La mascarilla será obligatoria en todas las universidades, cuyas aulas deberán garantizar la máxima ventilación

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Oscar Vázquez

El Ministerio de Universidades no recomienda doblar las aulas por la falta de recursos, pero sí combinar la enseñanza presencial con la online cuando no se pueda garantizar el 1,5 metros de separación entre alumnos. Las facultades gallegas ya estaban adoptando por su cuenta la mayoría de las medidas propuestas

01 sep 2020 . Actualizado a las 12:25 h.

La Comisión Delegada de la Conferencia General de Política Universitaria, que se reunió este lunes presidida por el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, en lugar del ministro Castells, convaleciente de una operación, acordó una serie de recomendaciones para el inicio de las clases universitarias, que tendrá lugar en España a partir del día 21. La principal de las medidas tiene que ver con el uso obligatorio de la mascarilla en las aulas, unos espacios en los que se deberá garantizar la máxima ventilación. El Ministerio de Universidades no recomienda doblar las aulas por la falta de recursos, tanto materiales como docentes, pero sí combinar la enseñanza presencial con la online cuando no se pueda garantizar el 1,5 metros de separación entre alumnos. La facultades gallegas ya estaban adoptando por su cuenta la mayoría de las medidas propuestas en los protocolos que preparan para el inicio del curso 2020-21.

En un encuentro, al que asistieron representantes de todas las universidades españolas, tras tres horas de debate se aprobó un documento que recoge las principales medidas que las universidades deberán adoptar en prevención contra el covid-19. Entre ellas, se acordó que cada universidad deberá garantizar que el número de estudiantes en la instalación no supere la capacidad de la misma teniendo en cuenta la separación de 1,5 metros entre los ocupantes. «Si la capacidad de la instalación que garantiza la separación de 1,5 metros es inferior al número de estudiantes matriculados, la actividad no podrá desarrollarse de forma presencial en su totalidad y las universidades deberán tomar las medidas pertinentes para que se pueda llevar a cabo de forma online», dice el documento.

En ese caso  «si se dispone de los equipos de retransmisión adecuados, las universidades podrán optar por realizar la actividad presencial con los estudiantes con los que se cumpla la condición anterior y retransmitirla de forma síncronizada vía videoconferencia para el resto de estudiantes matriculados en esa asignatura. En esta opción, deberían rotarse periódicamente entre los estudiantes que reciben la enseñanza presencialmente y aquellos que la reciben por videoconferencia». Si la capacidad de la instalación que garantiza la separación de 1,5 metros es superior al número de estudiantes matriculados, la actividad podrá desarrollarse de forma presencial garantizándose todas las medidas de higiene pertinentes.

Las universidades reconocen que adaptarse a esta situación supondrá un importante desembolso en equipos digitales y audiovisuales, así como en formación del profesorado, algo que deberá ser tenido en cuenta por las Administraciones competentes, subraya el documento. «Las transferencias presupuestarias a las comunidades autónomas que el Gobierno de España ha aprobado con el fin de ayudar a que el sistema educativo, incluido el sistema universitario, puedan superar los efectos adversos de la pandemia y constituir un soporte presupuestario para atender a las necesidades sobrevenidas».

Protocolo en caso de contagio

El documento recoge también las medidas que se deben adoptar en caso de que en las aulas aparezca un rebrote. La universidad, que deberá nombrar a una figura responsable, deberá habilitar un espacio de aislamiento para la persona afectada mientras no se le realiza la prueba. Si se confirma el positivo, se hará un estudio entre sus contactos para ver si hubo contagios. «Una vez detectadas esas personas, se les comunicará que deberán pasar a estar en cuarentena en su habitación en sus lugares de residencia y, por tanto, deberán dejar de asistir a las actividades académicas presenciales». Se les realizarán PCR y estarán catorce días en cuarentena, tanto si dan positivo como si no, porque en ese tiempo pueden desarrollar la enfermedad. Todas las facultades, escuelas e institutos de investigación deberán disponer de material de protección para ser utilizado en el caso de detectar un caso sospechoso en un o una estudiante, o en el profesorado y el personal de administración y servicios, durante el aislamiento en el centro universitario. Los alumnos afectados tendrán derecho a la enseñanza no presencial. 

El documento no concreta qué se hará en caso de que se detecte un número importante de casos en una facultad o escuela, ya que la decisión «deberá ser tomada conjuntamente por los responsables de la universidad y las autoridades responsables de la política sanitaria y de la política universitaria».