Los concellos se olvidan de la crisis y elevan los gastos de las corporaciones

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los alcaldes Inés Rey, Abel Caballero y Fernández Lores
Los alcaldes Inés Rey, Abel Caballero y Fernández Lores Marcos Míguez, Óscar Vázquez, Ramón Leiro

Los pactos disparan las dedicaciones exclusivas y los alcaldes se suben los sueldos

05 jul 2019 . Actualizado a las 14:05 h.

Sueldos más altos, más dedicaciones exclusivas y más asesores. Siempre dentro de los límites marcados por ley, pero es la tendencia en los concellos gallegos, que parecen haberse olvidado de los rigores municipales que la crisis obligó a adoptar en el 2011, que se mantuvieron en el 2015 incluso con mayor severidad y que ahora algunos alcaldes incluso se saltan con una alegría de sospechoso fundamento.

Las subidas salariales y la distribución de recursos entre los gobiernos y las fuerzas de la oposición se han intensificado, y el juego de los equilibrios políticos tiene mucho que ver. Al contrario de lo que pudiera suponerse, los regidores condicionados por los pactos poselectorales y los que gobiernan en solitario pero que necesitan apoyos puntuales son los que se han visto obligados a repartir más dedicaciones exclusivas, además de demostrar generosidad con sus rivales para poder desarrollar su labor, incluso al repartir sueldos parciales.

El caso más evidente entre los municipios grandes es el de A Coruña, ya que todos los grupos han salido con nóminas más lustrosas tras el cambio de las mareas por el gobierno socialista de Inés Rey, que cobrará 69.000 brutos al año. Son 19.000 euros más para la alcaldesa respecto a su antecesor, pero esa misma cantidad subirán los salarios de los ediles con dedicación exclusiva de la oposición, que alcanzarán los 59.500 euros.

En Vigo, el alcalde cobrará la misma base que Rey pero enriquecida por sus trienios, aunque el gobierno de Abel Caballero será algo más caro porque habrá diez dedicaciones exclusivas, tres más que en el anterior mandato. Cobrarán como sus colegas coruñeses.

El de Pontevedra, el nacionalista Fernández Lores seguirá siendo el que cuenta con la nómina bruta más alta de salida, y algo se tendrá que notar la incorporación de los socialistas al poder. Sin embargo, el gran salto salarial del líder del BNG viene de muy atrás, del 2003, cuando logró incrementar su remuneración un 30 % con el visto bueno de socialistas y populares.

Los trienios convierten a Caballero en el mejora pagado, por encima de Lores

En Santiago y Ourense cambiaron los alcaldes, pero los salarios seguirán siendo iguales y apenas habrá variaciones en los gastos, que sí se notarán en Lugo. El acuerdo entre el PSOE y el BNG es mantener los sueldos, pero ahora habrá trece concejales con dedicación total (ocho del PSOE y cinco del BNG).

Localidades medianas

Es las localidades medianas, menos expuestas mediáticamente el escrutinio público, los salarios también crecen con salero. Narón, Mugardos, Oleiros, Abegondo o Vilagarcía tendrán que rascar en sus arcas para pagar mejor a sus alcaldes y concejales, aunque es cierto que la salud general de todas las cuentas es bastante más sólida. La comarca arousana es la que acumula más regidores bien pagados. El regidor de Vilagarcía se va a aupar a los 52.799 euros, va a tener a siete ediles liberados y, de forma genérica, ha incrementado las nóminas un 10 %. Con todo, no será el mejor pagado de la zona, porque su colega de Vilanova de Arousa está en los 53.000 euros y forma parte de la élite gallega de los políticos locales. En O Grove también se notará el incremento de actividad, ya que el alcalde, que cobrará 49.000 euros, tendrá a diez concejales liberados, seis de ellos a tiempo parcial. Con todo, ninguno ha logrado una subida como Telmo Martín, que empezó el anterior mandato en la oposición, acabó gobernando y, ahora, con mayoría absoluta, se ha subido 18.600 euros para tener una nómina de 48.600 en Sanxenxo, un municipio de 17.000 vecinos que pasa a ser la tercera localidad más poblada de Galicia en verano.

A Estrada, al máximo

En el corazón de Galicia se pueden ver las mayores oscilaciones entre regidores. A Estrada supera por poco los veinte mil habitantes, y su alcalde cobrará más de 58.000 euros, que es lo máximo que permite la ley, informa Rocío Pérez. En cambio, el regidor de Lalín, José Crespo, mantendrá el suelo de su antecesor -47.200 euros brutos- y que es el mismo que tenía en su anterior etapa, ya que se fijó en el 2010. Sin embargo, el lío se montó por las dedicaciones exclusivas. En la misma comarca, otro alcalde, el de Silleda (Manuel Cuíña, PSOE), también irá hasta el límite legal para recibir 3.411 euros al mes. En los concellos más rurales, los salarios se mueven entre los 35.000 y 39.000 euros, y no se esperan grandes alteraciones.

Que algún concejal o alcalde se convierta en diputado provincial es como una pequeña lotería para las arcas municipales, porque suele significar la liberación de un sueldo. En Nigrán, informa Ángel Paniagua, el alcalde Juan González (PSOE) cobró en el anterior mandato del ente provincial, y ahora se ha puesto un sueldo de 45.000 euros. El gasto total en salarios ha pasado de 99.000 a 189.000 euros.

Consultas ciudadanas frustradas y penalización por perder vecinos

El salario del alcalde y las remuneraciones municipales suelen convertirse en el primer motivo de polémica tras las elecciones locales. En la gran mayoría de los 313 concellos gallegos se aprueban sin estridencias, aunque hay casos singulares.

Agolada

Referendo frustrado. El alcalde de Agolada, Luis Calvo, va a cobrar 1.400 euros al mes. Una cantidad que es inferior a lo que perciben los funcionarios municipales y que el líder del Partido Anticorrupción y Justicia por el que se presentaba consideró que se debía someter a consulta entre los vecinos. Incluso llegó a anunciar que llevaría las urnas por las zonas más inaccesibles del municipio, pero la Subdelegación del Gobierno ha frenado su ímpetu democrático, advirtiéndole que no podría realizar el referendo. El exalcalde de Lalín, Rafael Cuíña, también ha sugerido una consulta ciudadana para avalar el sueldo de los asesores y ediles, pero no el del alcalde.

a illa

Menos población. El criterio del Gobierno para establecer los topes salariales máximos de los alcaldes se fijó en exclusiva con criterios demográficos. Y ese listón ha jugado una mala pasada al socialista Carlos Iglesias, alcalde de A Illa, que cobrará 42.452 euros repartidos en catorce pagas. Son dos mil euros menos de lo que percibía en el anterior mandato, porque el municipio arousano ha bajado de los cinco mil habitantes.

Barbadás

Alcalde sin sueldo. Los alcaldes sin dedicación exclusiva suelen localizarse en los concellos más pequeños de Galicia. Sin embargo, en Barbadás, municipio con influencia de la capital ourensana, el alcalde, Xosé Carlos Valcárcel (PSOE), tendrá ingresos por asistencia a plenos que se ha congelado, pero no un salario como tal. Sus concejales sí verán incrementados sus emolumentos mensuales por actividad, informa Xosé Manuel Rodríguez. El primer sueldo político irá para la teniente de alcalde, Victoria Mourenza (1.800 euros), y el resto de los ediles con responsabilidades cobrarán 1.500.

El gobierno ferrolano intenta reabrir el debate tras una década sin subidas

Ferrol es la única ciudad gallega que no tiene despejado el panorama salarial de la corporación.

Después de que el pasado miércoles el alcalde socialista Ángel Mato abriese la puerta a una subida de sueldos para todos los miembros elegidos en los pasados comicios, el regidor incidió ayer en la necesidad de abrir ese debate, porque los ediles llevan con el mismo sueldo desde el año 2009. No obstante, Mato esgrimió que si puso encima de la mesa la cuestión de la subida en las nóminas es porque«algunha forza política» de lo sugirió, declaró. El BNG ya avanzaba el miércoles que votaría en contra de esta iniciativa. Y dos días después de que el PSOE firmase con Ferrol en Común un acuerdo para la estabilidad del mandato, este grupo criticaba vía redes sociales esa posibilidad: «Ferrol e o seu novo goberno deben ter outras prioridades que a suba dos soldos». Mato, según informa Rocío Pita, asegura que no tomará ninguna medida «unilateralmente» en este sentido y que intentará buscar el acuerdo mayoritario de la corporación.

La demostración de que el debate no entiende de siglas es que el alcalde nacionalista de Ponteareas (23.000 vecinos) se subió su sueldo y el de sus concejales un 60 %, una operación que cuenta con la reprobación de la interventora municipal. Xosé Represas (BNG), con nueve de 21 concejales y siete dedicaciones exclusivas, negó a la oposición que la interventora pudiese actuar a propuesta de los populares. Muy cerca, en Mos, el Bloque critica a la alcaldesa Nidia Arévalo (PP) por subirse 486 euros al año.

Con información de las delegaciones de La Voz de Galicia