Reaparece la banda de los peajes con un nuevo asalto a las cabinas automáticas de Moaña

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

M. MORALEJO

Emplean coches robados en cada golpe y ya van siete este año

23 mar 2021 . Actualizado a las 22:17 h.

Séptimo asalto en dos meses a las cabinas de peaje de las autopistas gallegas. La banda que desde enero ha centrado su actividad en las cabinas automáticas de pago de las vías con peaje reapareció el viernes 12 en un nuevo golpe siguiendo las mismas pautas llevadas a cabo tanto en la AP-9 como en la AG-57 (Vigo-Baiona). Los ladrones volvieron a elegir las cabinas mecanizadas de Domaio (Moaña), en las inmediaciones del puente de Rande, para reventarlas y hacerse con su recaudación, como ya habían hecho en el mismo punto el viernes 19 de febrero.

Las pesquisas llevadas a cabo hasta ahora evidencian que la banda emplea coches robados para realizar los asaltos, toda vez que las áreas de peaje de las dos autopistas están dotadas de cámaras de vídeo que registran las matrículas de los vehículos que pasan por todos los carriles y en cualquier sentido de circulación. Los integrantes del grupo se acercan a las zonas de cobro por las mismas autopistas o incluso por vías de servicio paralelas.

Fuentes conocedoras de las investigaciones indican que se otorga una alta posibilidad a que los integrantes de la banda residan en Vigo, punto próximo a los golpes llevados a cabo hasta ahora en O Porriño, en tres ocasiones, Gondomar y en A Ramallosa (Nigrán), además de los dos golpes perpetrados en las máquinas de la AP-9 en Moaña. Los asaltos se han llevado a cabo de noche, cuando no hay personal de las concesionarias en las áreas de peaje, aunque una trabajadora de Audasa llegó a ver desde un edificio de servicios de la empresa próximo a la autopista el primero de los atracos realizados en las máquinas de cobro de O Porriño.

La Guardia Civil, cuerpo que se encarga de las investigaciones de los siete asaltos, estimó desde el primer momento que la banda de los peajes ya estaba especializada en reventar máquinas tragaperras y expendedoras en distintas localidades gallegas, buscando pequeños botines, pero fáciles de mover y gastar. La benemérita los relaciona con asaltos nocturnos a bares y cafeterías en las que habrían abierto sus máquinas de juego. El cierre de estos negocios por las restricciones a causa de la pandemia les habría impulsado a probar en un nuevo frente como el de las cabinas de peajes, que pueden llegar a acumular al final del día entre 500 y 700 euros.

Al margen de esporádicos casos, Galicia no había registrado hasta ahora oleadas de asaltos a las cabinas de cobro de sus autopistas, como en cambio sí se han producido sobre todo en Cataluña y Valencia, zonas de paso ambas en los itinerarios europeos. El año pasado, y en medio del confinamiento, un grupo de bosnios se saltaron la prohibición de circular hasta en 39 ocasiones, y en varias de ellas se les relacionó con robos sufridos en la autopista AP-7 y negocios próximos.