La Fiscalía cree que el Chicle quería secuestrar a la chica de Boiro y agredirla sexualmente

José Manuel Pan / La Voz SANTIAGO

GALICIA

Atlas / Paco Rodríguez

Quedó visto para sentencia el juicio por el intento de rapto de una joven, que estuvo marcado por el caso Diana Quer

13 abr 2019 . Actualizado a las 11:21 h.

La Fiscalía tiene claro que José Enrique Abuín, el Chicle, tenía planificados los pasos que iba a dar con la chica de Boiro para cometer dos delitos muy graves: secuestrarla y agredirla sexualmente. Es el resumen de la fiscala del caso en las conclusiones finales del juicio contra el Chicle por el intento de rapto de una joven de Boiro en la noche del 25 de diciembre del 2017.

A día de hoy, la joven sigue necesitando tratamiento psicológico porque sufre un estrés postraumático, como atestiguaron una médico forense que la examinó y otros dos profesionales sanitarios que la siguen atendiendo en la actualidad. La fiscala considera que el Chicle quería «privar de libertad a la chica, encerrarla y disponer de ella sexualmente». Y asegura que para acusar al Chicle son fundamentales la identificación por parte de un guardia civil de su voz en el audio grabado por la chica de Boiro, y el testimonio de la propia víctima, «coherente, detallada y sin ánimo de venganza».

Por el contrario, el abogado de la defensa considera que hubo contradicciones en la investigación y en las declaraciones de la víctima y le sorprende que solo haya restos de pelo de ella en el borde del maletero y no dentro, cuando ella declaró que había llegado a estar dentro. Sostiene que en todo momento lo que hubo fue un forcejeo «para roubarlle o móvil». Y sobre el intento de agresión sexual, le preguntó a la fiscala cómo sabe eso cuando el Chicle solo exigía que le entregara el móvil, como se escucha en el audio grabado por la chica. «¿Por que non podía ser intento de asasinato?», insistió el letrado, quien dijo que la acusación intenta relacionar este caso con el de Diana Quer. Con la acusación de intento de agresión sexual, «o único que se busca é unha prision permanente noutro caso».

Son las conclusiones finales de las partes en el juicio contra el Chicle por el rapto de una joven en Boiro el 25 de diciembre del 2017 y que ha quedado visto para sentencia tras una última sesión que estuvo marcada por el caso Diana Quer. El padre de la joven madrileña, que se sentaba muy cerca del Chiclen en el juicio, protagonizó un incidente en la sala cuando se puso de pie y pidió permiso al juez para hablar. El presidente del tribunal se lo negó y le dijo que se sentara. Incluso amenazó con echarlo de la sala. Una vez levantada la sesión, cuando el público abandonaba la sala, Juan Carlos Quer se dirigió al juez para pedirle disculpas, pero este le impidió acercarse.  

Momento en el que Juan Carlos Quer quiere dirigirse al juez pero este le impide ponerse en pie o hablar
Momento en el que Juan Carlos Quer quiere dirigirse al juez pero este le impide ponerse en pie o hablar PACO RODRÍGUEZ

El otro protagonista fue el Chicle, que hizo uso de su derecho a la última palabra. Dijo que los guardias civiles le habían mentido cuando lo detuvieron y mostró una especie de arrepentimiento al decir que «si pudiera dar marcha atrás más de dos años, lo haría» y, sin nombrar a Diana Quer, quiso dirigirse «a la familia de la chica de Madrid para que no pongan en duda muchas cosas». 

 El Ministerio Fiscal solicita que el Chicle sea condenado por detención ilegal o, alternativamente, por un delito consumado de coacciones, así como de un intento de agresión sexual, robo con violencia e intimidación en grado de tentativa, un delito de amenazas y otro de lesiones. La fiscala pide en su pena máxima (si se considerara detención ilegal) que sea condenado a 15 años y diez meses de cárcel y al abono de una indemnización de 15.750 euros, o alternativamente (si fueran coacciones), a 12 años y diez meses y la misma penalización económica.

En la sesión de hoy ha sido el turno de las pruebas periciales. Los agentes de la Guardia Civil encontraron muestras de ADN de la joven de Boiro en el borde del maletero del coche del Chicle. La Guardia Civil, que recibió muestras del interior del vehículo para su análisis, pudo localizar pelos de la víctima en el borde del maletero y restos de ADN en el paso de puerta del misma.

Así lo han confirmado los peritos de la Unidad Central de la Guardia Civil que han comparecido este jueves. Estos especialistas en ADN han concluido que los restos biológicos encontrados corresponden con la denunciante con una seguridad de más del 99 %. El hallazgo contradice la versión del Chicle, que en la sesión de ayer aseguró que ambos habían forcejeado lejos del coche, con la única intención de robarle el móvil, y sin que él intentase en ningún momento meter a la chica en el maletero.

La declaración de los peritos también ha dejado detalles sobre el vehículo utilizado por el presunto autor del asesinato de Diana Quer. Así, apuntaron que durante varios meses comprobaron como Abuín Gey usaba un Audi A4 familiar. Sin embargo, justo el día del presunto rapto en Boiro, recurrió a su Alfa Romeo gris. Sospechan que lo hizo porque el maletero del Alfa es estanco y no es posible salir de él, mientras que desde el del A4 sí se puede llegar a acceder al interior del coche, ya que está conectado con el habitáculo a través de una bandeja deslizante.

Tratando de desmontar la investigación

Al empezar la sesión de hoy, la defensa del Chicle trató de desmontar la versión de dos de los guardias civiles que comparecieron  como parte de la investigación. Lo ha hecho refiriendo dudas sobre cómo identificaron el coche y al propio Abuín Gey. Sobre el primer punto, los agentes señalaron que contaron con la ayuda de lectores de matrículas que la DGT tiene instalados en la autovía de Barbanza. En cuanto a la identificación del presunto autor, indicaron que su voz fue reconocida sin ninguna duda en el audio de WhatsApp que la víctima grabó de manera accidental en el momento del forcejeo. Quien la identificó fue un agente que conocía al Chicle desde hacía diez años por investigaciones de drogas y como sospechoso en el caso de Diana Quer.

La madre de la víctima: «deberían castrarlos»

«Cobarde» y «depredador». Así ha calificado a José Enrique Abuín Gey, el Chicle, la madre de la chica a la que intentó raptar en Boiro. A las puertas del juzgado, la mujer ha asegurado que su hija se encuentra «mal», después de que ayer tuviese que revivir lo sucedido en la primera jornada del juicio. «Volver a verle la cara no es agradable para nadie», ha dicho. Confía que «con el tiempo» su hija se vaya recuperando aunque cree que no podrá «olvidarlo jamás». «Ese tipo le ha jodido la vida», ha remachado.

La madre de la joven también se ha mostrado partidaria de la prisión permanente revisable e incluso de medidas más fuertes. «Es poco para esas personas (...) igual que los que se dedican a violar en grupo (...) que me lo perdonen pero tendrían que castrarlos, son animales, no personas. Ni los animales hacen eso».

Paco Rodríguez

Antes de entrar en la sala, también ha agradecido la presencia en el juicio del padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer. Ha señalado que es un «apoyo grande» y ha resaltado su lucha «por todas las mujeres de España». «A él le tocó la peor parte. A su hija ya no la tiene pero sigue luchando», ha dicho.