
Nacida en Lalín en 1993 empezó a formarse en la música a los cinco años. Este ha sido el primero que pasa subida al escenario de una de las mejores orquestas de Galicia
27 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Me cito con Lucía Sánchez (Velle, 1993) en Lalín, donde la París de Noia iba a cerrar los festejos. Menuda y sonriente, luce unos brillantes ojos oscuros, un rouge demoledor y la voz que uno espera de una cantante de su categoría. Se pide un zumo y habla y habla, todo simpatía.
-¿Qué tal ha ido el verano?
-Mucho trabajo, pero llevadero. Para mí ha sido el primer año en esta orquesta. A estas alturas del año debería estar deseando las vacaciones, pero me encuentro muy bien.
-¿Cuántas actuaciones hacen en una buena temporada?
-Unas 160, aunque no las conté.
-¿Solo en verano?
-¡Nooo! Todo el año. De noviembre a octubre.
-Es usted muy joven, pero ya tiene varias temporadas.
-Sí. Siete. Estuve dos en Ledicia, cuatro en Cinema y esta.
-Así que cuando empezó tenía...
-18 años, recién cumplidos. Era una orquesta de verano y alternaba los estudios y la orquesta.
-Hay que tener vocación, dicen sus compañeros.
-Te tiene que gustar mucho. Tiene muchas cosas buenas, pero es duro estar separado de tu ciudad, tu gente, tu familia... Y tienes que disfrutarlo. No puedes subir a un escenario si estás amargada. Sobre todo yo, que soy muy expresiva.
-De pequeña igual ya iba a ver a la París de Noia...
-Bueno, mis padres no eran mucho de ir a ver orquestas, pero cuando eran las fiestas del pueblo, yo flipaba. Aunque nunca pensé subirme ahí arriba. Me parecía lo máximo, imposible.
-¿Es verdad que la ficharon en una fiesta de fin de curso?
-Sí, de una academia de canto a la que iba. Me vieron los dueños de una orquesta y me llamaron.
-¿Y qué dijeron sus padres?
-Fliparon. A mi madre no le hizo mucha gracia. Ella quería que estudiara. Mi padre tenía menos miedos. Me llevaban todos los sábados a un karaoke para que cantara.
-Los que trabajan en las orquestas suelen diferenciar las provincias por la animación de la gente.
-Sí, ja, ja. En Ourense somos muy pachangueros. Nos encanta el bailoteo, pero también el rock, que es sagrado. En Lugo son más contenidos, aunque la animación progresa a medida que avanza la noche. En Pontevedra son algo menos animados, a veces parece que no les gusta. Y en A Coruña, lo que destaca es la juventud. Hay mucha y se ponen en las primeras filas. Si me pone un vídeo de cualquier actuación seguro que soy capaz de adivinar de qué provincia es.
-¿Cuál es la canción que nunca falla?
-Subido en el palo. A la gente le encanta.
-Llevarán ustedes música latina por un tubo.
-Sí, claro. Eso está a la orden del día. Para elegir un repertorio, lo mejor es salir de fiesta y ver lo que ponen por ahí. El trap, el reguetón, es lo que le gusta a la gente.
-Encima del escenario, alguna vez tendrá que escuchar cosas que no le gustan.
-Hay de todo. A veces falta un poco de educación y no solo por parte de los hombres. También hay novias que se enfadan.
-Explíqueme eso.
-Nosotros intentamos ser agradables con todos y, a veces, sonríes a un chico y su novia se enfada. O al revés, que también pasa.
-¿Le gustaría dedicarse a esto el resto de su vida?
-No, porque soy supermegafamiliar. Me encantaría crear mi familia. Cuando decida tener un hijo me será muy difícil cantar en una orquesta.
-Es difícil dejarlo, creo.
-La verdad es que, cuando no trabajo y voy a ver a otra orquesta, siento como un hormigueo por dentro. Es verdad que será difícil. Yo, a veces, ni siquiera lo veo como un trabajo.
-¿Tiene alguna noche especial guardada en el corazón?
-Cuando toco en Velle, eso es superior a mí.
-Seguro que, arriba en el escenario, se liga un montón.
-Bueno, ja, ja. Ahí arriba se llama mucho la atención. Pero todos somos lo mismo. Nadie es más que nadie.
-¿Cómo se prepara, va al gimnasio?
-¡Qué va! Soy un desastre para eso y como mucho chocolate. Mi ejercicio es la París de Noia todas las noches.
-¿Tiene novio?
-No. Es incompatible con este trabajo.
-¿Cómo se define en cuatro palabras?
-Hablo por los codos, siempre me estoy riendo, soy muy exigente en el trabajo y muy tenaz.
-¿Tatuajes?
-Sí. Y me voy a hacer más.
-¿Se arrepiente de algo?
-Creo que no. Si algo me salió mal, aprendí con los errores para poder hacerlo mejor la próxima vez.
-¿Celta o Dépor?
-¡Buf! Paso. Yo soy del Velle.
-Dígame una canción.
-O paraugas do Xosé, de O cuco do vello. Es una canción que asocio con mi abuelo. En Velle es casi un himno.
-¿Qué es lo más importante en la vida?
-Luchar por lo que quieres. El día de mañana podré pensar que hice lo que quería y lo que me gustaba. Soy muy feliz con mi trabajo. La verdad es que esto es un sueño.