
La alcaldesa de Lugo, que apostó por Campos y Santos, teme quedar fuera del reparto en la Diputación
20 jun 2019 . Actualizado a las 21:16 h.La socialista Lara Méndez arranca su segundo mandato en la alcaldía de Lugo con varias sombras por despejar. El estallido de la crisis en el PSOE provincial, que acabó con la dimisión de su secretario general, Álvaro Santos, le ha estropeado las fotos del pasado fin de semana: el acuerdo de gobierno con el BNG y la placentera sesión de investidura.
La alcaldesa, que era la presidenta del partido en la ejecutiva de Santos, había contado con él para su lista, nada menos que de número dos. Santos, que pretendía seguir como el hombre fuerte en el gobierno de la Diputación, se queda en su grupo municipal, de momento en un perfil más bajo, para intentar no dañar la imagen de su compañera.
En la reunión de alcaldes y ediles socialistas del partido judicial de Lugo, Méndez fue consciente de que por primera vez en la historia de la democracia el PSOE de la ciudad no iba a tener representación en la otra gran institución de la capital. La alcaldesa defendió desde el día siguiente de las elecciones tres principios que por los acontecimientos de esta semana no se van a cumplir: apostó por Darío Campos como candidato a presidir la Diputación, quería que Lugo tuviese un diputado y que este fuese Álvaro Santos.
Su entorno cercano defendía ayer que dará la batalla para conseguir que su grupo tenga un diputado. Sus argumentos no convencen al candidato a presidir la Diputación, el alcalde de Monforte, José Tomé. Méndez recuerda que Lugo obtuvo el 52 % de los votos del partido judicial, además de ser la agrupación con más militantes. Pero Tomé insiste en que Monforte, la segunda ciudad de la provincia, lleva más de tres décadas sin tener un diputado.
Será la comisión federal de listas la que decida quiénes serán los elegidos. Si finalmente se introduce el nombre de alguien de confianza de Méndez, la puesta de largo de Tomé del martes en la sede del PSOE, con sus ocho apoyos explícitos ante las cámaras, quedaría en entredicho. Pero si al final Lugo y su alcaldesa se quedan sin diputado, supondrá otro golpe para la regidora.
Lara Méndez sufrió un enorme desgaste en su anterior mandato, especialmente en los últimos dos años. La falta de apoyos en la oposición (acabó siendo reprobada), los conflictos con los sindicatos municipales y los problemas en la gestión por la falta de personal no fueron su mejor carta de visita ante las elecciones, pero a pesar de ello mantuvo el tipo y conservó los mismos concejales de hace cuatro años de Orozco, siendo el único gobierno en minoría de las grandes ciudades que conservó la alcaldía.
Menos votos que Borrell
Pero miembros de la dirección del PSdeG no hacen el mismo análisis cuando comparan los resultados del partido en las generales y las europeas con respecto a las locales. La alcaldesa obtuvo un 9,3 % menos de votos que Borrell en la ciudad, unos 4.000 votantes menos. Su proximidad y su lealtad a la figura de Santos no le han ayudado ante la dirección gallega, siendo llamativa la falta de apoyos explícitos durante la campaña electoral.
Hay frases que pueden ser premonitorias. Cuando se presentó la candidatura de Tomé como alcalde, Santos dijo en el mitin que Tomé «é tan insistente que acabará conseguindo que Monforte sexa designada capital da provincia», a lo que después Caballero sentenció «Tomé non ten nada enfrente», en referencia a sus rivales políticos. Méndez y Tomé mantienen una relación cordial. Han sido compañeros en numerosas reivindicaciones en las reuniones del Eixo Atlántico y a ambos les interesará una mantener una imagen cercana, como señalan fuentes próximas a ellos.
Otra cuestión serán sus socios de gobierno, el BNG, que el lunes ya presentó su organigrama de gobierno -metiendo presión a los socialistas- y generando un pequeño roce cuando Rubén Arroxo se definió como vicealcalde y la regidora le tuvo que recordar que esa figura no existe y solo será primer teniente de alcalde. Ayer ambos, que tuvieron la visita de Ana Pontón, quitaron hierro al asunto.