Investigan el origen del incendio declarado de madrugada en el chalé del crimen de Asunta

Patricia Calveiro Iglesias
p. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Varios focos en la planta baja de la casa de Teo hacen sospechar que fue intencionado

12 oct 2020 . Actualizado a las 11:40 h.

Han pasado ya siete años desde que el crimen de Asunta Basterra conmocionó a toda España. El mismo chalé donde, según una sentencia ratificada por el Supremo, la pequeña de 12 años fallecía por asfixia en septiembre del 2013, se convirtió este fin de semana en pasto de las llamas. Un incendio declarado de madrugada en la vivienda de Teo (A Coruña), famosa por el mediático asesinato de la joven de origen chino consumado por sus padres adoptivos, afectó en cuestión de horas a gran parte de la planta baja y causó daños importantes en la estructura de la construcción. Ahora la Guardia Civil investiga cómo se originó el fuego y las circunstancias que rodean al suceso.

La calma en el lugar de A Póboa (pegado a Montouto, a solo seis kilómetros de Santiago) se rompía el sábado por la noche. Eran las 3.15 horas cuando un particular alertó del incendio al Centro Integrado de Atención ás Emerxencias del 112 Galicia. Una patrulla de la Guardia Civil fue la primera en acudir a la vivienda. A continuación, lo hacían los efectivos del GES de A Estrada, cuya intervención en el lugar comenzó a las 3.38 y duró hasta las 6.55. Fueron más de tres horas y media de trabajo arduo, en el que contaron con la colaboración de un equipo de bomberos de Ordes y dos miembros de la agrupación de voluntarios de Protección Civil de Teo. «Unha noite complicada», resumían desde el grupo supramunicipal de emergencias en una publicación compartida a través de Facebook. «A totalidade da casa se veu afectada polo lume e fume. Ademais as altísimas temperaturas que se alcanzaron, e que dificultaron inicialmente as tarefas de extinción, tamén danaron seriamente a estrutura da vivenda», añadían.

Desorden y abandono

El incendio había tomado una dimensión considerable cuando llegaron. Las llamas y el humo se veían desde el exterior del chalé. En la planta baja fue donde se produjeron los mayores destrozos. Profesionales implicados en las tareas de extinción constatan que se encontraron allí con varios focos, lo que aumenta las sospechas que apuntan hacia que fue provocado intencionadamente. También observaron numerosos libros, papeles y cajas tirados en el suelo, junto a otro material inflamable, que favoreció al avance de las llamas en una propiedad deshabitada desde hace años, donde el desorden y abandono se habían apoderado de las distintas estancias.

El fuego alcanzó también a la segunda planta y la tercera se salvó, aunque no del denso humo que se coló en todas las habitaciones. Esto alargó aún más la actuación de los servicios contraincendios desplazados que, además de sofocar las llamas, tuvieron que dedicar bastante tiempo a enfriar por completo las paredes y suelos para evitar que los rescoldos reavivasen el incendio, así como a airear la casa en la que se concentró una gran carga tóxica.

Durante el incendio, a pesar de que fue a altas horas de la madrugada, media docena de personas (posiblemente vecinos movidos por la curiosidad) se acercaron hasta el chalé, propiedad de la madre de Asunta, Rosario Porto. Tanto ella como su exmarido, Alfonso Basterra, cumplen condena en prisión. Según trascendió, estando ambos encarcelados, y ante la facilidad de entrar al inmueble -aunque protegido por un alto muro, las entradas a la finca y las ventanas están abiertas-, en los últimos tiempos son habituales las incursiones nocturnas, y hasta se produjo algún robo aprovechando la falta de medidas de seguridad. 

Cintas de seguridad

De hecho, en febrero del 2015, Rosario Porto fue trasladada a la casa de Teo desde el penal de Teixeiro, donde llevaba interna casi año y medio en prisión preventiva, tras perpetrarse un robo en el chalé, al que parece perseguir la tragedia. No ha llegado a encontrar un comprador interesado en sus 400 metros cuadrados útiles, dentro de una finca de 1.000 amurallada, rodeada de vegetación y con un hórreo, una enorme piscina y una pista de tenis, entre otros extras. Teniendo en cuenta la inestabilidad de las estructuras a causa del incendio, y para evitar nuevas desgracias, las autoridades colocaron cintas de seguridad impidiendo el paso en la entrada trasera y en las escaleras que dan acceso a la puerta principal de la casona de piedra.