El expresidente del Gobierno y Pablo Casado destacan la «experiencia» del candidato durante un simbólico mitin en una plaza de toros de Pontevedra casi vacía
27 jun 2020 . Actualizado a las 17:42 h.Mariano Rajoy y Pablo Casado llenaron la plaza de toros de Pontevedra de piropos hacia el candidato Alberto Núñez Feijoo. Fue lo único que hubo en exceso en un recinto sobredimensionado para las trescientas personas que estaban convocadas por un partido que no quiso renunciar al espacio donde siempre ha mostrado su músculo en Galicia con llenos hasta la bandera al inicio de las campañas autonómicas. Esta vez era una cuestión simbólica, para enviar un mensaje de «prudencia e de homenaxe aos galegos que xa non están, e as súas familias», justificó Feijoo.
Antes y después del candidato hablaron los dos líderes nacionales, uno en activo y el otro retirado de la política, que se llevó la gran ovación de la mañana incluso antes de abrir la boca. Cuando habló, Rajoy ofreció un discurso cargado de recuerdos, desde sus comienzos en la política autonómica hasta la etapa en Moncloa, con momentos duros como el de la recesión económica de hace una década: «Yo era presidente del Gobierno y aquí en Galicia ya se gestionó la crisis mejor que ningún sitio. El presidente de la Xunta aguantó mejor que nadie, y Galicia se convirtió en una de las comunidades autónomas más dinámicas de España». Aquellos tiempos de zozobra le dieron pie para recomendar a los gallegos que renueven su confianza en el actual presidente, «porque en una situación compleja aquí se ha vuelto a dar una lección de serenidad y de hacer las cosas bien, por eso podemos fiarnos del Gobierno». El pontevedrés auguró que Feijoo seguirá gobernando por su capacidad para pensar en todos los gallegos, «sin hacer política sectaria o doctrinaria», mientras que la alternativa es un «bipartito multiplicado por dos», en el que puso en duda que el PSOE vaya a ser la fuerza más votada.
El PP en la crisis sanitaria
Pablo Casado intercaló mensajes propios de la campaña gallega con otros en clave nacional, aunque evidenció su esfuerzo por presentar su estrategia durante la pandemia como la de un «partido de Estado» que ha respaldado al Gobierno en los momentos importantes, por lo que interpreta que su formación «ha estado a la altura. Somos el único partido que da cobijo a los españoles que quieren seguir viviendo tranquilos, con políticos que resuelvan y que no creen más preocupaciones», dijo, una reflexión que le llevó a alabar el trabajo de los presidentes autonómicos y en concreto el de Galicia, «que se adelantó al Gobierno para proteger a los gallegos». También repartió elogios hacia Rajoy y su etapa en el poder, en la que asegura que se puso en valor «la normalidad del PP». Sobre el candidato gallego, retomando la crisis sanitaria, destacó que «se ha dejado la piel por sus paisanos. No dar una vida por perdida resume tu legado en la Xunta», y por eso hizo un llamamiento a impedir que «cuatro proyectos fallidos no sustituyan a uno exitoso. La suma de lo que no aporta nada no merece sustituir al PPdeG», afirmó en referencia a la actual oposición, por eso le recomendó a los electores «dejar a Galicia en las manos expertas de Feijoo».
Unidad, moderación y confianza
La pandemia y la crisis socioeconómica también se convirtieron en el eje de las palabras de Feijoo, que al igual que Rajoy puso como referencia los malos momentos del comienzo de la década superados con «unidade, moderación, traballo, rigor, esforzo, determinación e respostas conxuntas», valores que a su juicio encarna su partido, para el que pidió el voto «para traballar desde o primeiro día con confianza, certezas e xestión». Al otro lado, en los partidos de la oposición, «solo hai improvisación, posturas extremas, desconfianza, e experimentos, un Goberno fronte a un multipartito», resumió.
Sobre las próximas semanas de campaña, el candidato y presidente de la Xunta adelantó algunos de los calificativos y descripciones que espera oir: «Que si soy de la ultraderecha mesetaria o si hoy el más progre de los progres. Que si soy nacionalista o lo contrario. Si soy o no soy del PP. No me preocupa mucho. Después de tanto tiempo los gallegos me conocen, con mis defectos y algún acierto. Saben cuál es mi partido y creo que Galicia no tiene que estar condenada a la confrontación de bloques. Esto es una cuestión de prioridades, y mi prioridad son los ciudadanos. Mi partido lo sabe, lo acepta, lo valora, y por eso es mi partido». Ante unas urnas que todavía están vacías, Feijoo continuó el hilo abierto por Rajoy y se mostró convencido de que los gallegos iban a dar a España el próximo 12 de julio una lección de «sentidiño, serenidade e moderación».