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El nombramiento es un suplicio por exigir el acuerdo de al menos 45 de los 75 diputados

D. S.

GALICIA

CEDIDA

Exige el acuerdo entre grupos parlamentarios porque ninguno reúne por si solo tantos representantes

05 abr 2019 . Actualizado a las 07:14 h.

El Valedor do Pobo es un cargo que emana del Parlamento gallego, que lo vota en pleno, y su nombramiento suele ser un suplicio, un auténtico quebradero de cabeza para los partidos por la sencilla razón de que no pueden elegir un cargo de estas características sin el concierto, al menos, de dos grupos políticos diferentes.

La Lei del Valedor do Pobo estipula que el nombramiento del titular de la institución debe tener el apoyo de las tres quintas parte del pleno del Parlamento. Esto se traduce en el voto favorable de al menos 45 de los 75 diputados. Ningún grupo parlamentario reúne por sí solo los 45 votos -el que más tiene es el PP y suma 41-, así que la negociación es obligada.

Hasta el año 2012, cuando se hizo la reforma de la institución, había elementos para facilitar las transacciones políticas, pues aparte de un valedor titular, había hasta tres vicevaledores. Así era casi imposible que algún grupo político quedara excluido del acuerdo, pues solía acceder a la plaza titular el grupo mayoritario, y se repartían las vicevaledorías primera, segunda y tercera las fuerzas restantes de acuerdo con su representación. Si el valedor do pobo era propuesto por el PP, los vicevaledores tenían preferencia para ser del PSOE, el BNG u otras formaciones.

En el 2012 se simplifica la institución, pero se mantiene la figura del adjunto al valedor para negociar a dos bandas. La valedora la propuso el PP y el adjunto, el PSOE. Pero aun así suele haber vetos con algunos nombres, pues lo frecuente es que el mandato de un valedor se prorrogue fuera de plazo por falta de acuerdo. En este caso, promete demorarse también varios meses.