e non poden introducir os datos, e logo sabemos que hai algunha porcentaxe, que supoñemos é pequena, poida que dun 1 %, de familias que teñen un certo non diría rexeitamento, pero si unha mínima desconfianza cara ás vacinas.

-Ou que nin se preocupan.

-Exactamente. Non seguen a pauta de vacinación, e ao mellor cando hai que levar ao neno ao pediatra, que no primeiro ano de vida faise bastante porque adoitan ter catarros ou outras patoloxías, se hai febre non é aconsellable vacinalos, polo que se non volven queda aí esa pequena porcentaxe. Pero se se mira o calendario aos tres anos, as cifras que nos saen son do 99 %. Ás veces no primeiro ano hai perdas, e os nenos vacínanse máis tarde porque os pais pensan que son moi pequenos, aínda cando non é verdade, porque sempre se poñen as vacinas cando máis benefician.

-Detectan casos de enfermidades que levaban anos sen aparecer?

-Non, afortunadamente. A enfermidade que máis nos preocupa é o sarampelo, pola facilidade de difusión que ten e pola cantidade de casos que está habendo en países de Europa, mesmo houbo un abrocho en Portugal. Pero non, non tivemos, o último caso segue a ser o do 2011 e non apareceu ningún máis, e aínda así somos cautos. Sabemos que se aparece algún caso non podemos ter moito problema, pero que apareza é factible.

-É partidario da vacinación obrigatoria como se impuxo noutros países?

-Non, na situación na que está Galicia non estamos a favor, porque a vacinación, pese ao ruído que fan os antivacinas, segue a ter unha aceptación moi boa. É mellor seguir traballando en convencer á xente e non facela obrigatoria, o que pode provocar un rexeitamento á imposición. Se estiveramos na situación de Italia e Francia, cun 60 % de cobertura, si se podería discutir, pero na situación actual non. Si que pensamos que debemos mellorar no traballo de vender as bondades das vacinas, porque cando non existe a polio, alguén pode pensar que por que se vai protexer se non coñece a ninguén ao seu redor que a teña. Pero se mil fixeran iso, teriamos un problema.