Muere Lino Alonso, jefe de Aduanas en Galicia y pilar de la lucha contra el narcotráfico desde los años 80
GALICIA
Solo con el juez Taín decomisó 54.000 kilos de cocaína y más de 30.000 de hachís; por trayectoria, veteranía y dedicación a su trabajo era un símbolo dentro de su propia agencia y un referente para las aduanas de Europa
21 abr 2021 . Actualizado a las 15:03 h.Hermelino Alonso Eiras nació el día de Navidad de 1959 en Ortigueira, y falleció ayer por la tarde, a los 61 años, mientras jugaba un partido de pádel en su ciudad de residencia, A Coruña. El jueves pasado, en Moaña, participó en su último acto público. La botadura del Cóndor, el nuevo patrullero construido para el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria en España. Acompañó a la comitiva durante el recorrido por el nuevo barco desde la retaguardia, pasando desapercibido pero sin perder detalle. Una de las características que mejor lo retrataban. Ya al encenderse los focos, las cámaras y conectarse los micrófonos, Alonso desapareció. Otra de sus características más cultivadas: permanecer, en la medida de lo posible, en el anonimato y no seguir alimentando el escueto archivo de fotos suyas que existe. Otra de sus grandes preocupaciones por su trabajo al frente del Servicio de Vigilancia de la Agencia Tributaria en Galicia.
El repentino fallecimiento de Lino Alonso supone un mazazo para los protagonistas pretéritos y actuales de la lucha contra el narco en Galicia y España. Tenía mujer y un hijo, que lo velan desde esta mañana en el tanatorio de la plaza de la Palloza, 4 (A Coruña). La presencia de compañeros y excompañeros va en aumento desde primera hora de la mañana. «Lino era nuestro mascarón de proa, dedicó toda su vida a Aduanas y seguía con la misma fuerza de un recién llegado a la agencia», explica un compañero aún en servicio. Alonso tomó posesión como marinero del Servicio de Vigilancia Aduanera en 1984, en la jefatura provincial de Santander.
En octubre de 1986 fue nombrado en el cuerpo de patrones de Aduanas, desempeñando el puesto de jefe de negociado en Madrid. En 1990 fue nombrado inspector jefe, desempeñando su puesto de trabajo en Algeciras. En 1992 toma posesión en el cuerpo de escala técnica, realizando las prácticas en la provincia de Cádiz y, una vez finalizadas, tomó posesión en la Dependencia Regional de Aduanas y Vigilancia Aduanera de A Coruña. Su puesto de trabajo era de Jefe de Equipo Técnico del SVA. En noviembre de 1992 es nombrado Coordinador Regional en la Dependencia Regional de Aduanas y VA de Galicia. En julio de 1999, ingresa en el cuerpo técnico, especialidad Investigación.
36 años de servicio
Ya en el 2000 fue nombrado adjunto regional en Galicia, puesto que ha desempeñado hasta la fecha, acumulando una antigüedad de 36 años, 10 meses y 7 días. Un vasto periplo profesional dedicado siempre al contrabando de tabaco, narcotráfico y blanqueo de capitales. Desde que los pioneros sentaron aquellos nocivos cimientos hasta la sofisticación de las organizaciones actuales. Pero Alonso no era solo un profesional de despacho, le gustaba el olor a mar y reconocía a leguas el particular de la ría de Arousa. Basta decir que era el investigador en activo que más cocaína incautó. Solo con el juez Taín, estando él destinado en Vilagarcía, requisaron 54.000 kilos de cocaína y más de 30.000 de hachís. Taín, consultado por La Voz, no da crédito al fallecimiento de aquel funcionario que, con los años y el trabajo, se hizo su amigo.
«Conocía mejor que nadie este mundo, le venía de muy atrás. Trabajamos mucho juntos, hubo roces pero también, con el tiempo, mucho cariño y amistad. Lo mejor es que pudimos, años después, disfrutar de aquella amistad. No quedó atrás olvidada por el tiempo», confiesa el magistrado antes de añadir: «Él siempre tuvo claro que el daño real, a los narcos, se le hace quitándoles el dinero y las propiedades. Por eso siempre se rodeaba de inspectores de Haciendo dispuestos a escudriñar cada dato. En eso también fue el primero». Parte de esa estrategia se consumó en operaciones que, más de 10 años después, empiezan a resolverse. Suya es la investigación que ha permitido extirpar la inmobiliaria familiar a la familia Miñanco, probando que todos participaron durante años del blanqueo de dinero procedente de la droga.
Suya es la investigación que sentará, por enésima vez, al clan Charlín en la Audiencia Nacional acusados de esconder varios millones de euros que aún conservaban de los años de vino y rosas. Suya también es la investigación que probó la participación de Marcial Dorado en el narcotráfico y la que derivó en un condena por blanqueo de capitales que le embargó buena parte de sus empresas y patrimonio. Lo mismo ocurrió con todo lo relacionado con Manuel Abal Feijoo, Patoco, otra investigación fiscal que afloró 40 millones de euros ganados con la coca e invertidos principalmente na terra. De ahí el respeto profesado por el resto de cuerpos implicados en la lucha contra el narco, que le reconocen una posición privilegiada dentro de esa primera generación de agentes que investigaron el crimen organizado desde su nacimiento en Galicia y España, hasta la actualidad.
La Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra trasladó por igual las condolencias a la familia de Alonso e hizo llegar una corona de flores al tanatorio en A Coruña como mejor signo de respeto profesional y personal. El Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), ambos con base en la Comandancia de Pontevedra y las dos unidades especializadas en crimen organizado, trasladan igualmente el pésame y ensalzan la figura de un «veterano» con espíritu para seguir trabajando otros 36 años.
La Policía Nacional en Galicia, a través de su jefatura en A Coruña, traslada igualmente las condolencias y pone en valor a Alonso por una trayectoria que habla por sí sola. Ya la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de Pontevedra destaca su talante y buena disposición para trabajar juntos. El último éxito de esa colaboración permitió decomisar 3.700 kilos de cocaína decomisados con el EDOA y la ayuda de Aduanas en la ría de Arousa tras una espectacular persecución de madrugada entre bateas.
Una de sus últimas satisfacciones fue la implantación en Galicia de la oficina de inteligencia marítima. Una especie de tablero de juego que analiza cada barco, origen, destino y propietario para descartar que sea sospechoso. Solo en el primer año de funcionamiento se requisaron más de 70.000 kilos de hachís. Su nombre, incluso será recordado fuera de España, al ser un representante habitual de Aduanas de España en reuniones con otros colegas de Europa o para impartir formación a funcionarios de otros países.
El funeral de Lino Alonso será mañana jueves en su villa natal, Ortigueira.