El perfil técnico domina sobre el político en casi todas las consellerías
07 sep 2020 . Actualizado a las 12:20 h.Al contrario de lo que hizo al inicio de su tercera legislatura, Feijoo ha decidido arrancar la nueva con un profundo cambio en su gabinete que implica cambiar nombres y competencias en media docena de consellerías y recuperar la figura de los dos vicepresidentes. Junto a Rueda y Conde, nueve dirigentes más, la mayoría nacidos entre 1968 y 1972, que tendrán que afrontar una crisis social, sanitaria y económica de profundidad desconocida.
Alfonso Rueda- Vicepresidente primero y Conselleiro de Presidencia
El número dos con poder territorial que ahora tendrá cancha para lucir
J.C.
A Alfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 1968) le pareció un poco excesiva la seguridad que desprendía Feijoo en el 2006, convencido de que iba a recuperar a la primera la Xunta para el PPdeG. Pero creyó ciegamente en él, ordenó un partido que estaba cabizbajo y descompuesto, y se convirtió en el primer escudero del líder cuando desbancaron al bipartito. En el 2012 vio reconocido su trabajo en la sombra con la Vicepresidencia única, cuando el runrún de que el jefe se marcharía a Madrid más pronto que tarde era insistente. La tesis del delfinato se quedó coja cuando Rueda dio un paso atrás en el PPdeG para liderar a los populares de Pontevedra, una provincia que da disgustos y alegrías electorales a partes iguales. Siempre ligó su futuro político a Feijoo, pero mientras el líder crecía, él se ha mantenido en su sitio, que no es poco. En la última legislatura tuvo que lidiar con una dura huelga en Xustiza de más de tres meses que finalmente se recondujo tras la aprobación de mejoras salariales. Con la digitalización administrativa encauzada, también le toca gestionar las relaciones con los concellos, más complejas con la nueva directiva de la Fegamp, así como las emergencias y el grupo de coordinación para la crisis del covid. Ahora suelta Igualdade, otra área áspera, y recibe Turismo, bastante más lucida.
FRANCISCO CONDE - VICEPRESIDENTE SEGUNDO Y CONSELLEIRO DE ECONOMÍA, EMPRESA E INNOVACIÓN
El hombre tranquilo que ha ido creciendo hasta asumir su mayor reto
F.F.
Un hombre tranquilo, prudente... Un hombre adicto al trabajo, pero con carácter, que saca a relucir cuando toca pelear por Galicia, tanto en sus negociaciones con empresas, como con el Gobierno central. Así describen quienes le conocen a Francisco Conde López (Monforte, 1968), el pilar de la política económica e industrial del Ejecutivo Feijoo. El presidente gallego lo rescató de la Universidad San Pablo CEU en el 2009 para nombrarlo asesor, y once años después escala hasta ser el número 3 de la Xunta. Ejerció durante tres años a la sombra del presidente hasta el 2012, cuando se le confió la Consellería de Industria. Ahora Conde asume la vicepresidencia segunda y afronta su tercer mandato al frente de uno de los departamento más difíciles del Ejecutivo autonómico. Más ahora, con los estragos provocados por la pandemia. Entre los problemas que le traen de cabeza, los que afectan a la gran industria gallega (con Alcoa a la cabeza), de la que dependen 5.000 puestos de trabajo. El precio de la electricidad en España —cuya regulación depende del Gobierno central, aunque la Xunta aplica impuestos autonómicos propios a la producción de energía— es uno de sus grandes caballos de batalla con los ministerios de Industria y de Transición Ecológica. Sus otros retos: preservar sectores vitales como la automoción, el textil, la aeronáutica y el naval.
JULIO GARCÍA COMESAÑA - SANIDADE
Un físico experto en gestión al mando de la crisis sanitaria
á. paniagua
Cuando era un adolescente de la parroquia de Candeán, Julio García Comesaña (Vigo, 1968) se montaba en su bicicleta a menudo y cruzaba por el monte hasta un lugar donde se estaba ejecutando una obra monumental que se veía desde su casa. Corrían los años ochenta y ese chico de origen humilde no sabía que acabaría trabajando en ese lugar ni que llegaría a ser el jefe de todo aquello. Era el inicio de la construcción del Meixoeiro. En ese hospital tiene su plaza de radiofísico el nuevo conselleiro de Sanidade, el primero que no es médico desde Romay Beccaría (1996). Su carrera como gestor sanitario comenzó con el gobierno de Touriño (PSOE). Comesaña, vinculado a la UGT, fue director de centro del Meixoeiro con el bipartito. La gestión le gustó y logró que el PP lo mantuviese en puestos de responsabilidad directiva. Pero nunca se le adivinó un perfil político hasta que ejerció como gerente del área sanitaria de Vigo, donde llevaba un año en el que ya ha ido mostrando sus simpatías por el PP. Ahí lo situó Jesús Vázquez Almuiña porque la crisis de la atención primaria se había descontrolado. Es un hombre de tono suave y maneras amables, capaz de sentarse a hablar durante horas. Fue lo que hizo con los líderes del movimiento de primaria nada más llegar, y logró calmar la crisis. Comesaña es conselleiro, pero no es político, como su antecesor. Le apasiona la técnica y durante la epidemia de coronavirus se ha convertido en un experto en pruebas diagnósticas. El logro que más le enorgullece es haber ideado la unidad de mama del Meixoeiro, el hospital en cuyas obras curioseaba en bici cuando era adolescente. Aunque probablemente ser conselleiro lo supere.
MARÍA JESÚS LORENZANA - EMPREGo E IGUALDADE
Una letrada de la Xunta curtida en política desde la retaguardia
m. c.
Si hay una palabra que pueda definir a María Jesús Lorenzana -conocida como Chus entre sus compañeros-, esa es minuciosa. Con solo 26 años, esta coruñesa del 81 licenciada en Derecho logró plaza de letrada en la Xunta, pasando a desempeñar diversos puestos dentro de la asesoría jurídica. La marcha por motivos personales de Cristina Ortiz en el 2013 de la Consellería de Traballo e Benestar hizo que la entonces titular de ese departamento de la Xunta, Beatriz Mato, la fichara para ser su segunda como secretaria xeral técnica. Y ahí demostró que no se rinde fácilmente. Porque no se cansa de buscar y rebuscar en un expediente hasta encontrar solución al problema. Los que trabajaron con ella ponen como ejemplo todo lo que se peleó para encontrar una salida a la anulación en el 2015 del Plan Xeral de Vigo por el Tribunal Supremo, varios años después de su aprobación.
Mato no la dejó escapar y se la llevó a Medio Ambiente en el 2015, donde fue secretaria xeral técnica. Y cuando Mato abandonó el Gobierno para convertirse en candidata a la alcaldía coruñesa, el conselleiro de Medio Rural, José González, la llamó a filas para ocupar hasta hoy el puesto de secretaria xeral técnica de la Consellería do Medio Rural. Ahora, en plena crisis del coronavirus, Núñez Feijoo ha colocado a sus espaldas el peso de una nueva consellería, la de Empleo, un golpe de timón con el que esta técnica toma una de las competencias que hasta ahora estaban en manos de la cartera de Francisco Conde. También asumirá Igualdade, hasta ahora en manos de Alfonso Rueda. A ella trabajo no le va a faltar. Pero parece que sabe coger el toro por los cuernos. Al menos es lo que ha demostrado en la retaguardia.
ROMÁN RODRÍGUEZ - CULTURA, EDUCACIÓN E UNIVERSIDADE
Un comisionado para salvar el regreso a las aulas
d. sampedro
Solo hay un precedente en la historia de la Xunta como el de Román Rodríguez (O Vento, Lalín, 1968), y se llama López Veiga, primer conselleiro de Pesca que tuvo Fraga y al que volvió a fichar al final de su etapa tras verificar que todos sus sucesores presentaban un balance de gestión peor.
Que el propio Feijoo aprovechara la semana pasada el debate de investidura para pedir disculpas por la «confusión» generada con el inicio del curso escolar es la constatación de que la gestión de Carmen Pomar, la conselleira de Educación saliente, debía parecerle mejorable, pese a que no tenía demasiado margen para hacer cambios cuando solo quedaban cinco días para el inicio oficial del regreso a las aulas. Pocos políticos pueden aprenderse la lección con tan poco tiempo, salvo que el elegido conociera ya la materia e incluso a todo el equipo de la consellería.
Y ahí estaba Román Rodríguez, responsable de Cultura e Educación entre el 2015 y el 2018, que le dio carpetazo a la etapa de austeridad y recortes precedente para destensar el diálogo con la comunidad educativa. Visto en perspectiva, su gestión no dejó mal poso, pues aprendió a saltar hogueras. En una ocasión, la decisión de cerrar un colegio en As Pontes provocó que cien camiones del carbón colapsaran Santiago con González Formoso, el alcalde pontés, a la cabeza.
No obstante, el lalinense, padre de dos niños, es un hombre paciente y con mucha mano izquierda para entenderse con el peor adversario. Quizás esto último es lo que más pesó para que este profesor titular de Geografía de la USC fuera comisionado por Feijoo para salvar el inicio del curso escolar. Sabe que con los rebrotes va a tener que saltar hoguera, pero no es de los que se queda quieto por temor a quemarse.
ETHEL VÁZQUEZ MOURELLE-INFRAESTRUTURAS E MOBILIDADE
La metamorfosis de una política con alma de técnica
pABLO gonzález
Hay en Ethel Vázquez Mourelle (Santiago, 1972) una cercanía y una naturalidad que escasea en el parnaso político, quizás porque en realidad es una política -ahora sí- que se ha fraguado en una cocción lenta, desde puestos de responsabilidad como alta funcionaria de perfil técnico, cargos de confianza en la cúpula -fue directora xeral de Infraestruturas, entre otras responsabilidades- hasta llegar en el 2014 a la dirección de la consellería en la que ahora repite, sustituyendo a Agustín Hernández, otro ingeniero de caminos que apostó por ella. Esa cercanía se refleja en esos bizcochos que hace ella misma y que reparte en algunas ruedas de prensa matinales. Pero la tendencia a lo dulce no la priva de ser agria cuando las cosas no se hacen como ella quiere, y necesita a su lado gente que aguante su nivel de exigencia y capacidad de trabajo. Tenerla al otro lado de la trinchera en asuntos que conoce bien, como sucedió en la polémica por los plazos del AVE, puede llegar a ser duro. Es insistente y no se rinde fácilmente.
Ethel Vázquez es una muestra diáfana del recorrido de algunos técnicos altamente cualificados que llegan a la Administración y después se van implicando poco a poco en la actividad política, pese a saber también lo que es la empresa privada, pues comenzó en el mundo de las obras hidráulicas. Tras un aprendizaje rápido, ya se siente más cómoda en el arte de la política, aunque sigue de cerca todos los proyectos de su departamento, hasta el punto de que corrige sobre la marcha a sus colegas ingenieros. Y suelen hacerle caso.
ROSA QUINTANA - MAR
La principal lobista de Galicia en Bruselas
e. a.
Cuando en el 2009, al poco de arrancar el primer Gobierno de Feijoo, Rosa Quintana (San Fernando de Apure, Venezuela, 1959) resultó ser la conselleira más conocida -y mejor valorada- se agravó el escepticismo sobre las encuestas. Extrañaba que la responsable de una cartera sectorial, por más que esta sea esencial para Galicia, tuviese más proyección que otras áreas más vistosas. Hubo quien aventuró cierta confusión con su tocaya televisiva, de la que solo se distingue por el Ana que la otra lleva delante. Pero ahora, 11 años después, la popularidad se la ha ganado a pulso. No solo porque, con Rueda -y Feijoo, por supuesto-, es el único nombre que no ha cambiado en los sucesivos Ejecutivos del PP. Ayuda su cercanía a la gente, prodigándose en saraos y fiestas gastronómicas, y accesibilidad, pues no duda en dar su teléfono hasta al último en llegar al sector.
Su capacidad de trabajo -cuentan que este verano solo se ha tomado un día libre- y su carácter fuerte y decidido, el que se precisa para lidiar con hombres y mujeres forjados en una profesión dura, son bazas que le han permitido revalidar la confianza de Feijoo, que en el 2012 no dudó en descargar sobre sus espaldas el peso de todo el sector primario. Con todo, su peor momento llegó ya despojada de las cuestiones agrarias y de nuevo al timón del sector pesquero: el proyecto de la Lei de Acuicultura sacó a miles de personas a la calle pidiendo su dimisión. Su retirada la salvó y consiguió recuperar la confianza del presidente y, de paso, reconciliarse con un sector que ha tenido en Quintana a su principal lobista en Bruselas.
FABIOLA GARCÍA - POLÍTICA SOCIAL
Blindaje en un cargo que va a redoblar sus tareas
d. sampedro
Apuntaba hacia la abogacía, pero en su camino se cruzó la política. La conselleira de Política Social, Fabiola García (Ribeira, 1985), revalida la cartera que ostenta desde el año 2018 y se mantiene como la representante más joven del Gobierno de Feijoo. Es natural de la parroquia ribeirense de Castiñeiras, tierra de marineros, como su padre, pero de la mano de su madre, profesora en Santiago, levantó enseguida el vuelo para estudiar bachillerato en la capital gallega.
De actitud vitalista, fue aplicada en los estudios y llegó a verse a sí misma enfundada en una toga para hacer carrera de abogada. Con ese propósito puso rumbo a Madrid para especializarse en derecho empresarial en el Centro de Estudios Garrigues, aunque tras las realizar las prácticas fue tentada para hacer política entre bambalinas.
La primera oportunidad para foguearse le llegó en el 2009, con 24 años, cuando la entonces conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, la capta de asesora. Después pasó por los gabinetes de varios conselleiros, y en el 2015 aterrizó en la política municipal, en su Ribeira natal, como número dos del alcalde Manuel Ruiz. En el 2016 fue nombrada directora xeral de Maiores de la Consellería de Política Social, de la que tomó las riendas dos años más tarde. Feijoo la blinda ahora en el mismo cargo, pero en un contexto más difícil, con el foco del covid puesto en las residencias. La tarea se le redobla a Fabiola García, aunque ella no es de las que se amilana con las responsabilidades.
VALERIANO MARTÍNEZ GARCÍA - FACENDA
El guardián de las cuentas públicas en plena crisis
S. CABRERO
Feijoo vuelve a encargar la ingrata tarea de cuadrar las cuentas de las arcas públicas a uno de sus hombres de máxima confianza. Valeriano Martínez García (Aldán, 1961) se ha convertido en uno de los pilares del grupo de intocables del presidente de la Xunta. Arrancó su andadura como secretario xeral de Presidencia para, en el 2015 y ante el terremoto que provocó en la Xunta las municipales del aquel año, recoger el testigo de Elena Muñoz, que dejó la Consellería de Facenda para ser candidata en Vigo. Pero la relación entre Feijoo y Martínez viene de atrás. Ambos entraron a trabajar en la Administración autonómica casi al mismo tiempo. Y todos estos años de roce les han permitido forjar una relación de máxima confianza profesional y personal.
Los que lo conocen destacan de él su talante. También aseguran que rehúye cualquier protagonismo y prefiere pasar desapercibido. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidade de Santiago, Valeriano Martínez se libró de la mili por exceso de cupo. No desaprovechó la oportunidad y optó por presentarse a las oposiciones al grupo A de la Xunta de Galicia. Con buen resultado, porque aprobó al primer intento. Ese tesón será clave para la tarea que tiene por delante: cuadrando las cuentas en plena crisis.
ÁNGELES VÁZQUEZ - MEDIO AMBIENTE E VIVENDA
Forjada en el municipalismo y ahora pendiente de la tijera
j. c.
Si Feijoo solo tuviese diez segundos para hacer encomiendas a sus conselleiros, a Ángeles Vázquez le pediría que haga de Galicia un lugar más verde, con una transición ecológica justa; y más bonito, desarrollando todas las herramientas que la Xunta ha puesto sobre el papel en los últimos años, mientras ella se ocupaba de otros menesteres como la Consellería de Medio Rural. El principal reto de esta política que se forjó en el municipalismo rural -fue alcaldesa de Melide, diputada provincial y en Cortes-, es darle sentido a todo el cuerpo legal en materia de urbanismo y medio ambiente y que ese impulso teórico empiece a verse reflejado en el paisaje. La economía circular o las estrategias ecológicas son retos a medio y largo plazo que deben empezar a dar señales en esta legislatura. Galicia ha tomado la decisión estratégica de limitar el crecimiento urbano para apostar por la rehabilitación, pero los frutos no terminan de madurar. Para ello hace falta tiempo, dinero y programas de ayuda a los ciudadanos que sean más estimulantes para movilizar capital privado. Su mayor enemigo será la más que probable tijera presupuestaria, que podría alcanzar al área de Vivenda. El catálogo de prestaciones para apoyar el acceso a una casa a personas con dificultades es amplio, pero la construcción de nuevos residenciales de promoción autonómica ha sido anecdótica.
JOSÉ GONZÁLEZ - MEDIO RURAL
El hombre que gasta sus zapatos bajando al campo
m. c.
Hay tres cosas por las que José González tiene pasión. El medio rural, leer libros en papel y los zapatos. Durante los dos años que lleva al frente de la consellería ha gastado mucha suela para conocer la realidad del campo y acercarse a los que viven en él para que le hagan preguntas. Las contesta todas. Más de una vez ha tomado la lección a sus hijos desde el coche oficial. Pura conciliación. Y hay algo en lo que ha puesto especial empeño: «A xente ten que poder vivir do rural». Porque está convencido de que esa es la única forma de acabar con problemas enquistados en el campo como el despoblamiento, el abandono de tierras y los incendios. Su carácter tecnócrata le ha llevado a forjar durante los dos años que lleva en el cargo una relación estrecha con el ministro de Agricultura, Luis Planas. La buena sintonía entre ambas administraciones es fundamental en un momento en el que Galicia ha de pelear por sus intereses por la nueva PAC. E igual que durante su etapa como diputado logró el consenso entre todos los grupos para marcar una sólida hoja de ruta para acabar con los incendios, ahora cuenta con el apoyo de buena parte del sector para hacer realidad la Lei de Recuperación e Posta en Valor da Terra Agraria. Porque en las granjas gallegas hay un problema de costes. En la gestión de la tierra está la solución.