Proponen asistencia a las aulas en jornadas alternas o menos días a la semana
20 ago 2020 . Actualizado a las 20:12 h.Todas las comunidades autónomas, sin excepción, consideran que lo óptimo es que el curso que se abrirá en septiembre sea presencial. Pero ese regreso total a las aulas ha empezado a peligrar por la mala evolución de la situación sanitaria, y ya son varios los gobiernos autonómicos que barajan una vuelta al cole en la que tendrán que convivir la docencia presencial y el trabajo desde casa.
Murcia, que en julio había anunciado que el curso 2020-2021 comenzaría con todos los alumnos de infantil, primaria y secundaria en los centros, planteó este jueves un regreso semipresencial para la mayoría de los estudiantes. Solo los centros de educación especial y el primer ciclo de infantil, de cero a tres años, mantendrían su actividad totalmente presencial. A partir de los tres años y hasta 2.º de ESO, la atención educativa sería presencial cuatro días a la semana en aquellos grupos con más de 20 alumnos por aula, en el caso de infantil y primaria, y los 24 en los dos primeros cursos de secundaria. En 3.º y 4.º de ESO, Bachillerato y FP (excepto FP básica) los estudiantes asistirán al centro en días alternos (lunes, miércoles y viernes, una semana, y martes y jueves, la siguiente), reduciendo a la mitad el número de chavales en los institutos. Los días que esté en casa, el alumnado podrá seguir las lecciones por videoconferencia en directo o a través de videolecciones y actividades propuestas por el profesorado.
Esa asistencia en días alternos para los cursos de 3.º de la ESO en adelante está siendo barajada asimismo desde hace unos días por el Gobierno de Aragón. El protocolo de la Comunidad Valenciana ya recoge esa misma previsión para las aulas de Secundaria que no permitan la distancia de metro y medio, excepto en el caso de los alumnos de primer año, que asistirán al centro todos los días.
También Asturias admitió este jueves estar reevaluando su protocolo de vuelta a clase, valorando la posibilidad de recurrir a un sistema mixto desde el primer día de curso, que combine enseñanza presencial y telemática, una cuestión que tendría repercusión en la jornada continua que en julio se impuso a los centros de primaria. «Seguimos convencidos de que el modelo óptimo es presencial, pero la situación epidemiológica ha cambiado a peor», indicó el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, que señaló que, a día de hoy, ninguna comunidad autónoma puede decir cómo será el inicio del curso escolar. «Los próximos quince días serán definitivos», aseveró.
Desde Galicia, la Consellería de Educación ha insistido en que, por el momento, no hay modificaciones sobre el protocolo ya presentado, que prevé un inicio de curso totalmente presencial. La única novedad admitida por el momento podría ser el uso obligatorio de mascarillas durante toda la jornada lectiva para el alumnado de seis años en adelante comentado el miércoles por Feijoo.
Discrepancias en Madrid
En el Gobierno de Madrid parece haber discrepancias. Mientras que el consejero de Sanidad Enrique Ruiz (PP), se mostró este jueves contrario a un inicio de curso «al cien por cien» presencial, el vicepresidente de la Comunidad Ignacio Aguado (Ciudadanos), dijo que «no contempla otra opción» que la asistencia física a las clases. Por su parte, el consejero de Educación madrileño Enrique Ossorio (PP), indicó que se están revisando los cuatro escenarios establecidos en las instrucciones publicadas en julio para adaptarlos a la «situación real» de la evolución sanitaria y que podrían contratarse 8.500 profesores para realizar desdobles de clases.
Ossorio también rechazó que haya una falta de planes para el inicio del curso, y señaló que se reajustan porque la situación epidemiológica no ha sido positiva en verano en toda España. A pasar de la complejidad de organizar el regreso a las aulas, el consejero aseguró que «desde el 9 de julio, cuando los docentes se van de vacaciones, como es normal, tenían tiempo para preparar. Cuando todos nos confinamos, los supermercados seguían teniendo alimentos, seguro no les dieron las instrucciones con muchos días pero ahí estaban los alimentos», añadió. El consejero no cree que salga adelante el anuncio de huelga de profesorado hecho público este miércoles por CC.OO., UGT, CGT y STEM, una convocatoria que circunscribió a razones estrictamente políticas. Hasta ahora la Comunidad de Madrid ha preparado cuatro escenarios, que van desde la presencialidad total (escenario 1), al confinamiento, incluyendo un escenario, el segundo, semipresencial.
Presencialidad prioritaria para el Ministerio
Mientras tanto, en Cataluña, el consejero de Educación, Josep Bargalló, reconoció que se están trabajando aún cuestiones como los ratios máximos o el uso obligatorio de la mascarilla, pero que no se baraja renunciar a la presencialidad, clave para garantizar la «equidad». Una opción, la de la docencia en el aula, que tal y como recordó ayer el Ministerio de Educación a través de un tuit, se estableció como prioritaria en el acuerdo alcanzado con las autonomías en la Conferencia Sectorial del 11 de junio.
«Todo se ha organizado no tarde, ni tardísimo, sino extremadamente tarde»
La Unión Sindical de Inspectores de Educación (USIE) ha criticado la demora a la hora de convocar la Conferencia Sectorial del 27 de agosto para tratar la vuelta al cole y la Conferencia de Presidentes autonómicos anunciada para finales de mes, que «son dos ejemplos evidentes de que la educación en España no es considerada un asunto de Estado».
«Todo se ha organizado no tarde, ni tardísimo, sino extremadamente tarde», ha reprochado el sindicato en un comunicado firmado por su presidente, Jesús Marrodán, que califica de «decepcionante la falta de realismo y compromiso con la educación y la carencia de liderazgo del Ministerio de Educación, que no está tomando decisiones relevantes concretas ni coordinando las políticas educativas territoriales». En este sentido, el sindicato defiende que son necesarios «unos criterios educativos y sanitarios claros y una mayor dotación de medios materiales y humanos» para garantizar la reapertura segura de los centros educativos, «más necesaria que nunca ante la ola de rebrotes». Además, USIE cree que será necesario «un mayor compromiso» de inversión que los 2.000 millones anunciados por el Gobierno.
Respecto a la modalidad de estudio, el sindicato opina que las clases virtuales constituyen «la antiescuela por cuanto la socialización es muy escasa y el aprendizaje se resiente sensiblemente». Por esta razón, aboga por garantizar la presencialidad del alumnado.