Marcelo Rebelo de Sousa: «Necesitamos más Europa para el equilibrio del mundo»
GALICIA
El presidente de la República de Portugal participa en el Foro La Toja, donde confiesa que admira a Felipe VI por su «honradez, ponderación y servicio de Estado»
01 oct 2020 . Actualizado a las 20:14 h.Arropados con una fuerte ovación de empresarios, políticos e investigadores, entraron en el Foro La Toja Vinculo Atlántico dos jefes de Estado: el presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el rey de España, Felipe VI. Los aplausos fueron el primer símbolo con el que a lo largo de la inauguración del encuentro las autoridades presentes arroparon al monarca, que ha sufrido los embates directos de ministros de Unidas Podemos y dirigentes de ERC, y también la desautorización del Gobierno al vetar su presencia en Cataluña.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, abrió la sesión con un «sabe el cariño y admiración que siento por usted por su vocación de servicio público». Habló de la libertad como valor esencial del comportamiento humano y subrayó que, cuando aparecen los cisnes negros (la pandemia), la política es un arte destinado a seres iguales.
Feijoo puso sobre la mesa la necesidad de compartir con la ciudadanía objetivos políticos de largo alcance y advirtió que hay que evitar abrir «las manzanas de la discordia», y sí, en cambio, impulsar la libertad, la igualdad y la fraternidad, valores que impulsan tanto el jefe de Estado de una monarquía parlamentaria como Felipe VI, y el presidente de la República de Portugal.
Marcelo Rebelo de Sousa, con una sonrisa permanente, inició su discurso, y apostilló: «Alabo a su majestad, por su carácter, honradez, ponderación y servicio de Estado, que tanto han servido para la unidad del reino de España en este período tan difícil y doloroso con la pandemia». A partir de ahí, llamó la atención sobre la obsolescencia de los sistemas políticos, sobre las limitaciones financieras, pero especialmente sobre la importancia de que los políticos piensen en «personas de carne y hueso, en su salud».
Fue tajante el presidente de Portugal al sentenciar que la pandemia reveló el fracaso del multilateralismo imperfecto. A su juicio, la comunidad internacional falló al tardar en predecir la pandemia, falló cuando se comprobó como los grandes poderes decidieron actuar solos, sin colaboración, «dando así un mal ejemplo de lo que debe ser un multilateralismo ante un problema común». El estadista luso que centró la atención de los presentes, entre los que se encontraban el presidente de Inditex, Pablo Isla, y el de Abanca, Juan Carlos Escotet, analizó la bipolaridad que protagonizan potencias como EE.UU., China, e Rusia, con sus luchas de poderes particulares. «En este período tan complejo es fundamental que la UE sea una potencia estratégica y comercial. Necesitamos más Europa para el equilibro del mundo, y dar respuesta con más democracia a los populismos,que nacen por culpa de los sistemas políticos e instituciones envejecidas que se distanciaron de los ciudadanos». «Las democracias europeas -sentenció- tienen que renovarse».
En el contexto de la pandemia, Rebelo de Sousa reclamó que los fondos europeos lleguen en el 2020, y que los activos del mecanismo plurianual lo hagan lo más próximo del arranque del 2021. Porque, según argumentó, todos estos recursos deben de estar al servicio de los ciudadanos, que no perdonarán guerras que sobrepongan intereses particulares, privados, de instituciones, a aquello que es interés común.
Auguró que la pandemia puede durar «seis meses, más o menos, nadie lo sabe, pero la crisis económica y social durará años. Es una mentira decir que la situación económica se resuelve en un año o dos años». Consideró el estadista portugués que los políticos tienen ante sí una oportunidad única para resolver problemas estructurales: qué falló en la sanidad, en la seguridad social, por qué fue lenta la respuesta de las instituciones...
También el discurso del rey tuvo llamadas de atención sobre la cohesión de España, la importancia del papel de la Constitución, «auténtico pacto de los ciudadanos». Dijo Felipe VI que la salida de la crisis vinculada al covid no puede contemplarse como un «imposible regreso» a la situación de principios de año, sino como «una oportunidad de transformación sobre la base de economías verdes y digitales». Pero ese impulso, pronosticó, deberá ser inclusivo porque «no se puede desarrollar una sociedad con valores y cohesión social si falta equidad». Para superar la crisis, España «cuenta con activos que la sitúan entre los países más avanzados en el mundo. Somos -sostuvo- una de las veinte democracias plenas del mundo y la decimotercera economía del planeta».