
El fenómeno oceánico se va a desarrollar fuera de temporada, coincidiendo con el invierno en Galicia, algo que solo ha ocurrido una vez desde 1950
07 dic 2018 . Actualizado a las 13:13 h.En Perú y Chile, al igual que en Galicia, la presencia de un anticiclón oceánico, como el de las Azores, genera afloramientos costeros de aguas frías y nutrientes que permiten que los bancos de pesca de estos países sean de los más productivos del planeta. Para los trabajadores del mar la Navidad es la época del año más importante. Si la meteorología les impide faenar, las pérdidas pueden ser cuantiosas. Por ello, en el siglo XIX, los pescadores peruanos bautizaron como El Niño a una corriente de aguas cálidas que aparecía entre tres y cinco años, coincidiendo con el nacimiento de El Niño Jesús, y que paralizaba la pesca en el peor momento para ellos. «Consiste en un calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial occidental. Normalmente viene acompañado de un cambio en los vientos superficiales del este, que dejan de soplar. A eso se le llama Southern Oscillation. El fenómeno total acoplado atmósfera-océano se llama ENSO, El Niño- Southern Oscillation», explica el meteorólogo Juan Taboada.
Las aguas del Pacífico ecuatorial han comenzado a calentarse. Una señal de que el evento está desarrollándose. Actualmente la anomalía positiva (valores por encima de la media) asciende a 0,5 grados. Sin embargo a estas alturas ya debería estar finalizado todo el proceso de formación. Algo que en esta ocasión no ha ocurrido. «La NOAA espera a que esta anomalía tenga lugar en el promedio de tres meses para declarar el evento oficialmente como evento Niño y por ello todavía no se puede hablar del mismo. Además las condiciones atmosféricas no son exactamente las propias de ENSO. La idea es que los vientos del este cesen en los próximos meses y las temperaturas superficiales del agua sigan siendo altas, por lo que en efecto, con un 80% de probabilidad podríamos hablar de un fenómeno Niño a partir de febrero», asegura Taboada. Si se confirma el pronóstico el próximo El Niño se va a desarrollar fuera de temporada, coincidiendo con el invierno en Europa. «Estos eventos suelen comenzar al final de la primavera y alcanzar su máximo a finales de año, de ahí su nombre. Si consultamos el índice oficial de la NOAA vemos que desde 1950 solo ha habido un caso en el que el fenómeno comenzase en invierno», confirma el físico gallego.
De momento la previsión señala que será débil. Pero la comunidad científica predijo lo mismo sobre el último evento y acabó siendo uno de los más intensos de la historia «Los modelos en la zona tropical tienen más habilidad para los pronósticos pero aún así tienen dificultades para calibrar la intensidad de estos fenómenos, así que no se puede descartar nada», confiesa Taboada. Sobre su intensidad la NOAA (Agencia del Océano y la Atmósfera de Estados Unidos) ha dicho literalmente «Una cosa por la que puedes apostar es que la naturaleza nunca se comportará exactamente de la misma manera dos veces».
Los efectos negativos de El Niño sobre la pesca en Perú y Chile requería la atención de la comunidad científica que comenzó a estudiar el fenómeno y terminó descubriendo que su influencia se percibe en realidad en todo el mundo. Hoy se considera como el fenómeno que tiene más repercusiones en el clima de la Tierra después del paso de las estaciones. La intensidad del último evento provocó un caos climático a nivel mundial y colaboró decisivamente para que el 2016 siga siendo, de momento, el año más cálido desde que existen registros. «No hay ninguna teleconexión clara en Galicia. En otoño es probable que la presencia del Niño aporte más lluvias, pero en invierno no es una situación tan inusual. Sabemos además que la Niña suele dejar primaveras muy secas, por lo que al menos podríamos esperar que en los próximos meses no se reproduzca una situación de sequía,» termina Taboada.
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