Ángel Alonso Miranda: «Me emocioné mucho por mi gente cuando al fin encontramos a Diana Quer»

GALICIA

El exjefe de la Guardia Civil de Galicia recuerda su caso más mediático: «Todos nos pusimos en el lugar de los padres»
05 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Me emocioné mucho por mi gente cuando al fin encontramos a Diana Quer. Hay que tener en cuenta que la investigación había ido dando vaivenes. Y hubo bajones en todo ese tiempo». El general Ángel Alonso Miranda (Verín, 1960) habla del año y medio de compleja investigación desarrollada por la Guardia Civil para encontrar a Diana Quer. «Había mucha presión por la repercusión mediática que alcanzó el caso, porque la desaparecida era una joven que sale de fiesta y no regresa a casa. Todo el mundo se puso en el lugar de los padres», recuerda Alonso Miranda, que apenas llevaba dos meses al frente de la Guardia Civil de Galicia cuando desapareció la joven madrileña. Dos años después, el general se va a Madrid, reclamado por el ministro del Interior, para dirigir el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), donde entre otras cosas se analiza cada semana el nivel de la alerta antiterrorista en España.
-Pasa usted de dirigir a cinco mil guardias civiles en Galicia a un puesto de máximo nivel frente al terrorismo y el crimen organizado.
-Es un trabajo muy diferente al de mandar una zona. Quizá se ve menos, pero tiene una serie de funciones que complementan a las estrictamente policiales. No tiene la operatividad de la calle, aunque desde el Citco se da soporte a las unidades de investigación. En los delitos graves se coordina todo desde el Citco. El terrorismo, en todas sus variantes, y el crimen organizado, como por ejemplo el narcotráfico, que se considera que tiene un determinado grado de organización.
-El narcotráfico es bien conocido en Galicia, y el terrorismo también, ya que aquí está el único grupo activo en España. Y, sobre todo, el terrorismo yihadista.
-La droga tiene relación con Galicia, que también es la única comunidad con una banda terrorista, ya que mientras no sea detenida su cúpula no se dará por desarticulada. Pero con el movimiento yihadista compartimos amenazas globales. El terrorismo yihadista es global y puede afectar a cualquier parte del territorio.
-¿Todos estamos expuestos al riesgo yihadista?
-Claro, todos estamos expuestos porque puede haber personas que se radicalizan por libre a través de Internet, que es una de las formas de difusión de ese terrorismo. Y de manera individual, preocupan los lobos solitarios, que deciden actuar y lo hacen una sola vez. Desde los atentados de Barcelona se tomaron decisiones importantes y se formó a los policías locales para que pudieran reaccionar ante un atentado de ese tipo.
-¿Cómo se vigila esa amenaza?
-Hay equipos de información especializados en la investigación del terrorismo en todas sus versiones. Tienen esa misión y realizan un seguimiento permanente del fenómeno, de los líderes que pudieran haberse radicalizado. Y hay un trabajo de investigación constante en Internet y en las redes sociales.
-Es la gran preocupación.
-El terrorismo yihadista es ahora la máxima amenaza mundial desde el punto de vista policial. No se trata de crear alarma, pero creo que los ciudadanos saben que es una amenaza que está ahí, que puede suceder en cualquier sitio. También desde el mundo musulmán se están tomando medidas preventivas y alertan cuando detectan situaciones extrañas.
-¿El narcotráfico sigue teniendo actividad en Galicia?
-Donde hay costa es un fenómeno global. En Galicia no es como en el pasado, pero no podemos olvidar que Sito Miñanco seguía operando desde Algeciras. Hay organizaciones que siguen existiendo y trabajando y que entran por Galicia y por otras zonas, pero todas forman parte del entramado de organizaciones del narcotráfico. A lo mejor no se puede decir, como antes, que son organizaciones gallegas, pero sí podemos decir que hay gallegos en organizaciones que se mueven en territorios más amplios.
-¿Cómo constatan esa actividad?
-En estos dos años hemos tenido mucho movimiento en la lucha contra el narcotráfico. Hubo buenas operaciones conjuntas con la Policía Nacional de tráfico de drogas intermedio. Y a través de las unidades centrales se han hecho operaciones importantes. Equipos antidroga de Lugo y Ourense han ido a Andalucía y al Mediterráneo para aprehender toneladas de hachís en operaciones con otras comandancias. Eso indica que la droga entra por el sur, pero la organización de narcotraficantes puede tener una parte en Galicia para transportarlo por carretera a través de Portugal y distribuirlo después.
-Hablaba al principio del caso Diana Quer. ¿Cómo lo vivió?
-Fue especialmente complejo. En ese caso se emplearon todos los recursos policiales disponibles, y de empresas que tenían tecnología que nos podía ayudar. Una israelí, para recuperar la información del móvil; otra gallega, para limpiar las imágenes de las cámaras, que aunque no eran contundentes, sí eran indicios que al final hicieron cuadrar todo. Se puso todo en ese caso, como se pone en todos, pero las cosas no siempre salen bien.
-Y dice usted que hubo bajones en la investigación.
-Sí, los hubo. Por ejemplo, cuando apareció el móvil de Diana. Con la recuperación de los datos, esperábamos encontrar una foto de última hora, una grabación accidental... Y no hubo nada de eso. Pero sí fue importante el hallazgo, porque el móvil iba marcando las posiciones.
-¿Habrían ido a por el Chicle si no ataca a la otra chica?
-Hubiésemos ido a por él. Lo hubiésemos sometido a control, para saber si había más personas. Incluso se planteó una vigilancia intensa de 24 horas durante un período de tiempo, con vigilancia total, que supone un gran desgaste, pero se iba a hacer. Luego se precipitó todo, y surgió lo de la otra chica. Los guardias de Noia recibieron la denuncia, y ellos, que formaban parte del dispositivo, enseguida vieron que podía ser el Chicle.