Asegura que la imagen se tomó en julio del 2012, pero recoge unas marcas de la Policía hechas dos meses después
06 ago 2019 . Actualizado a las 12:32 h.La Policía Nacional ha señalado con el dedo al lotero de la administración número 22, Manuel Reija, por haber mentido en su declaración sobre cómo se desarrollaron los hechos del descubrimiento de la primitiva. No obstante, el polémico boleto que ha sido reclamado por más de trescientas personas, no ha recibido por parte de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado un riguroso control desde su hallazgo hasta su reclamación por vía judicial.
Una de las irregularidades más llamativas es la copia del boleto que desde Madrid se remitía a los juzgados de A Coruña para las diligencias previas. El subdirector de Comercialización de Juegos y Loterías del Estado, Juan Antonio López Martínez, certificaba el 28 de enero del 2016, que el documento que adjuntaba «es copia autentificada del resguardo original, realizada el día 10 de julio del 2012». Algo no encaja en este documento, que recoge el boleto ganador fotografiado por ambos lados. Precisamente en la parte trasera del boleto asoman varias marcas numeradas y manchas fruto del trabajo de los especialistas de la Policía Científica que buscaron huellas en el famoso papel. Para ello se emplearon un reactivo químico y descubren 11 huellas dactilares que marcan con testigos métricos. Pero la Comisaría General de Policía Científica recibió la primitiva, según informes internos, el 24 de septiembre del 2012, y dieron por finalizado el estudio una semana después. Es decir, ¿cómo pudieron fotografiar el boleto con testigos métricos en julio del 2012 si no se aplicaron hasta septiembre de ese año?
El expediente aporta más curiosidades. El 17 de septiembre del 2012 el Sistema Técnico de Loterías del Estado dirige una carta al primer demandante en esta causa. En ella, el director de Promoción de Loterías, le anunciaba un documento adjunto detallando las diez transacciones anteriores y diez posteriores a la validación del resguardo ganador, tanto en el lugar de emisión como en la administración del supuesto cobro (la número 22 de A Coruña). Y antes de despedirse, añade: «Le informo que este resguardo fue presentado a cobro el día 07/09/12 en la terminal 940000, perteneciente a la Delegación de Madrid, a las 09.49.19 y a las 09.50.23 horas, pero no fue pagado. El mismo, permanece sin ser pagado a fecha de hoy».
Sorprendentemente, el mismo reclamante recibe la misma carta con la misma fecha pero con dos curiosas diferencias. En este se obvia el intento de cobro en Madrid y concluye simplemente con un «Le informo que dicho resguardo permanece sin ser cobrado a fecha de hoy». Y si en el anterior documento le saludaba atentamente «José Manuel Ortiz del Pozo, director de Producción», en esta segunda se percibe el borrado de la firma (quedan algunas letras inconexas) y aparecen tres mayúsculas, STL, que se supone equivalen a Sistema Técnico de Loterías.
Algunos abogados han reclamado ante la Fiscalía las grabaciones de las cámaras de seguridad de los establecimientos implicados, ya que están registradas perfectamente las horas de emisión y comprobación.
14 meses en secreto
Desde que alguien selló una primitiva que sería ganadora hasta que se conoció que había un boleto sin dueño pasaron 14 meses. En septiembre del 2013, el Ayuntamiento de A Coruña publicó en el Boletín Oficial de la Provincia una nota tan breve que en absoluto daba la dimensión de la millonaria cantidad que escondía. «A la vista del escrito presentado por Manuel Reija (el lotero de la administración número 22 que se encontró el boleto en su local) en relación con un resguardo de Loterías y Apuestas del Estado identificado con el número 178-049 48907-045, interesando que se promueva expediente al amparo del artículo 615 del Código Civil y habiéndose acordado así por esta alcaldía -gobernaba el popular Carlos Negreira-, se procede a dar publicidad a esta circunstancia para que las personas que pudieran acreditar su derecho sobre el objeto hallado, lo ejerciten en la forma que estimen oportuna».
El anuncio no aportaba más información. Ni dónde había sido sellado ni cuál era el premio. Desde entonces, más de trescientas personas pasaron por el Ayuntamiento para dejar por escrito las circunstancias en las que perdieron el boleto y cómo lo dejaron olvidado, así como la existencia o no de una marca en el billete. El lotero de San Agustín buscaba un ganador. Lo que nadie sabía entonces es que el lotero lo había intentado cobrar un año antes.
«Este culebrón va a dar para una serie en Netflix»
Belén Canosa, abogada de uno de los reclamantes del boleto, es muy descriptiva a la hora de resumir todos los lados oscuros que se ha encontrado en este caso. «Hace unos días en Madrid, en Puerta de Toledo, oí a dos hombres hablar de este tema, del boleto de A Coruña -explica la abogada-; este culebrón de la lotería va a dar para una serie de Netflix, al tiempo».
Sus clientes llevan luchando desde el inicio, con reclamaciones presentadas antes incluso de que saliese a la luz pública. «Llevamos siete años con esto, con investigación, pruebas,... En abril movimos el tema en los medios de comunicación y parece que han reaccionado», señala Canosa, que sigue esperando por la realización de una prueba de ADN. «Esto va con una lentitud enfermiza», espeta la abogada que ordenó bloquear la decisión de devolver el boleto ganador al lotero. «Faltaban solo dos semanas y fuimos los únicos en evitarlo». «Estábamos solos en este proceso, y ahora empieza a aparecer gente nueva que no había asomado, es todo muy raro». Canosa asegura que, cuando se resuelva el misterio del dueño del boleto, irá «a por Loterías, porque tiene que dar muchas explicaciones y tener en cuenta que desde el 2010 las personas jurídicas, en este caso la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas, puede incurrir en delito por no haber ejercido el debido control que se le supone». Entiende que, de no aparecer finalmente un ganador acreditado, el dinero debería incluirse en un bote en otro sorteo. «Si algo ha acreditado el lotero que se lo encontró es que él no hizo esa apuesta», añade.
Por otro lado, el Juzgado de Instrucción número 4 de A Coruña, donde se presentó la última denuncia que motivó las recientes operaciones de la Policía Nacional, se ha inhibido en el caso después de constatar que ya había un procedimiento abierto en el juzgado número 7. Actualmente el asunto está en Fiscalía, pero con el visto bueno a la inhibición del juez.