El fraude por cobro de pensiones de fallecidos afecta a tres provincias gallegas

La Voz

GALICIA

SIMÓN BALVÍS

La policía desvela las pesquisas para sacar a la luz una estafa de seis millones de euros cometida por media España

05 feb 2020 . Actualizado a las 18:16 h.

Los implicados en Galicia residían en las provicias de A Coruña, Ourense y Pontevedra y, en todos los casos, estaban relacionados con personas que estuvieron cobrando ilegalmente las pensiones de familiares ya fallecidos. Esta operación se llevó a cabo a lo largo del año pasado, con actuaciones en 21 provincias de toda la geografíla nacional.

Según la policia, han sido 11 los detenidos durante el 2019 a causa de un fraude que supera los seis millones de euros. Los investigadores analizaron 12.586 abonos indebidos, 75 cuentas bancarias, 23 casos con más de 100.000 euros defraudados y 40 pensiones cobradas durante más de diez años.

Entre los casos investigados en el marco de una operación iniciada tras diferentes denuncias presentadas contra personas del entorno familiar del pensionista, 22 jubilados habían muerto hacía dos décadas y once de los fallecidos eran españoles en el extranjero. Los implicados eran, principalmente, hermanos, hijos, nietos y sobrinos, además de maridos, esposas, yernos y expareja, según recoge la agencia Efe.

Sin embargo, no todos los identificados han pasado a disposición judicial, entre otros motivos porque han fallecido, padecen enfermedades graves, tienen una edad avanzada o viven en Alemania, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Suiza y Venezuela.

Las pesquisas, según destaca la Policía, han supuesto «un reto para los agentes», que han intervenido en Álava, Alicante, Almería, Asturias, Barcelona, Cáceres, Cantabria, Córdoba, Gerona, Huelva, La Coruña, Las Palmas, Madrid, Málaga, Murcia, Orense, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

Destaca entre los casos investigados el de una mujer que se presentó en un banco con una «actriz» que se hizo pasar por su madre, fallecida cuatro años antes, con el objetivo de falsificar la firma de la titular de la cuenta. Con esta artimaña, la implicada consiguió sacar dinero en efectivo hasta en 200 ocasiones durante más de 20 años, que han supuesto en total un fraude a la Seguridad Social de más de 74.000 euros.

Otro de los casos acabó con el arresto del trabajador de un banco que facilitó 62 reintegros de la cuenta de una mujer fallecida mediante la falsificación de justificantes y cartillas mientras sacaba partido de la confianza de sus compañeros de oficina. Los agentes procedieron a detenerlo cuando sacaba dinero en un cajero. Hasta entonces, según la investigación, y para cometer el presunto fraude, aprovechó encuentros en el banco con personas mayores con el fin de hacer creer a sus compañeros que eran los verdaderos titulares de las cuentas.