
Las comunidades que atraviesa este itinerario analizan en Santiago cómo potenciarlo
12 dic 2019 . Actualizado a las 09:59 h.De catedral a catedral, atravesando cuatro comunidades y tocando hasta cuatro ciudades Patrimonio de la Humanidad. El Camino de la Plata es uno de los itinerarios jacobeos más destacados. Entre el 1 de enero y el 30 de noviembre más de 9.000 peregrinos escogieron esta ruta para abrazar al Apóstol. Con inicio en Sevilla, sus cerca de mil kilómetros tocan suelo andaluz, extremeño, castellano leonés y, por supuesto, gallego. Desde este jueves y durante dos días, representantes de cultura y turismo de los cuatro gobiernos autonómicos participan en Santiago en unas sesiones de trabajo en las que se expondrán las principales líneas de actuación de las autonomías implicadas, con el objetivo de dinamizar este itinerario de cara a la celebración del próximo Año Santo 2021. La conservación y señalización homogénea del trazado, las mejoras en los servicios, la creación de nuevos materiales como guías o muestras, las acciones culturales comunes o el impulso de acciones conjuntas de promoción son algunos de los asuntos clave que está previsto tratar. También analizarán la conexión que el impulso del Camino de la Plata puede tener con las estrategias de desarrollo turístico de los distintos territorios. El impulso económico tiene especial trascendencia si se tiene en cuenta que la ruta pasa por algunas de las zonas que forman parte de lo que se ha dado en llamar la España vaciada, aquella más golpeada por la pérdida de población y el aislamiento, que puede encontrar en activos como el camino jacobeo un puntal al que asirse.
Para Galicia el valor del Camino de la Plata no pasa desapercibido. Por su acreditado valor histórico, artístico y cultural, la Xunta ha propuesto la incorporación de Andalucía y Extremadura al Consejo Jacobeo, donde figuran las comunidades atravesadas por Caminos considerados Patrimonio de la Humanidad.

El tramo gallego
La ruta entra en la comunidad por hasta tres variantes. La primera posibilidad, alcanzar Astorga para unirse al Camino Francés; la segunda, tomar por Puebla de Sanabria y A Gudiña; y la tercera, unirse a trazados portugueses para entrar por Verín. A la señalización de sus 403 kilómetros en suelo gallego la Xunta ha dedicado este año 2,1 millones de euros, materializados en 434 hitos de piedra, 285 conchas de cerámica y 69 señales verticales repartidas por 33 concellos distintos. Además, este itinerario cuenta con un contrato propio de servicio para su mejora y mantenimiento, que supondrá actuar en más de 236 kilómetros con una inversión de 1,63 millones de euros.
Actualmente, en el tramo gallego de la Vía de la Plata existen más de una docena de albergues públicos. A ellos está previsto que se sume una remodelada Casa da Viúva, en A Gudiña, y el albergue del monasterio de Oseira, con un proyecto que permitirá su mejora y su incorporación a la red de albergues de la Xunta. Solo el año pasado, los alojamientos de esta ruta registraron un total de 20.161 pernoctas.
El patrimonio natural y etnográfico de la provincia de Ourense, la comarca del Deza o el cauce del río Ulla son los grandes atractivos de un itinerario que, además, fue homologado en el año 2017 por la Real Federación de Hípica de España como la primera ruta ecuestre establecida en Galicia.
Caluroso, más llano y trufado de atractivos
Al calor de la calzada romana denominada Vía de la Plata, que conectaba las ciudades de Emerita Augusta (la actual Mérida) y Asturica Augusta (hoy Astorga), y siguiendo en buena medida su trazado, se configura el Camino de la Plata a Santiago. Por esta vía se dice que avanzó Almanzor cuando asedió Compostela y acabó llevándose las campanas de la Catedral. Siglos después, tomada de nuevo Córdoba, retornaron a Santiago por la misma ruta, al tiempo que crecía el número de peregrinos que, desde el sur, se ponían en camino para visitar la tumba del Apóstol, consolidando este itinerario como el preferido por los andaluces y extremeños.
Más llano que otros trazados, aunque de contundentes condiciones meteorológicas si se afronta con calor, tiene en lo singular de sus paisajes y en sus elementos patrimoniales sus grandes atractivos. Sin obviar la singularidad de que une en su trazado cuatro ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad: Mérida, Cáceres, Salamanca y León.
