Propaganda requisada a los acusados de exaltar a Resistencia Galega defiende «todas las modalidades de lucha» y la «violencia independentista»

La Voz

GALICIA

Todos los acusados juzgados en la Audiencia Nacional por la operación Jaro de la Guardia Civil.
Todos los acusados juzgados en la Audiencia Nacional por la operación Jaro de la Guardia Civil. Fernando Villar

Los doce juzgados en la Audiencia repartían delegados por las comarcas y ciudades gallegas para captar afines, organizar actos y captar fondos con los que pagar a abogados y procuradores para defender a presos por terrorismo o sancionados por enaltecimiento

20 oct 2020 . Actualizado a las 14:45 h.

Las organizaciones independentistas Ceivar y Causa Galicia apostaron por un modelo de ramificación en las comarcas gallegas, mediante «persoas de contacto», para llegar a cada municipio y parroquia. Ya sea para organizar actos públicos, en los que se proclamó «viva Resistencia Galega», captar simpatizantes o fondos económicos. Pilar fundamental de Ceivar para pagar a abogados y procuradores que defiendan a presos radicales independentistas gallegos y otras personas sancionadas por las mismas causas. Siempre en colaboración estrecha con el Colectivo de Presos Independentistas Gallegos. También se les organizaba homenajes cuando recuperaban la libertad, en los que también, sostiene la Fiscalía, se ensalzaba a más presos radicales y su lucha. Ya en documentos internos y requisados en registros, añade la Fiscalía, se defiende que «todos os métodos de loita son lexítimos» y se habla abiertamente de «violencia independentista».

Lo explicaron dos de los 12 acusados que, desde ayer y hasta mañana, están siendo juzgados la Sección Tercera de la Audiencia Nacional. Para todos se piden 102 años de cárcel. Alfonso García fue el primero en declarar. Pertenecía a Ceivar, la otra organización, junto a Causa Galicia, implicadas en esta causa y para las que la Fiscalía pide su disolución. Fue responsable de la rama financiera y explicó que las otras ramas principales eran de organización y de medios de comunicación. Reconoció haber participado en actos a presos, incluso leer manifiestos que ahora se juzgan por su contenido. Casi siempre en el contexto de campañas organizadas cada vez que se acercaba la celebración de juicios contra integrantes de Resistencia Galega, principalmente. Ya frente a los documentos requisados en su casa, como representante en Ourense de Ceivar, a Alfonso García se le nubló la memoria. De poco sirvió que los proyectaran en una pantalla, no se acordaba ni de fechas y de la autoría de los escritos.

Iria Calvelo fue la otra acusada que declaró hoy. La Fiscalía la considera «responsable de la organización Ceivar, responsable de finanzas y responsable de la comarca de Tabeirós (Pontevedra) y de Santiago de Compostela». Ella también se confesó cómo «persoa solidaria dende fai moitos anos cos presos independentistas galegos». Se ocupaba de la rama financiera, sobre todo para pagar las defensas de «xente represaliada» y «presos políticos».

Bloque Nacionalista Galego

Dos destacados militantes del BNG declararon igualmente. Primero fue Xavier Vence, portavoz nacional del Bloque entre el 2014 y el 2016. Luego, Bieito Lobeira, actual coordinador de organización y desde hace muchos años situado en los órganos internos de poder. Ambos tuvieron que explicar una reunión con Causa Galiza, y otras organizaciones y partidos políticos independentistas, para formar una gran plataforma para defender la autodeterminación de la comunidad. El origen de su citación nace en un documento requisado en registros de viviendas de los acusados. Un resumen de lo que supuso aquella reunión que la Fiscalía resume así: «Se ponía de manifiesto que el principal obstáculo para llegar a acuerdos entre ambas formaciones políticas, era la defensa que realiza Causa Galiza de ‘‘todas las modalidades de lucha'' para la consecución de sus objetivos, entre las que se incluiría la actividad terrorista».

Vence y Lobeira se desmarcaron de cualquier conversación o debate relacionada con «todas las modalidades de lucha». Vence sí reconoció conocer las tesis radicales de Causa Galiza, también que organizaban actos, «pero sempre acorde co seu tamaño pequeno». Lobeira, ya en su turno, aseguró que rechaza esa violencia y se desvincula del contenido del informe requisado por la Guardia Civil a los encausados. Sí se refirió a Causa Galicia como una organización con la que el BNG mantiene «diferencias de carácter táctico». Hay que recordar que destacados miembros del Bloque, Anova y Esquerda Unida se concentraron el domingo en Santiago para mostrar su apoyo a los doce juzgados esta semana en la Audiencia Nacional.

Luego llegó el turno de tres destacados agentes de la Guardia Civil en la investigación previa a este juicio (operación Jaro). El relato cronológico que aportaron los agentes, a ojos de la Fiscalía, evidencia una organización perfectamente estructurada en la que, los considerados líderes, gestionaban todo moviéndose sobre la delgada línea procesal que diferencia entre enaltecimiento del terrorismo, organizaciones terroristas y presos terroristas, con la libertad de expresión. Quizá por eso gran parte de los documentos que llaman a revolverse nunca se firman, o en sus actos no hay problemas de orden público.