Carácter e ideas claras han marcado la trayectoria de esta gallega pionera del arbitraje que, con solo 25 años, se convirtió en la primera mujer en pitar en la máxima categoría del balonmano español
21 may 2019 . Actualizado a las 13:45 h.Cristina Fernández Piñeiro (Gondomar, 1963) siempre fue una niña «con moito carácter». Un rasgo que se llevó con ella a las canchas de balonmano, de las que se enamoró cuando todavía estaba en el colegio. Jugadora y entrenadora, en 1980 se apuntó a un curso de arbitraje que acabó por marcar el rumbo de su carrera deportiva. «Durante tres anos compaxinei as tres cousas, pero en 1983 ascendéronme a primeira nacional como árbitra e iso fíxose incompatible con xogar e adestrar», cuenta.
Aquella elección la llevó a convertirse en la primera mujer en pitar un partido de la Liga Asobal, la máxima categoría del balonmano español. Corría el año 1988. Tres años después, volvía a marcar un hito al convertirse en árbitra internacional. «Era o ano 1991. O curso celebrábase en París e houbo dificultades para que me admitiran. Pedíronlle información sobre min á federación española. Tiñan dúbidas de que tivese a experiencia necesaria. Evidentemente nunca se preguntaba sobre os compañeiros, a súa traxectoria dábase por feita», recuerda.
Las dudas no fueron obstáculo para una carrera brillante en la que Fernández Piñeiro pitó seis Copas del Rey y otras seis de la Reina, varios campeonatos de Europa, Mundiales e incluso una final de Champions. Logros todavía impensables para una árbitra en deportes como el baloncesto o el fútbol. Y todo ello a la vez que sacaba plaza como profesora de EGB y se involucraba cada vez más en la política de mano del BNG.
Fue precisamente la política la que le llevó a dejar el arbitraje en el 2007. «Daquela formaba parte da Dirección Xeral de Deportes do goberno bipartito e de novo as dúas cousas fixéronse incompatibles. Optei pola política porque estar implicada nun traballo a favor do deporte era moi importante para min», explica. Y es que Cristina se define a sí misma como una persona «tremendamente reivindicativa», especialmente en todo lo que tiene que ver con el papel de la mujer: «A primeira conciencia que tiven foi a de ser feminista, defender os dereitos das mulleres alá onde fose: deporte, educación ou política».
Ser madre de mellizos hace ocho años la llevó a aparcar su carrera política, que ha retomado como integrante de las listas electorales municipales del BNG de Nigrán. Allí es bien conocida por ser la directora de uno de los colegios del municipio, el CEIP Humberto Juanes. Esta vez sin silbato, Cristina Fernández Piñeiro pone firmes a 411 alumnos y varias docenas de profesores, aunque reconoce entre risas que como árbitra era «moito máis dura». «Como profe tes que deixarte levar un pouco polos nenos, por un lado dar e por outro controlar», dice alguien que ha sabido hacerse respetar dentro y fuera de las canchas.
Fui
La primera mujer que pitó en la Liga Asobal y que arbitró un partido de balonmano internacional.
Soy
Directora y profesora del CEIP Humberto Juanes.