El juzgado tiene constancia de más mujeres que no quieren denunciar por miedo
24 ene 2019 . Actualizado a las 13:50 h.Ya son diez las mujeres que ha localizado el Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago como presuntas víctimas de abusos sexuales del psiquiatra Emilio González Fernández. De ellas, ocho han formalizado denuncia, otra ha manifestado su intención de hacerlo y otra aún no se ha decidido a dar el paso. Los casos denunciados, salvo uno, estarían prescritos, porque los hechos sucedieron hace aproximadamente diez años. No obstante, el hecho de que ninguna de las afectadas se conociese previamente y de que hayan relatado situaciones muy similares y con detalles comunes les ha otorgado una total credibilidad y tendrán gran relevancia como testigos en la investigación que ha abierto la magistrada Ana López-Suevos.
Las pesquisas están ahora a la espera de que se presenten más denuncias. Fuentes judiciales confirman que hay constancia de más casos, y de algunos que no estarían prescritos porque ocurrieron en los últimos cinco años. Sin embargo, esas mujeres aún no han tomado la decisión de denunciar. No es una situación sencilla para ellas, ya que son reticentes a hacerlo por miedo y porque en algún caso ni siquiera su familia conoce los abusos de los que presuntamente fueron objeto en la consulta de Emilio González. Sin embargo, es vital para el caso que denuncien porque de ello depende su recorrido judicial, ya que al médico podría entonces imputársele un delito continuado de abusos sexuales, que tendría consecuencias penales mayores.
También excompañeras
La investigación judicial ha cobrado gran impulso en los últimos días desde que el caso ha salido a la luz pública. Además de haber aparecido más mujeres afectadas y de haber constancia de más, también se está indagando en el hecho de que haya no solo pacientes del psiquiatra compostelano entre sus presuntas víctimas, sino también excompañeras de trabajo.
A estas ya diez posibles perjudicadas se le suma un caso anterior, del año 2000, en el que la paciente presentó denuncia y llegó a haber un juicio en el que el psiquiatra admitió los abusos. La confesión y el que indemnizara a su víctima con 3.000 euros hicieron que Emilio González solo fuera condenado a una multa de 7.000 euros. La sentencia, del 2003, recoge en sus hechos probados que, estando en su consulta privada, el médico llevó a la mujer hasta una camilla, «donde la abrazó y acarició por diversas partes del cuerpo. Acarició la espalda y las orejas de su paciente. Metió sus manos por debajo de la ropa y colocó su pierna entre las piernas de la paciente, con inequívoco ánimo lascivo, al tiempo que le decía que tenía que enamorarse de él. Posteriormente, cuando se disponía a marcharse, el acusado sujetó su cara con sus manos y le dio un beso en los labios».
Este relato es muy similar a los que han narrado las mujeres que ya han declarado en el juzgado. También ha declarado el psiquiatra, que ha negado los hechos. Hoy tiene 75 años y está jubilado, pero fue un profesional muy reconocido. Dirigió el psiquiátrico de Conxo entre 1970 y 1975 y trabajó en el ambulatorio Concepción Arenal, de Santiago. Fue también profesor asociado en la Facultad de Medicina.