«No pago por aparcar: lo dejo en la acera»

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Á. López-Benito / J. García

Estacionar gratis en los hospitales supone tirar de inventiva y arriesgarse a una sanción

04 mar 2019 . Actualizado a las 20:09 h.

Es jueves, son ya las 11 de la mañana, pero las idas y venidas de vehículos no paran. En el entorno del Hospital de Lugo los coches estacionados en el arcén llegan hasta la primera rotonda que enlaza con la A-6. Los conductores circulan despacio invocando a la suerte para aparcar lo más cerca posible del hospital. Otros esperan en doble fila, pero siempre hay quien tira de inventiva. Es el caso de Ángel. Sube su cuatriciclo a la acerca por el desnivel de un paso de peatones. «Este es mi sitio. Aparco en esta acera, que ya tengo controlada. Si no hay otro hueco, ¿qué hago?», dice. Este vecino de Friol está en rehabilitación, acude al hospital dos días a la semana y dice que no se puede permitir aparcar lejos. Tampoco pagar: «Si un día me multan, pues mira lo que llevo ahorrado. El parking es muy caro».

Ángel acude a rehabilitación al Lucus Augusti. Tiene controlado un sitio en la acera para dejar su pequeño coche
Ángel acude a rehabilitación al Lucus Augusti. Tiene controlado un sitio en la acera para dejar su pequeño coche Jorge García

«Si un día me multan, pues mira lo que llevo ahorrado. El parking es muy caro».

Pablo y Álvaro también aparcan en la acera. «Damos vueltas y nada. Han hecho el parking de tierra, pero como llueva se entierran los coches». Se refiere a una explanada sin asfalto y con baches. Allí se aparca gratis. O casi, porque un par de gorrillas rondan entre las plazas. «Sempre lles dou algo por medo», explica una estudiante de enfermería que hizo las prácticas en el centro. «Ás 7 da mañá apárcase ben. Máis tarde, imposible. Atopas sitio lonxe do hospital. Tes que dar unha volta enorme».

En el Lucus Augusti se ha acondicionado una explanada sin asfalto para aparcar de forma gratuita
En el Lucus Augusti se ha acondicionado una explanada sin asfalto para aparcar de forma gratuita Jorge García

Dejar el coche en el subterráneo del Lucus Augusti sale por 1,40 euros la hora ­­-0,023 céntimos minuto-. También hay bonos. Un día sale por 13 euros; una semana por 20,70. Hay otras opciones en los alrededores. Cobran 0,018 el minuto. A partir de cuatro horas hay tarifa plana: 4 euros todo el día. Un trabajador de uno de ellos asegura que no podrán aguantar mucho tiempo. «Imos ter que cerrar. Deixan que os coches aparquen en calquera sitio e non poñen multas».

En el Montecelo, la referencia es un parking de pago: cuesta 1,50 euros todo el día
En el Montecelo, la referencia es un parking de pago: cuesta 1,50 euros todo el día Jorge García

Territorio «leiraparking»

En el Hospital Montecelo es, por su ubicación, casi imposible aparcar sin pagar. Los carriles frente al centro se estrechan porque los coches están subidos a la acera o aprovechando recovecos. Hay una explanada cerca de la entrada, pero allí los conductores aparcan sin orden y taponan carriles. «Eu espero aquí á miña muller», dice un vecino de la ciudad estacionado en doble fila. «O problema é que ás veces aparcas e despois non podes sair», comenta mientras una mujer fuerza su utilitario para aprovechar un hueco encima de una acera. Salvador sí ha tenido suerte. Maniobra al milímetro para encajar el coche en un pequeño espacio. «En horas de consulta no encuentras sitio si no pagas. Yo siempre lo dejo ahí abajo». Señala una zona privilegiada. Bajo una empinada rampa hay un aparcamiento. Isabel es su cajera. Nos explica que solo cobran de mañana, cuando más afluencia hay. El precio, siempre el mismo: «1,50 todo o día. Sempre hai quen lle parece caro, pero a verdade é que os médicos que os deixan durante as gardas pasan ás veces máis dun día e non se lles cobra máis», asegura. Los habituales ya saben cómo funciona. Se paga justo al estacionar. «Este prezo por todo o día é unha marabilla», dice una taxista. Manuela, una habitual del centro, cree que hacen el agosto, pero aún así es usuaria. «Si intentas aparcar en los alrededores das mil vueltas. Así vas tranquila a la consulta». Esta «leiraparking» está gestionada por una empresa. En otros, más discretos, los cobradores esperan apostados en la entrada con la riñonera en la cintura. «Aquí pedimos a vontade», dice el dueño de una finca en la que caben 20 coches. «Se me din algo, poño unha cadea e pecho. Non fago mal. Se marcho á casa con 30 euros pola mañá xa vou contento», dice.

Vista desde el hospital de uno de los aparcamientos de pago del Montecelo
Vista desde el hospital de uno de los aparcamientos de pago del Montecelo Jorge García

A Coruña sin ley

En mismo espacio de A Coruña se mezclan los problemas de aparcamiento de los hospitales Teresa Herrera, Oncológico y CHUAC. Los conductores que buscan sitio en el centro universitario llegan al parque de Eirís, a casi un kilómetro de las instalaciones. Mientras, el parking de pago acumula plazas vacías. Cuesta 1,87 euros la hora. Siete días salen a 35 y un mes a 90. Justo en su entrada, en doble fila, espera Manuel: «Cuando mi mujer termina, me llama y la recojo. Es un momento. Pagar no es una opción si estás aquí horas, o incluso días», comenta resignado.

 «Cuando mi mujer termina, me llama y la recojo. Es un momento. Pagar no es una opción si estás aquí horas, o incluso días»

En la parte trasera del CHUAC, los coches invaden medianas y fincas. La ferrolana Araceli y su familia se preparan para una buena caminata. «Cerca hemos aparcado pocos días. Hoy lo hemos dejado muy lejos, pero es que el parking es muy caro», comenta. Mientras, María Jesús y Porfirio se disponen a coger su coche. Han rebasado una acera para plantarlo en el verde de una finca. «Esto está dejado de la mano de dios. El aparcamiento es carísimo, así que lo dejamos aquí. Subimos por la rampa de un garaje y listo». Prefieren una multa que pagar cada semana un mínimo de tres horas de párking.

Álex López-Benito

Algo similar sucede en el Teresa Herrera. Pacientes y visitas aparcan en los márgenes de una de las vías de entrada a la ciudad o en los laterales del edificio. Allí, al montón, esperan en una hilera en doble fila los acompañantes. Luis no quita la vista de los movimientos del resto de conductores. «Vimos cada dous ou tres días e é imposible aparcar». Lisardo acompaña a un familiar cada semana. «Hace mucha falta más aparcamiento gratis. Estamos todos aquí toda la mañana pendientes de los demás», explica. El aparcamiento privado de este hospital está justo enfrente. Hay dos opciones. La que tiene más demanda es el llamado «aparcamiento de los superhéroes». Gestionado por una familia, tiene capacidad para unos 30 coches. Su precio: 1,60 la hora. Quince céntimos menos que su competidor: un gran aparcamiento, justo detrás, que les ha llevado a los tribunales, y que en una mañana de jueves tiene la mitad de las plazas libres.