Los responsables del proyecto desarrollarán hasta el 2020 el diseño, desarrollo, construcción y validación de un prototipo de tratamiento de algas de arribazón para compostaje
15 dic 2018 . Actualizado a las 21:49 h.La fundación Cetmar, de Vigo, fue ayer el escenario donde se presentó un innovador proyecto consistente en convertir diferentes tipos de algas en un abono ecológico preparado para la regeneración de zonas arrasadas por los incendios. El proyecto tiene el nombre de Gestalgar.
Esta iniciativa, en la que colabora la Consellería do Mar, pretende demostrar que a través de la valorización de estos residuos que se acumulan en las costas gallegas se pueden desarrollar nuevos productos y servicios.
La intención de este aprovechamiento ecológico es dar respuesta a algunos de los principales problemas de regeneración ambiental a los que se enfrenta Galicia, como es la recuperación de las áreas incendiadas.
El objetivo del proyecto Gestalgar es demostrar que el compost biológico de las algas que llegan a la costa es técnicamente viable a través de un proceso a escala industrial y económicamente sostenible.
También está previsto diseñar y desarrollar soluciones de compostaje biológico de algas de alto valor añadido, específicas para aplicar no solo en la regeneración de áreas afectadas por incendios, sino también en la regeneración de montes o en el tratamiento de aguas ácidas, así como sus correspondientes procesos de fabricación a escala industrial.
El impacto del proyecto se extenderá además a los sectores pesquero y turístico, ya que aportará soluciones para el tratamiento de estos residuos que se acumulan en las playas y aumentan la mortalidad en los bancos marisqueros. Los responsables del proyecto desarrollarán hasta el 2020 el diseño, desarrollo, construcción y validación de un prototipo de tratamiento de algas de arribazón para compostaje.
En este proyecto, con un presupuesto de cerca de un millón de euros del programa Conecta-Peme, participan un consorcio integrado por las empresas Intacta Gestión Ambiental, Ecocelta Galicia y Demaux Manufacture, junto con el Centro Tecnolóxico do Mar y el Instituto Galego de Calidade Alimentaria.