Los dos terroristas eran los más buscados de España y su organización fue la heredera del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive. Junto a ellos fue detenido Nicolás García Nogales en A Merca y un cuarto integrante en Vilamarín
17 jun 2019 . Actualizado a las 12:01 h.Los dos terroristas más buscados de España, Antóm García Matos, alias Toninho, y su pareja Asunción Losada Camba, cayeron el sábado en Vigo en un dispositivo policial montado por la Guardia Civil tras trece años de fuga y sendas euroórdenes para intentar acorralar al considerado líder de Resistencia Galega (RG), la organización armada heredera del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive. A ambos se fugaron a Portugal, y después se les detectó en Venezuela, de donde presumiblemente habrían vuelto recientemente.
Además de los considerados activistas de la banda surgida en el 2005 y que dio rastros de su existencia todavía en el 2014, fue detenido ayer en la parroquia ourensana de Oxén (A Merca), Nicolás García Nogales. Y hubo una cuarta detención en Vilamarín, también en la provincia de Ourense. Domicilios vinculados a los detenidos han sido registrados también este fin de semana en una operación que se considera todavía abierta y que han llevado a cabo el servicio central de información en Madrid de la Benemérita en colaboración con sus homólogos de zona de Galicia. Los tres han sido ya conducidos a la Audiencia Nacional en Madrid, tribunal encargado de los casos de terrorismo.
Fuentes de toda solvencia certifican que la detención se llevó a cabo en Vigo, área de alta actividad de Resistencia Galega y que habían abandonado en el 2006 para huir a Portugal, donde se considera que fue diseñado el grupo que tomó el testigo del Exército Guerrilheiro, organización también de carácter terrorista que actuó en Galicia entre 1987 y 1991 con cuatro muertos a sus espaldas, tres en la explosión de una bomba en la discoteca compostelana Clangor y un agente de la Guardia Civil en Irixoa en una emboscada en una pista rural.
Los dos líderes terroristas ahora detenidos acumulan hasta nueve acusaciones en su historial y sendas órdenes de búsqueda, siendo la de pertenencia a banda armada con consideración de dirigentes la de mayor peso, pero también la de transporte de explosivos, tenencia de armas y falsedad documental.
La ficha policial de García Matos (San Sebastián, 1966) califica su grado de peligrosidad de «alto». Su compañera, María Asunción Losada nació en Santiago en 1966.
En su toma de posesión como fiscal jefe de Galicia en el 2015, Fernando Suanzes estableció como uno de los objetivos del ministerio público la vigilancia sobre el terrorismo «por la indeseable particularidad de que en Galicia subsiste la única organización terrorista interna activa», advirtió. El entonces delegado del Gobierno en la comunidad, Samuel Juárez, desvelaba que en su estrategia de funcionamiento RG quería imitar a ETA. Los servicios de investigación siempre atribuyeron a dicho grupo armado un apoyo social muy pequeño, aunque esa circunstancia no rebajaba su peligrosidad. La huida a Venezuela hizo sospechar a medios policiales de una posible conexión de los terroristas gallegos con etarras afincados en el mismo país.
Como en su fuga a Venezuela, Portugal fue detectado como plataforma de huida hace solo cuatro años cuando otro vinculado a Resistencia Galega, Héctor Naya, fue capturado en el aeropuerto de Oporto, cuando se disponía a volar al mismo país sudamericano.
La última imagen conocida de García Matos es un vídeo que envió a sus compañeros de RG por Internet en el 2014 para activar al grupo. Poco después volaron la entrada del Ayuntamiento de Baralla. En la captura de la película publicada en La Voz en octubre de aquel año, se ve a Toninho camuflado con un pasamontañas ante la bandera gallega con una estrella roja.
Un reguero de explosiones y planes de magnicidio con un último acto en el 2014
Resistencia Galega emergió en el 2005 tirando de manifiesto a través de Internet para llamar a la lucha armada anónima. Esa apelación a la falta de siglas hizo que sus acciones desperdigadas no acabaran de atribuirse a RG como banda terrorista hasta que una bomba en la sede del PP de Ordes en el 2010 y otra en la casa natal de Manuel Fraga en Vilalba en el 2011, acabaron mostrando un hilo conductor. En el peaje de Padrón la policía desbarató en ese mismo año una operación planeada para atentar contra los entonces Príncipes de Asturias. Las bombas a sedes de partidos, concellos y torres de comunicaciones se salpicaron con detenciones y el último atentado se produjo aún en el 2014 en el consistorio Baralla.