Feijoo ya tenía asentada una nueva mayoría absoluta antes de la crisis del covid-19
GALICIA
El PP obtenía en marzo 41 escaños y el 49 % de los votos, frente a los 34 que sumaba toda la izquierda
14 may 2020 . Actualizado a las 08:26 h.El presidente de la Xunta ha decidido sacar del congelador el proceso electoral que se suspendió de manera cautelar por la pandemia del coronavirus, una crisis que trastocó por completo la vida de todos los gallegos y que está por ver cómo influirá en la opinión que los electores se han podido formar del Gobierno y de los principales formaciones políticas. La cita con las urnas será también la encargada de dictaminar quién saldrá mejor o peor parado del envite. Pero hay un punto de partida: la última encuesta elaborada por el Instituto Sondaxe para La Voz a principios de marzo, antes de que se suspendieran los comicios previstos para el pasado 5 de abril. Esa colocaba al presidente de la Xunta y líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijoo, en disposición de revalidar la mayoría absoluta con una ventaja similar a la que ya obtuvo en las convocatorias electorales del 2012 y el 2016.
Está por ver si las nuevas elecciones gallegas reforzarán el rally round the flag, el llamado efecto bandera que se aprecia en casi todos los estudios demoscópicos difundidos en Europa, que muestran a los electores otorgándole un plus de confianza a las fuerzas políticas encargadas de gestionar la crisis sanitaria. Lo cierto es que en el caso de Galicia, Feijoo ya tenía una posición afianzada antes de que fuera declarada la pandemia, como acreditan las encuestas elaboradas por Sondaxe en el trimestre precedente. El sondeo de enero le otorgaba una mayoría absoluta raspada, de 38 escaños, que aumentaba a 39 en el estudio de febrero para situarse finalmente en 41 diputados -los mismos que tiene ahora- en el informe elaborado entre el 10 y el 13 de marzo, cuando los partidos gallegos ya empezaban a retocar sus agendas y sus actos de campaña por los efectos de la epidemia.
Ese estudio es la foto de partida para unas autonómicas que salvo giro de última hora se convocarán para el mes de julio. El sondeo situaba al PP en cabeza, con 41 escaños y una estimación de voto del 49,2 %, lo que permitía a los de Feijoo recuperar terreno y avanzar casi cinco puntos respecto al mes de febrero precedente.
La progresión de los populares tenía su reflejo en las cuatro provincias, pero de manera especial en A Coruña, lo que le permitía ganar dos escaños más en las circunscripciones occidentales, ambos a costa de los números del Bloque en sondeos anteriores.
La encuesta otorgaba a las fuerzas de la oposición un peso similar al actual, aunque con un reparto bien diferente. El PSdeG-PSOE, con Gonzalo Caballero al frente, asumiría el liderazgo de la izquierda, que perdió en el 2016 frente a En Marea. Los socialistas mejorarían así su registro en el Parlamento, pasando de 14 a 16 diputados y avanzando 1,1 puntos en estimación de voto en la media gallega. En la provincia de Pontevedra, donde el PSdeG gobierna las ciudades de Vigo y Vilagarcía, así como la Diputación, la progresión sería de 4,5 puntos.
La encuesta de marzo mostraba a un BNG que cedía dos escaños respecto al estudio de Sondaxe de febrero. Aun así, obtendría 11 diputados y el 15,1 % de los votos, lo que casi le permitiría duplicar la representación de seis escaños que tiene ahora.
La coalición Galicia en Común, formada por Podemos, Esquerda Unida, Anova y varias mareas, sale de la encuesta de marzo con una representación de siete escaños y el 10,2 % de los votos, perdiendo algo de terreno en comparación con el estudio de febrero, que le otorgaba el tercer diputado por Pontevedra y dos puntos más de estimación de voto.
Otras formaciones como Ciudadanos o Vox mostraban registros marginales en la encuesta, con un voto estimado en el entorno del 1,1 %, muy lejos del 5 % que se requiere para entrar en el reparto de escaños.
El gran reto para el PSdeG: retener el apoyo logrado durante las dos generales del 2019
El excelente resultado obtenido por el PSOE en Galicia en las generales del abril del 2019, al erigirse en primera fuerza política, por delante del PP, por primera vez en la historia de la autonomía, permitió a los socialistas empezar a albergar el sueño de consolidar esta posición en los procesos electorales siguientes para acabar con la hegemonía del PP en Galicia.
Es algo que lograron confirmar en las europeas de mayo, aunque no en las municipales, pero que ya no estuvo a su alcance cuando se repitieron las elecciones generales en noviembre pasado, cuando el PPdeG volvió adonde solía, superando en votos al PSdeG, aunque obteniendo el mismo número de diputados: 10 cada uno.
Ahora bien, las tablas relativas al trasvase de voto recogidas por el Instituto Sondaxe en marzo reflejan que el PSdeG no estaba en aquel momento en disposición de retener todo el caudal de apoyo conseguido en las generales de noviembre, pues se le esfumarían seis de cada diez votantes hacia el PP, el BNG o la abstención.
Y es que frente al PPdeG, que tiene una fidelidad de voto del 86,8 % respecto a las generales de noviembre, la del PSdeG solo le permitiría retener el 39,4 % de sus sufragios. Uno de cada tres antiguos electores (el 34,9 %) se refugiaba en marzo en la indecisión, mientras el 10,4 % estaban en disposición de elegir en autonómicas la papeleta del BNG y otra porción similar, el 9,4 %, se inclinarían por respaldar al Partido Popular de Feijoo.
Así estaban los cuatro aspirantes antes de la suspensión del mes de marzo
Uno de los aspectos en los que indagaba la última encuesta elaborada por Sondaxe para el marco autonómico gallego era la valoración de líderes políticos, de tal forma que en marzo volvía a destacar al presidente de la Xunta y líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, como el candidato con mayor nivel de popularidad -el 98,6 % de los gallegos dicen conocerlo- y que logra también la mejor puntuación.
Feijoo era entonces el único de los líderes políticos gallegos con un aprobado, con una nota de 5,8 sobre un máximo de 10, y su grado de aceptación aumentaba hasta el 8,32 entre los entrevistados que se declaran votantes del PP.
Aunque la gestión de la crisis del coronavirus puede alterar de manera sustancial estas puntuaciones, lo cierto es que el último ránking que elaboró Sondaxe situaba a la candidata del BNG, Ana Pontón, como la segunda mejor valorada del arco político gallego, con una nota de 4,57, dándose además la circunstancia de era la única dirigente que superaba la barrera del aprobado entre todas las fuerzas de la izquierda, pues los electores de Galicia en Común le otorgaban una nota de 5,73, los del PSdeG un 5,41 y los del BNG elevaba la puntuación hasta el 7,3 sobre 10.
El aspirante del PSdeG, Gonzalo Caballero, obtenía una nota de 4,53, que alcanzaba el 6,3 entre los que se declaran votantes socialistas. En cuanto a Antón Gómez-Reino, de Galicia en Común, era en marzo un líder poco conocido -solo el 29,2 % decían saber quién era- y le daban una nota de 3,46 sobre 10, que subía al 6 entre sus votantes.
FICHA TÉCNICA DE LA ENCUESTA DE SONDAXE
Ámbito: Galicia. Universo: Población residente con derecho a voto (no se incluyen los residentes ausentes). Muestra: 1.200 entrevistas, 300 en cada circunscripción electoral. Trabajo de campo: Del 10 al 13 de marzo del 2020. Tipo de entrevista: Técnica mixta: telefónica asistida por ordenador (sistema CATI) y personal asistida por tabletas (sistema HAPI). Selección de las entrevistas: Polietápico, independiente para cada circunscripción, estratificado por tamaño de hábitat. Para el campo telefónico selección de hogares mediante semilla de aleatorización de una base de datos telefónica; para el campo personal sistema de rutas aleatorias en los municipios. En ambos casos cuotas de sexo, edad y ocupación para seleccionar la persona a entrevistar. Error de muestreo: En la hipótesis más desfavorable (p=q=50%) y con un nivel de confianza del 95,5%, el error máximo admitido es de de +/-2,89% en el conjunto de Galicia y de +/-5,77% en cada circunscripción. Realización: Instituto Sondaxe.