Un camión impactó contra el vehículo en el que las dos mujeres, vecinas de Valdeorras, viajaban con sus maridos
19 sep 2018 . Actualizado a las 10:41 h.Dos vecinas del municipio ourensano de A Rúa de Valdeorras murieron en la madrugada del domingo en un accidente de tráfico ocurrido en Chile. En el siniestro resultaron heridos sus maridos. Los cuatro viajaban en un todoterreno que fue embestido por un camión.
Francielly L. S., de 24 años y de nacionalidad brasileña, y Rosa D. R., de 32, habían viajado hasta el país sudamericano para la boda de la primera, que el sábado se casó con el hermano de Rosa, que trabaja en Chile. Viajaban junto al marido de Rosa (también ourensano) en el todoterreno por la B-25, la carretera que une la ciudad de Calama con la zona costera de Antofagasta, cuando impactó contra su vehículo un camión de gran tonelaje. La parte derecha del coche se convirtió en un amasijo de hierros.
Los bomberos del parque de Calama se desplazaron hasta el lugar del siniestro porque los ocupantes del vehículo estaban atrapados en su interior. Las dos mujeres murieron en el acto, según informan varios medios locales que se hicieron eco de la noticia. Los dos hombres resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, aunque no se teme por su vida. Ambos fueron trasladados en ambulancia hasta el Hospital Carlos Cisternas.
El camionero huyó
El conductor del camión resultó herido leve. Tenía heridas en las manos, según constataron los Carabineros una vez que consiguieron dar con él, ya que el hombre se dio a la fuga tras el accidente. Aunque en un primer momento se especuló con la posibilidad de que hubiese huido porque estaba bebido, no presentaba síntomas de embriaguez cuando lo encontraron los agentes, varias horas más tarde, caminando por la pampa chilena, según la señal multiplataforma 24 horas de Chile. Fue detenido y está pendiente de pasar a disposición judicial.
Los cuatro ocupantes del todoterreno no estaban solos en Chile. Con la coincidencia de la boda del sábado, todavía quedaban allí familiares de ambos contrayentes, que siguen en el país sudamericano y que ya han iniciado las gestiones con el Consulado de España para repatriar los cadáveres de las dos mujeres.
La noticia causó gran consternación en A Rúa de Valdeorras. Rosa es hija de un conocido panadero. En la puerta del establecimiento, situado en la carretera hacia Somoza, podía leerse un cartel avisando de que el negocio estará «cerrado hasta nuevo aviso». Por su parte, la madre de Francielly regenta la céntrica cafetería A Skina.
24 muertos el fin de semana
La muerte de las dos mujeres ourensanas ocurrió en un fin de semana especialmente trágico en las carreteras chilenas. El balance oficial de los Carabineros es que entre el viernes y el domingo, cuando se celebraban las Fiestas Patrias, que siguen hasta mañana, murieron 24 personas en accidentes de tráfico, un 80 % más que el mismo fin de semana del año pasado.
Las Fiestas Patrias son una celebración instaurada en 1811 para conmemorar el establecimiento de la Primera Junta Nacional de Gobierno, que data del 18 de septiembre de 1810, aunque con el tiempo se añadió la celebración de la independencia de la corona española (que se firmó el 12 de febrero de 1818) y la formación de Chile como nación.
Una carretera de dos carriles en medio de la pampa chilena
El accidente mortal se produjo en la B-25, la carretera que une la ciudad de Calama con la zona costera de Antofagasta, en el océano Pacífico. Es una vía de doble sentido que durante kilómetros de recorrido únicamente tiene pampa (o desierto) a ambos lados de la carretera. Son largos tramos sin curvas y sin pasar por ningún núcleo urbano, por lo que puede provocar la somnolencia del conductor y llevar a accidentes. No se sabe todavía qué ocurrió en este caso, aunque uno de los carabineros que acudió al lugar del siniestro apuntaba a esa como una posible causa, tal y como recoge en un vídeo RNE Calama. «Al determinar las causas es importante considerar el tiempo prolongado de conducción de uno de los vehículos», señalaba el agente, que también hacía hincapié en la irresponsabilidad mostrada por el camionero, que se había dado a la fuga tras el siniestro. De hecho, aunque en un primer momento lo buscaron en las inmediaciones del vehículo, no fue posible dar con él y finalmente no apareció hasta que personas anónimas llamaron a los Carabineros alertando de que había una persona deambulando por la B-25. Fue detenido siete horas después del accidente a unos treinta kilómetros de distancia.