La mayoría de los entornos urbanos de Galicia no se han adaptado al crecimiento de las áreas metropolitanas y reclaman ampliaciones o nuevas arterias para evitar los atascos
13 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El brutal aumento del tráfico en las vías de acceso a las ciudades está relacionado en muchos casos con el crecimiento de las áreas metropolitanas adyacentes a las ciudades, donde miles de gallegos se fueron a vivir, pero manteniendo los vínculos laborales o de ocio con sus ciudades de origen. La prioridad en los últimos años fue conectar Galicia con el exterior a través de vías de alta capacidad y, después, tejer una red interior para unir las principales ciudades más allá de la espina dorsal que supone la AP-9. El gran reto, ahora, es canalizar estos cambios en el tráfico de las ciudades para evitar los grandes atascos en las horas punta.
Vigo
La A-55, un acceso peligroso que exige una variante. Uno de los principales accesos a la ciudad es la AP-9. En enero de este año empezó a funcionar el nuevo puente de Rande. Fue inaugurado antes de que terminase el año y sigue en obras, aunque ya está operativo. Esa obra incluía también un tercer carril en buena parte del tramo entre Vigo y el puente. La promesa del ministro De la Serna de suprimir el peaje entre Vigo y Redondela, en el mismo vial, aún no se ha cumplido. La alternativa a la AP-9 es la N-552, que llega de Redondela con una capacidad muy limitada y un trazado pésimo.
Otro de los principales accesos es la A-55, que llega a Vigo por la avenida de Madrid y que aglutina la llegada desde Ourense y desde el sur. Están en marcha unas obras de mejora que ya debían haber acabado, aunque el proyecto importante es el de la variante entre Vigo y O Porriño, que el Gobierno de Rajoy incluyó en el plan de carreteras (con un coste estimado de 337 millones mediante financiación extrapresupuestaria). Ese proyecto incluye un túnel bajo las temidas curvas de Puxeiros, el tramo más peligroso de España según sucesivos ránkings.
A coruña
Pendiente el acceso central desde la AP-9. Tras la finalización de la tercera ronda, en A Coruña está pendiente desde hace años la ampliación de Alfonso Molina, la principal vía de acceso a la ciudad, por la que pasan 120.000 vehículos diarios. Esa obra la iba a financiar Audasa, como hizo en Vigo y Santiago, donde sí se ejecutaron los trabajos. Los reparos de la Marea al proyecto que había dejado cerrado el anterior gobierno local pospusieron una inversión que a día de hoy sigue sin fecha, si bien ya hay un acuerdo para determinar cómo serán esos futuros accesos. También ha generado cierto malestar en el ámbito metropolitano de A Coruña el retraso que está acumulando la ejecución de la segunda fase de la vía Ártabra, que conectará la N-VI con la AP-9. A pesar de que la Xunta dispone de 4 millones de euros para ejecutar las obras este año, el Ministerio de Fomento no resuelve el informe definitivo sobre las alegaciones. La preocupación es que admita la propuesta de Audasa en la que reclama la construcción de un tercer carril en la autopista entre Cambre y A Coruña y que se firme un convenio antes de la licitación acordando las contraprestaciones económicas.
Santiago
El acceso al Gaiás y el enlace orbital. Santiago tiene una noticia buena y una mala en cuanto a sus accesos a la AP-9. Los compostelanos, que ahora disfrutan de una circunvalación libre de peaje más desahogada tras su ampliación, se beneficiarán de la nueva conexión directa con el Gaiás, y no tanto por la entrada directa al complejo que supone como por la construcción que conlleva el que será el cuarto enlace de la autopista con el casco urbano. En concreto, 25.000 vecinos de Fontiñas y Sar se ahorrarán al menos diez minutos de rodeos (mucho más en horas punta) con un trazado que, eso sí, obligará al Concello a acometer una reordenación de vías urbanas angostas en el entorno del Multiusos de Sar.
La cruz de Compostela con la AP-9 está en la demora de la solución por la que empresarios y residentes llevan años esperando, que es el enlace orbital que conecte la vía de pago con los parques empresariales del norte de la ciudad, donde reside su pulmón económico, y la futura autovía de Lugo. Al nuevo equipo de Fomento le corresponde expresar un compromiso claro con una infraestructura que ha sido objeto de varios recortes presupuestarios sin que las máquinas hayan empezado siquiera a trabajar
Ourense
La circunvalación norte. En la capital ourensana está pendiente de ejecución uno de los principales accesos a la ciudad, el que supondrá la conexión con la futura autovía a Lugo (A-56). El primer tramo de ese vial, entre Eirasvedras y Quintela de Canedo, enlaza con la autovía de las Rías Baixas (A-52) y supone también el arranque de la llamada circunvalación norte. La tramitación administrativa de esa obra ya ha concluido y solo resta su licitación. Precisamente esa fue una de las reivindicaciones que el alcalde ourensano, Jesús Vázquez, transmitió al nuevo Gobierno. Cabe destacar que la puesta en marcha de esa circunvalación permitirá liberar de tráfico la carretera nacional 120 y está previsto que Fomento ceda al Concello de Ourense el ramal de acceso a la ciudad desde Vigo por ese vial, que discurre paralelo al Miño. El objetivo es convertir ese tramo en un «bulevar termal».
Lugo
Asuntos pendientes para mejorar las conexiones. En materia de accesos, para la capital lucense constituyó un momento decisivo el Gobierno del socialista Zapatero, con el lucense José Blanco al frente del Ministerio de Fomento. El desdoblamiento de la N-VI, desde el enlace de la autovía A-6 en Nadela, constituyó un paso decisivo en la mejora de los accesos. Relevante fue también la construcción del nuevo puente sobre el Miño y la N-VI a la altura del barrio de San Lázaro, si bien quedó pendiente su adecuada conexión con la trama urbana de la ciudad. Su ejecución no debería demorarse. La N-VI entre A Tolda de Castela y Garabolos constituye un tramo de lo que ya se denomina tercera ronda de Lugo. Su conversión en una vía urbana es una demanda que ya se planteó al Gobierno en algún momento. Este tercer anillo se complementa con la ronda Norte y deberá completarse en su día con el tramo denominado ronda Este; esta es una obra largamente demanda por el Ayuntamiento a la Xunta que hasta el momento no ha sido atendida. Está pendiente también la mejora del acceso a la ciudad desde Asturias.
Ferrol
Obras urgentes de mantenimiento. Los cuatro principales accesos a Ferrol, al margen de la autopista, requieren obras de mejora y llevan meses a la espera de reparación. Es el caso de la avenida de Esteiro y la carretera de Castilla, As Pías y Catabois, vías por las que a diario circulan 100.000 vehículos. No obstante, el único proyecto a la vista es la supresión del talud de As Pías, que tiene por objeto humanizar la entrada a la ciudad y mejorar la intercomunicación de los barrios de Caranza, Ultramar, Esteiro y O Bertón. Se trata de una obra que tendrá que financiar Fomento y que se viene demorando desde hace años. De hecho, ya figuraba en los Presupuestos del Estado del 2015. En febrero de este año, Fomento dio, al fin, un nuevo paso con la publicación del proyecto en el BOE.
Pontevedra
Problemas con la AP-9 y obras en la futura circunvalación. Pontevedra comparte con Vigo el problema que suscita el acceso por la AP-9 por las obras de Rande. Las colas en el puente, que llegan a ser kilométricas cuando es necesario cortar alguno de los carriles, afectan por igual al tráfico en ambos sentidos, por lo que la ciudad del Lérez también se ve afectada. Por la zona norte, y siguiendo con la AP-9, está pendiente la remodelación del nudo de Bomberos, un proyecto que facilitará la conexión directa con el puente de As Correntes que Pontevedra lleva años demandando. También está en marcha parte de la futura circunvalación (A-57).
Con información de Ángel Paniagua, Eduardo Eiroa, Elena Silveira, Serafín Lorenzo, Carmela López, Quique G. Souto, Serxio Barral y Miguel Ascón.
Las redes urbanas, prioridad del ministro
Frente a anteriores ministros que se centraron en las redes interurbanas y en el ferrocarril, el nuevo responsable de Fomento, José Luis Ábalos, parece especialmente interesado en los ámbitos urbanos, en lo que respecta tanto a la movilidad como a las políticas de vivienda, que también son competencia del ministerio. En su reciente intervención en el Fórum Europa, Ábalos dejó claro que las ciudades estarán más presentes que nunca en las iniciativas de su departamento y en las decisiones de inversión. «Las políticas del Ministerio de Fomento deben prestar más atención al entorno urbano y metropolitano en el que se desarrolla la vida cotidiana de la gente. Un tema ciertamente olvidado pero que es competencia del ministerio», aseguró.